• miércoles, 24 de abril de 2024
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SOCIEDAD

Personas con parálisis cerebral recogen fruta en la finca de prácticas agrícolas de la UPNA

Entre junio y septiembre, unas 80 personas con parálisis cerebral recogen fruta de esta instalación de más de 20 hectáreas de cultivos y zona ajardinada.

Personas con discapacidad de la Fundación Aspace Navarra Residencial. (EP).
Personas con discapacidad de la Fundación Aspace Navarra Residencial. (EP).

La Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos (ETSIA) de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha organizado visitas guiadas a los árboles frutales y viñedos de la Finca de Prácticas e Investigación Agrícola del campus de Arrosadia, en Pamplona, para personas con discapacidad de la Fundación Aspace Navarra Residencial.

Entre junio y septiembre, cerca de 80 personas con parálisis cerebral recogen fruta de esta instalación universitaria de más de 20 hectáreas de cultivos y zona ajardinada, gracias a la participación de más de cincuenta estudiantes voluntarios y de miembros de la ONG Ingeniería Sin Fronteras, que reciben formación previa de técnicos de Aspace.

Las visitas se organizan coincidiendo con la recogida de la cereza (junio), manzana, melocotón, pera y uva (septiembre). Los visitantes, además de recoger la fruta y saborearla en plena naturaleza, disfrutan de la zona ajardinada de la finca, donde crecen árboles (olmos de gran porte, arces y tilos), setos de boj con formas geométricas y una colección de 48 variedades de rosas.

A su regreso a los centros de Aspace, participan en un taller de cocina donde preparan, con la fruta recolectada, mermeladas, zumos o tartas. Esta entidad considera estas visitas como una actividad pedagógico-terapéutica que, además, brinda a estas personas oportunidades educativas y sociales.

En cada una de las tandas, participan unas veinte personas con discapacidad de los centros de Aspace Colegio de Educación Especial Virgen de Orreaga y el Centro de Día Ramón y Cajal (ambos, en Cizur Menor) y la Residencia Carmen Aldave de Pamplona, que van acompañadas por seis profesionales de esta entidad.

Como la gran mayoría de estas personas se desplazan en silla de ruedas, se precisa de la colaboración de voluntarios, cuyo apoyo es fundamental. Para ello, el Programa de Voluntariado de la Universidad, a cargo de la Unidad de Acción Social, se encarga de coordinar a los estudiantes voluntarios (entre quince y veinte cada jornada), la mayoría del Aula de la Experiencia, que les prestan el apoyo que las personas visitantes necesitan.

A ellos se suman los alumnos de la Universidad que forman parte de Ingeniería Sin Fronteras, sobre todo, los de las titulaciones del área de ingeniería agronómica, que actúan como guías y proporcionan información sobre los árboles frutales, los cultivos y las plantas, ha explicado la UPNA en un comunicado.

LABOR DE SERVICIO Y OPORTUNIDAD DE APRENDIZAJE

La labor de servicio que realizan estas personas voluntarias se complementa con una sesión formativa sobre parálisis cerebral y alteraciones afines en el Centro de Día Ramón y Cajal de Aspace, donde conocen de primera mano el programa educativo-asistencial y terapéutico que lleva a cabo esta organización.

La participación en esta actividad supone un complemento a la formación académica del alumnado de cualquier titulación, ya que les ofrece la oportunidad de conocer y tomar contacto directo con las personas con discapacidad, identificar y tomar conciencia de las necesidades específicas que tienen y que deberán tener en cuenta en el ejercicio de cualquier profesión (diseño de aplicaciones, espacios, productos y servicios) y en diversos ámbitos (educativo, social, jurídico).

"Con estas actividades, la Finca de Prácticas e Investigación Agrícola se abre a otros fines, más allá de la investigación y la docencia, con los que contribuye, en su labor de servicio, a la sociedad navarra y, muy en concreto, a las personas con discapacidad", afirma Silvia Arazuri Garín, directora de la ETSIA.

De hecho, este centro de la UPNA realiza más actividades de compromiso social, como la experiencia de aprendizaje servicio por la que, durante los meses de abril y mayo, ha estado abasteciendo semanalmente de hortalizas al comedor social París 365 de Pamplona.

Este proyecto solidario se ha utilizado como metodología educativa de dos asignaturas de tercer curso del grado de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural, ambas impartidas por Inmaculada Farran Blanch, profesora de Producción Vegetal. Esta experiencia de aprendizaje servicio ha sido una de las metodologías docentes valoradas por la agencia de acreditación independiente que ha concedido al grado de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural de la UPNA el certificado europeo de calidad para ingenierías denominado Sello EUR-ACE.


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