• viernes, 29 de marzo de 2024
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SALUD

Óscar, el albañil navarro con el primer corazón artificial: “No lo pensé dos veces, era consciente de mi gravedad”

El primer paciente de España con un corazón artificial relata su lucha contra la enfermedad mientras espera recibir el alta médica.

El paciente Óscar L. E., navarro de 47 años, pasó las tres primeras semanas de septiembre conectado a una bomba extracorpórea para conseguir rehabilitar su estado de salud y poder encarar así la intervención para implantarle un corazón artificial, el primero que se implanta en España. El pasado 21 de septiembre pudo entrar en quirófano y salir de él con un dispositivo SynCardia que late en lugar de su corazón.

“Hasta mi enfermedad cardiaca, yo había sido una persona muy activa. Pero a raíz del deterioro de mi corazón llegó a resultarme imposible hacer el más mínimo esfuerzo. Esto me produjo un gran bajón anímico. Pero ahora me voy viendo mejor día a día”, recuerda desde su habitación de la Clínica.

El paciente relata cómo pasó largas temporadas en las que “no podía ni dormir. Me echaba en la cama y sentía que me ahogaba porque mi corazón no tenía fuerza. He llegado a permanecer hasta 15 días sin dormir mirando por la ventana de mi habitación”. Un problema que ahora ya está superado.

TUVO QUE ACABAR VIVIENDO PRÁCTICAMENTE EN EL HOSPITAL

Dos meses después de la intervención, el primer paciente de España al que se le ha implantado con éxito un corazón artificial completo asegura que, a pesar de seguir hospitalizado, ha mejorado muchísimo respecto a su situación previa a la operación: “Antes casi no podía ni atarme los cordones de los zapatos. Hace un año empecé teniendo que ingresar una semana de cada cinco, pero acabé este año ingresando cuatro semanas y pasando sólo una en casa”, recuerda.

Tal circunstancia se prolongó hasta agosto de este año, momento en el que acudió a la consulta debido al deterioro físico que sentía. “Y ya no salí. Tenía muy bajos los niveles de potasio, entre otros… Me dijeron que tenía que quedarme ingresado para estabilizarme esos niveles que tenía descompensados. Y hasta ahora”.

Al observar la precariedad de su estado físico, “el equipo de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra, los doctores Gavira y Rábago, me plantearon la posibilidad de colocarme un corazón artificial. Y no me lo pensé dos veces porque era consciente de la gravedad de mi estado. Realmente no tenía otra opción porque mis órganos se estaban deteriorando mucho y ni siquiera podía salir de la Clínica para volver a casa. Así que accedí enseguida. Una semana después ya estaba en el quirófano”, recuerda el paciente.

UNA MOCHILA LE PERMITE VOLVER A MOVERSE SIN PROBLEMAS

Hace tres semanas recibió otra buena noticia en este duro pero esperanzador trayecto de su recuperación. Llegó desde Berlín la consola portátil que lleva el dispositivo regulador del corazón artificial y las baterías para su funcionamiento. Con ella puede trasladarse sin problemas de un lugar a otro portándola en una mochila. Hasta entonces permanecía conectado a una consola de gran tamaño a la espera de la portátil.

Óscar ha empezado ya a utilizar la mochila con este dispositivo de control para sus desplazamientos más cercanos por los pasillos de la Clínica. Día a día, el paciente navarro progresa en la distancia de sus trayectos, en la fortaleza de sus piernas y, en definitiva, en la de su estado físico general.

Hoy afronta una nueva etapa, la de volver a su casa y desenvolverse con normalidad en su municipio, en los paseos por el entorno y en  las visitas a sus vecinos.


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