• jueves, 28 de marzo de 2024
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SALUD

Cuidar la piel en tiempos de coronavirus: estos son los 10 consejos de una farmaceútica navarra

Los geles y el uso prolongado de mascarillas están aumentando la aparición de problemas cutáneos en la población

Imagen de archivo de una persona echándose gel hidroalcohólico en las manos. EP
Imagen de archivo de una persona echándose gel hidroalcohólico en las manos. EP

Las medidas de prevención para evitar la propagación de la covid-19 como son el uso de mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico y el lavado frecuente de manos con jabón han pasado a formar parte de nuestra vida diaria. Sin embargo, los expertos alertan de que su aplicación generalizada está aumentando la aparición y el empeoramiento de distintos problemas de la piel entre la población.

En concreto, como explica Maialen Elizari, experta del Departamento Científico de Cinfa, “la dermatitis de contacto irritativa, sobre todo en las manos, es una de las alteraciones que más se están dando, pero también se está produciendo empeoramiento de enfermedades como acné, rosácea, dermatitis seborreica o  dermatitis atópica”.

En palabras de la experta, “dado que la piel y las mucosas actúan como primera línea de defensa contra los agentes externos, es primordial intentar mantener esa barrera lo más intacta posible para que continúe ejerciendo su función correctamente, al igual que tratar de forma precoz las alteraciones que puedan aparecer”.

10 CONSEJOS DE PREVENCIÓN

1. Limpia e hidrata bien tu rostro antes y después del uso de la mascarilla. Lava tu cara con agua templada y jabones limpiadores suaves y sin fragancias, evitando sustancias potencialmente irritantes. También puedes utilizar un agua micelar, que hidrata y refresca la piel. Después, aplica una crema hidratante para recuperar los componentes y el agua que la piel necesita, adecuada a tu tipo de piel y edad.

2. Si tienes problemas de piel, extrema tus rutinas. Las personas que presentan patologías dermatológicas previas, como el acné, deben cuidar de una forma mucho más exhaustiva su piel y seguir estrictamente sus rutinas de cuidado diario y tratamientos.

3. Evita el uso de maquillaje. Este incrementa el efecto oclusivo, la obstrucción y la suciedad de los poros de la epidermis. Si no es posible, opta por bases de textura fluida.

4. No olvides protegerte del sol. La mascarilla no protege de los rayos solares, por lo que es esencial, antes de salir a la calle, que te apliques un fotoprotector adecuado a tu tipo de piel y a las circunstancias de la exposición. Recuerda que la fotoprotección es fundamental durante todo el año, no solo en verano.

5. Presta atención al material de la mascarilla. Si un tipo concreto de mascarilla te produce problemas cutáneos, prueba otra de diferente material. También puede ser beneficioso ir cambiando de modelo o marca de mascarilla dentro del nivel de protección recomendado por las autoridades, para intentar que apoyen o rocen en zonas diferentes y evitar así la aparición de lesiones.

6. Si ves que tu piel se empieza a irritar, protégete de la fricción con una crema barrera o stick. Aplícate este tipo de productos unos minutos antes de ponerte la mascarilla en las zonas donde esta te roce o presione, como las orejas, la nariz o las mejillas. En el caso de tener que estar muchas horas con mascarilla, también puedes colocarte apósitos en las zonas de presión, que ayudarán a minimizar el daño en la piel.

7. Lávate las manos con agua  y jabón de manera frecuente y durante un tiempo suficiente. Una correcta higiene de manos es una medida esencial para la prevención de infecciones como la covid-19. El jabón no debe ser demasiado desengrasante y ha de respetar el pH de la piel. Cuando acabes, sécate muy bien las manos para que no queden restos de humedad entre los dedos.

8. Ten el hábito de usar geles o soluciones hidroalcohólicas. Utilízalos sobre todo cuando no tengas acceso a agua y jabón, aunque tampoco es recomendable abusar de ellos. Aplica el producto y frota las manos para repartirlo bien por toda la piel y espera a que se seque antes de tocar otros objetos o superficies.

9. Si debes usar guantes, cámbialos a menudo. Si por motivos laborales estás obligado a usar guantes, recuerda cambiártelos a menudo y evitar ponértelos sobre las manos húmedas, ya que la falta de recambio del guante favorece la maceración de la piel de las manos y puede desencadenar una dermatitis.

10. Hidrátate las manos de forma regular. Para ello, usa, con tanta frecuencia como sea posible, cremas de manos que contengan componentes hidratantes, calmantes y reparadores. Recuerda aplicártelas también antes de irte a dormir.

IRRITACIÓN Y SEQUEDAD EN LAS MANOS

La piel de las manos es una de las que más sufre, ya que el uso repetido de sustancias detergentes e irritantes, como las de los jabones y geles hidroalcohólicos, van alterando la capa lipídica de la piel. Esto provoca irritación, sequedad e incluso descamación, sobre todo en el dorso de las manos.

Para prevenir estos problemas, Elizari propone “usar geles hidroalcohólicos que, si es posible, incluyan en su composición ingredientes hidratantes. Y respecto a los jabones de manos, decantarnos por aquellos que no sean demasiado desengrasantes y que respeten el pH de la piel”.

Si por motivos laborales tenemos obligación de usar guantes, la experta recomienda cambiarlos a menudo y evitar ponerlos sobre las manos húmedas. “La falta de recambio del guante favorece la maceración de la piel de las manos, lo que puede provocar dermatitis”, explica, al tiempo que aconseja “el uso frecuente de cremas de manos con componentes hidratantes, calmantes y reparadores para aliviar las alteraciones producidas por estos artículos tan presentes en nuestra rutina actual”.

MICROAMBIENTE BAJO LA MASCARILLA

Las alteraciones que genera en la piel del rostro el uso de la mascarilla constituyen el otro gran campo de batalla. Por una parte, la humedad que se acumula por la respiración y sudoración de la piel, junto al aumento de temperatura que se produce, crea un microambiente que favorece la proliferación de bacterias, dilata el poro y aumenta la pérdida de agua de nuestra piel.

Por otra, si la mascarilla queda demasiado ajustada, puede ejercer una presión excesiva sobre la piel o, si queda holgada y al hablar se mueve, originar lesiones debido a la fricción. En consecuencia, “el uso prolongado de la mascarilla puede producir rozaduras, desencadenar alergia a alguno de sus materiales o empeorar problemas de la piel previos, como sequedad, dermatitis seborreica, rosácea o ‘maskné’, como se conoce al acné provocado por este tipo de máscaras”, apunta Elizari.

Para prevenir los anteriores problemas, la experta recomienda “incluir en nuestra rutina precauciones como limpiar e hidratar bien la piel del rostro antes de ponernos y tras quitarnos la mascarilla, así como evitar el maquillaje, dentro de lo posible. Y quienes presentan patologías dermatológicas previas como el acné, deben cumplir estrictamente sus rutinas y tratamientos de cuidado. Por último, podemos intentar prevenir las rozaduras con la aplicación de una crema o un stick que actúe de barrera en las zonas donde nos roce o presione la mascarilla, como orejas, nariz o mejillas”.


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