• viernes, 29 de marzo de 2024
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SOCIEDAD

Pamplona destina tres millones de euros para ayudar a unidades familiares con factores de riesgo

La idea es trabajar de forma integral sobre el entramado de relaciones familiares inadecuadas y atender en sus domicilios a los menores.

Un grupo de menores sentados en un banco. ARCHIVO

El Ayuntamiento de Pamplona destinará hasta 2024, más de 3 millones de euros para la gestión del servicio municipal de intervención familiar (SIF), un servicio preventivo que, tras la correspondiente licitación pública, le ha sido adjudicado a la cooperativa Kamira. El programa se enmarca dentro del I Plan municipal de atención a la infancia y adolescencia.

Esta mañana la Junta de Gobierno Local ha aprobado destinar anualmente un importe máximo de 663.134 euros (exento de IVA) a esta actividad del ámbito de la promoción, atención y protección de la población infantil de la ciudad. En concreto la cantidad aprobada para el periodo del 1 de agosto al 31 de diciembre de 2020, se ha establecido en 276.306 euros (exento de IVA).

El servicio de intervención familiar se centra en atender en sus domicilios a los menores que propone el Equipo de Atención a la Infancia en Dificultad Social (E.A.I.A.) del Ayuntamiento por presentar varios factores de riesgo, aunque moderadas.

Así, como metodología de trabajo directo, se interviene en el espacio familiar para eliminar o disminuir los indicadores de desprotección en los niños, niñas y adolescentes.

En 2019, el trabajo del SIF ha intervenido con 95 familias. Este servicio municipal tiene una larga trayectoria, ya que se comenzó como experiencia piloto en 2003, inicialmente en los barrios de Txantrea, Rochapea, San Jorge y Casco Antiguo, para extenderse al resto de la ciudad en 2006. En los últimos cinco años la cifra más elevada de atenciones se registró en el año 2016, con 148 familias intervenidas.

REPARAR RELACIONES, GENERAR HABILIDADES

El SIF está destinado a población infantil y adolescente de 0 a 18 años, pero también ayuda a los progenitores y tutores legales porque la idea es trabajar de forma integral sobre el entramado de relaciones familiares inadecuadas para modificarlo y reducir las situaciones de desprotección infantil.

De esta forma la actuación especializada evita la separación de menor y familia o, si esta ya se ha producido, se rehabilita a la familia para que críe y cuide de forma adecuada, permitiendo que vuelvan los menores al hogar, desde el centro o familia de acogida donde se encuentren. La intervención con cada familia se establece, en general, entre 4 y 7 horas semanales y de 18 a 24 meses, aunque se adapta a cada caso.

Los profesionales del programa establecen con la unidad familiar planes de trabajo personalizados para mejorar las competencias de los adultos de forma que sean capaces de afrontar las necesidades básicas de sus hijos e hijas, tantos las emocionales, como las cognitivas y sociales.

Los menores que se benefician de la intervención tienen perfiles con serios síntomas de desadaptación personal, social y escolar que hacen pensar en la existencia de un riesgo de desarrollo de conductas disruptivas.

Las unidades familiares se consideran con factores de riesgo: problemas graves de salud mental, falta de apoyo familiar, presencia de violencia de género, separaciones o reconstituciones problemáticas o, incluso, familias que han estado en el programa y a las que se suma un nuevo menor.


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