La heroína y el sida de los años 90 ha dado paso a la cocaína, el alcoholismo y la ludopatía.
La Fundación Proyecto Hombre Navarra cumple 25 años en la atención a personas con dependencias, con más de 6.517 admitidos a tratamiento, una trayectoria que permite ver la evolución en el consumo de sustancias adictivas y en conductas, como la alarma al detectar problemas de juego en "personas muy jóvenes".
Así lo han puesto de manifiesto los responsables de la Fundación, que hoy cuenta con un equipo interdisciplinar de 40 profesionales y 65 voluntarios, que trabajan en su comunidad terapéutica y en los proyectos con adolescentes "Suspertu", centro de atención ambulatoria "Aldatu" y programa en el ámbito laboral.
En 2015 se han atendido un total de 910 casos en los diferentes programas, una cifra estable en los últimos años pero que contrasta con los 222 del primer ejercicio, en 1991, y entre ambas fechas un total de 1.459 personas han sido altas terapéuticas tras pasar por el tratamiento residencial de Proyecto Hombre o por el centro ambulatorio "Aldatu".
LAS ADICCIONES DE AYER Y LAS DE HOY
Además del incremento de atenciones, de estos 25 años destaca el cambio del tipo de droga que motiva la demanda de terapia, de forma que en 2015 la mayoritaria era por consumo de cocaína (34 % de los casos), seguido por alcohol (28,7 %), anfetaminas (13,8 %), cannabis (12,3 %) y heroína (8 %), cuando en 1991 el 90 % de los tratamientos era por consumo de heroína.
Sin embargo, estas cifras se refieren al consumo principal, ha advertido el director general de Proyecto Hombre Navarra, Alfonso Arana, ya que en la mayoría de los casos hay un consumo simultáneo de varias sustancias, con la cocaína más alcohol o el cannabis más alcohol como las combinaciones más comunes.
Así, hoy dos tercios de las mujeres que acuden a Proyecto Hombre lo hacen por consumo de alcohol -con la circunstancia preocupante de que beben en soledad y llegan más tarde y con más deterioro al tratamiento-, mientras que entre los hombres (que suman el 75,5 % de los usuarios) es más habitual el acceso por consumo de cocaína.
El perfil sociodemográfico de los usuarios también ha evolucionado hacia una mayor edad (en 2015 tenían una media de 37,7 años cuando 25 antes era de diez años menos) y un mayor ajuste social (tan sólo un 13 % de los tratados en 2015 no tenían el graduado escolar, cifra que sumaba un 48 % en 1991)
También ha bajado el número de usuarios con causas judiciales pendientes (el 57,3 % en 2015 frente al 70 % hace 25 años, cuando lo más común era por robos y ahora lo es por conducir bajo los efectos del alcohol o por tráfico de drogas); y prácticamente ha desaparecido la incidencia de VIH (del 44 % en 1991 al 1 % hoy).
UN NUEVO PROBLEMA: LOS JÓVENES Y EL JUEGO
Arana también ha expuesto las cuentas de la Fundación, que cerró el ejercicio con 1,7 millones de gastos y 1,6 de ingresos (y un déficit de 15.954 euros), con el 55 % de estos procedentes del Gobierno de Navarra, el 23 % de los usuarios y familiares, y el resto de entidades sociales, si bien Caritas cede el edificio para la comunidad terapéutica en Estella.
Precisamente este último asunto, el de la construcción de un nuevo edificio para comunidad terapéutica, es uno de los "retos" de la Fundación, junto al abordaje de un nuevo problema detectado, "la constatación de la existencia de personas muy jóvenes con dificultades con el juego", especialmente en las apuestas deportivas, incremento facilitado por la proliferación de locales para ello y por la facilidad de realizar apuestas por internet.
"Ponerle puertas al on-line es difícil", ha reconocido Arana, quien sí ha advertido de que los padres sí pueden regular de alguna manera el uso de internet que hacen sus hijos.
Otro problema detectado tienen que ver con el uso de las nuevas tecnologías, que pueden traer problemas de acoso escolar u otros a través de las redes sociales.
