Askatu-kan ha presentado este proyecto y ha instado a incluirlo en la cartera de recursos de la ley contra la violencia machista.
Askatu-kan ha presentado en el Parlamento foral su proyecto de perros de seguridad para protección a mujeres que sufren violencia de género y menores a su cargo y ha instado a incluirlo en la cartera de recursos de la ley contra la violencia machista como "una manera efectiva de protección".
La comisión de Relaciones Ciudadanas e Institucionales ha acogido una sesión de trabajo con representantes de esta organización, en la que han detallado este proyecto innovador en Navarra.
Momentos antes de participar en esa sesión, la sicóloga Josune Azpiroz ha explicado que se trata de una "medida de protección eficaz que puede ayudar a mejorar y aumentar la sensación de protección de las mujeres lo que va a repercutir en ellas y en toda la sociedad".
De ahí su petición de que el Parlamento de Navarra contemple este proyecto dentro de la ley contra la violencia machista como un recurso efectivo de protección.
Estos perros, según ha subrayado, son "una ayuda más rápida y continua, pueden estar las 24 horas al día, son eficaces, actúan al momento, la mujer no debe esperar a que alguien responda a un teléfono y acuda en su ayuda".
El objetivo último es mejorar la calidad de vida de las mujeres que han sufrido violencia de género al ofrecerles prevención y protección ante posibles agresiones, al tiempo que les ayuda a su "recuperación tanto sicológica como social reduciendo la ansiedad y el miedo y aumentando la confianza y la autoestima".
Esto se logra mediante el entrenamiento de perros capacitados para actuar tanto en el ámbito privado como en el espacio público. El proceso exige además una formación previa de las mujeres sobre como manejar a los perros, como activarlos o desactivarlos en caso de peligro
En esos momentos en Navarra ninguna mujer cuenta con este servicio, aunque hay varios perros en formación y se están analizando las primeras solicitudes.
En este sentido Azpiroz ha indicado que se tienen que cumplir una serie de requisitos, entre los que además del adiestramiento de los animales y los cursos de formación de las destinatarias, se incluye una entrevista sicológica y se recaban opiniones de los profesionales que trabajan con la víctima
"Es un proceso muy delicado tanto de selección del animal como del trabajo con las mujeres, que en algunos casos la situación es bastante complicada", ha apuntado.
En cuanto al coste, ha reconocido que es "una cifra que seguramente muchas mujeres no podrán asumir por si solas", por lo que ha insistido en que no se puede supeditar este servicio a que una mujer sea capaz de asumir el coste porque "sería inviable".
De ahí la necesidad de estudiar diferentes posibilidades de financiación, a través de entidades públicas o privadas.
Las experiencias habidas hasta el momento en las pocas comunidades autonómicas que cuentan con este recurso constatan, según ha dicho, que las mujeres lo perciben como una "protección real, algo que les da seguridad de verdad".
"Con los perros cambia su vida, pueden estar en su propia casa tranquilas porque saben que el perro está ahí y si hay un peligro saben como activar al perro para disuadir al agresor", ha concluido.
