La propuesta del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Navarra surge debido a la adquisición masiva que se ha producido de piscinas portátiles dadas las restricciones sanitarias y de ocio provocadas por el coronavirus.
En ese contexto, el colegio profesional advierte que terrazas, azoteas y balcones “no están dimensionadas para soportar las sobrecargas de las piscinas prefabricadas”. Así, por ejemplo, una piscina representa una carga de 100 kg/m2 por cada 10 centímetros de profundidad. Por este motivo, es necesario establecer límites o, en su defecto, disponer de las medidas de refuerzo que pudieran ser necesarias.
Además del riesgo de colapso de la estructura por sobrecarga, se debe tener en cuenta que el uso de este tipo de elementos de ocio puede generar deformaciones en los elementos constructivos. De este modo, exponer pavimentos o láminas de impermeabilización a un sobrepeso excesivo, no previsto y duradero en el tiempo podría derivar en futuros problemas de filtraciones y humedades en las viviendas situadas justo debajo de la piscina.
Por todo ello, desde el Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Navarra queremos incidir en que, para que el proceso de instalación de este tipo de piscinas sea el más adecuado, se debe contar con el asesoramiento y las recomendaciones de profesionales y expertos contrastados en edificación.
El colegio de Aparejadores de Navarra es una institución que tiene como principal objetivo representar y defender la profesión de la Arquitectura Técnica en Navarra para lo que entre sus funciones está velar un óptimo servicio de los aparejadores y arquitectos técnicos a la sociedad a la que sirven. En Navarra hay más de 800 profesionales colegiados.
