"Optamos por la organización de espacios de contrapoder popular para suplir nuestras propias necesidades", declaran en un comunicado.
El colectivo que ocupa de manera ilegal el palacio del Marqués de Rozalejo en Pamplona ha decidido suspender el diálogo con EH Bildu y quedarse en el inmueble, descartando así la propuesta lanzada por los abertzales para que salieran del palacio a cambio de que se les cediera de forma gratuita otro edificio municipal. Concretamente, el Oscus, el antiguo centro cívico de Navarrería.
La formación del alcalde Joseba Asirón daba por cerrado ese acuerdo con los delincuentes, pero estos han indicado a través de un comunicado que dan por cerrado el diálogo con Bildu.
Según sus palabras, no han podido llegar a un acuerdo, "no porque tengamos posturas contrarias, sino porque tenemos dos maneras de entender las cosas, tenemos dos modelos distintos". "Nuestro proyecto tiene como eje central la autogestión, hacemos trabajo político desde la base, construyendo entre todos proyectos y alternativas que respondan a la situación del Casco Viejo. Por todo ello, aunque al principio mostramos predisposición a trasladarnos, hemos tomado la determinación de quedarnos", han remarcado.
Como se recuerda, los okupas fueron desalojados del palacio del Marqués de Rozalejo en el pasado mes de agosto, pero acto seguido, volvieron a ocupar de manera ilegal el edificio, al haberse retirado los agentes de policía que custodiaban la entrada. Después se supo que el Gobierno de Uxue Barkos había reclamado al juez que suspendiera la orden de desalojo, tolerando por parte que los okupas volvieran a entrar en el inmueble.
El diálogo con EH Bildu comenzó el 1 de septiembre y lo hizo, en opinión de los okupas, "con un ritmo condicionado por el desalojo", que motivó también que tomaran "caminos precipitados, haciendo que avanzáramos en un proceso sin tener una opinión consensuada". "Todo esto -remarcan- estando enturbiado por el proceso judicial, a pesar de haber dicho en repetidas ocasiones que no entraríamos a dialogar estando el proceso judicial abierto".
Los okupas exponen que el Casco Viejo de la capital navarra vive "un proceso de gentrificación brutal, en el que los vecinos nos estamos viendo obligados a abandonar el barrio, debido al encarecimiento desorbitado de los alquileres, la privatización del espacio público, así como la proliferación de negocios de hostelería que perturban el normal desarrollo de la convivencia vecinal".
"PARA SUPLIR NUESTRAS NECESIDADES"
Ante esta situación, consideran correcto acceder de manera ilegal a un edificio propiedad de todos los habitantes de Pamplona para usarlo para su propio disfrute y realizar, entre otras cosas, homenajes a terroristas de ETA, una actitud defendida por Bildu.
"Consideramos que la forma de combatir esta problemática y construir otro modelo de barrio no pasa por articular espacios que estén bajo la atenta mirada y limitación de unas leyes pensadas para mantener y perpetuar un orden político y económico injusto, sino que optamos por la construcción y organización de espacios de contrapoder popular donde podamos trabajar en conjunto, sin cortapisa alguna, para suplir nuestras propias necesidades".
Para justificar su decisión de cerrar la puerta al diálogo con el partido de Asirón, aducen que establecieron "una serie de lineas rojas al inicio del proceso de diálogo, para garantizar el carácter popular del futuro espacio, lineas rojas que fueron paulatinamente desdibujadas".
La conclusión de su comunicado indica que no entienden que haya prioridades de la sociedad navarra que puedan estar por encima de sus propias prioridades en esta okupación ilegal: "No podemos entender como después de 20 años de abandono institucional, ahora que tiene un proyecto detrás, se priorice la situación del edificio a otras prioridades que demanda la sociedad navarra".
BILDU LAMENTA LA ACTITUD DE LOS OKUPAS
EH Bildu ha mostrado su preocupación ante la decisión del colectivo que mantiene okupado el palacio del Marqués de Rozalejo, que ha afirmado "que abandona el acuerdo alcanzado tras una larga fase de negociación".
La coalición ha destacado que tomó en consideración la petición realizada tanto por parte de los okupas como "por parte de algunos vecinos del barrio de abrir un marco de diálogo, y como consecuencia, iniciamos un proceso de negociación para buscar una solución".
"El acuerdo alcanzado permitía el desarrollo de ese proyecto, superando la inestable situación y garantizando un proyecto de gaztetxe para el barrio", ha asegurado la formación, que ha considerado que "la solución debe ser construida sobre el diálogo y la negociación".
