Pamplona ha centralizado la movilización más numerosa de las convocadas este sábado en Navarra por la red ciudadana de apoyo a los terroristas presos de ETA, Sare, con una manifestación en la que ha pedido el cese de la política penitenciaria que se aplica a estos reclusos y su traslado a cárceles cercanas a sus lugares de origen.
Han sido 800 personas, según la delegación del Gobierno, las que han respondido a la convocatoria de Sare, que en Pamplona ha tenido lugar dos horas más tarde que en la mayoría del resto de localidades, y que ha transcurrido por el Casco Viejo de la capital navarra tras una pancarta con los manifestantes en tres filas.
Entre los participantes se encontraban el eurodiputado de EH Bildu Pernando Barrena, su compañero en el Parlamento de Navarra, Adolfo Araiz, y los políticos de Esquerra Republicana de Catalunya Joan Tardá y Joan Capdevila, entre otros.
Tras el lema "Bidean elkarbizitzarako bakerako etxerako", y con otros pequeños carteles que reclamaban el acercamiento de los presos, han marchado sin incidentes mientras coreaban frases como "Euskal presoak etxera" (Presos vascos a casa) o "Independentzia", con un recorrido entre la Plaza de Recoletas y la Plaza de San Francisco.
Allí se ha leído un comunicado en euskera y castellano el que Sare ha reclamado "los derechos" de los resos y ha agradecido la "solidaridad" de quienes durante ese año pasado han apoyado este movimiento, que ha podido ver "las primeras señales del cambio que hemos esperado durante años", con el acercamiento paulatino de algunos encarcelados a prisiones vascas y navarras.
Por ello han deseado que este año se haga realidad "una nueva política penitenciaria" diferente a la actual, han dicho tras recordar que muchos de los presos de ETA sufren "un bloqueo sistemático para progresar al tercer grado" y hay 19 presos con enfermedades graves, así como personas encarceladas "de avanzada edad" o niños en prisión hijos pequeños de presos, como la navarra Izadi.
Con todo ello han pedido "poner fin a esta política de excepción porque es el principal obstáculo para que los presos y presas vascos recorran el camino a casa", han señalado para considerar también "imprescindible avanzar en el camino hacia la convivencia y hacia la paz".
Medio centenar de personas ha participado esta tarde en Tudela en la concentración convocada por Sare en apoyo a los presos de ETA para “pedir al Estado que ponga fin a la política penitenciaria de excepción” y para reivindicar “los derechos de estas personas”.
En este sentido, han recordado que todavía el 50 % de los presos etarras están en cárceles de fuera de País Vasco y Navarra.
“Nos encontramos ante un bloqueo sistemático para progresar al tercer grado, para tener permisos de salida o para conseguir la libertad condicional. Todavía hay 19 personas presas con enfermedades graves, a las que se está vulnerando el derecho a la salud”, han señalado los organizadores de la concentración.
Desde la red Sare de apoyo a los presos de ETA han dejado claro que hemos salido a la calle “para avanzar” y han apuntado que eso “no será posible si no desaparece la vulneración de derechos generada por la legislación de excepción”.
La concentración que la Audiencia Nacional rehusó prohibir hace unos días, como había solicitado la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), se ha llevado a cabo sin incidentes en la plaza San Jaime.
También pidió su suspensión este viernes el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, que solicitó por escrito al delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, que evitara que se celebrara este acto a favor de los presos de ETA.
El primer edil tudelano, que basó su solicitud en el artículo 61 de la Ley 29/2011 de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas del Terrorismo, aseguró que “la concentración de este sábado humilla a las víctimas”.
Las de Pamplona y Tudela han sido dos de las 62 concentraciones y manifestaciones convocadas por Sare en Navarra para esta jornada, que ha pedido con numerosos actos también en País Vasco y el sur de Francia, el fin de la política penitenciaria de excepción para los reclusos de la banda y el agrupamiento de todos ellos en cárceles de la CAV y Navarra.
