En algunos tramos de la obra se trabaja en equipos que abarcan la totalidad del día, de lunes a sábado.
Las obras de adecuación y mejora de la seguridad en los túneles de Belate y Almandoz avanzan según los plazos de ejecución previstos y se espera que estén disponibles al tráfico de vehículos el próximo otoño, según ha explicado este viernes el vicepresidente de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, tras la visita realizada a estas infraestructuras.
El personal técnico de la Dirección General de Obras Públicas valora los dos primeros meses de ejecución de los trabajos como superiores al rendimiento previsto. Si bien, dada la complejidad técnica de algunas de las tareas pendientes de realizar, impide la concreción de una fecha para la apertura de los túneles.
Consciente en todo momento de las molestias ocasionadas a los usuarios que transitan por la N-121-A, el Gobierno de Navarra ha asegurado que se han adoptado todas las medidas a su alcance para que el cierre de los túneles de Belate y Almandoz tenga la menor duración posible.
Así, durante dos primeros meses desde el inicio de las obras, el 4 de junio, en la ejecución de dos nuevos apartaderos de Belate se ha trabajado en tres turnos las 24 horas de lunes a sábado por la mañana.
En el resto de unidades de la obra los operarios trabajan en dos turnos de 6 a 22 horas, llegando a puntas de 60 trabajadores realizando labores en el interior de los túneles, lo que ha llevado a extremar la coordinación de las tareas por razones de seguridad y eficiencia.
El plazo inicial para la ejecución simultánea de los tres proyectos de que constan las obras de adecuación se estableció en 7 meses.
En este momento, según la información facilitada por el Ejecutivo foral, la actuación para crear dos nuevos apeaderos en el tunel de Belate se encuentra realizada en un 75 % tras haberse hecho la excavación y el sostenimientos. En estos momentos, se está colocando una lámina de impermeabilización.
Además, el nuevo sistema de drenaje para la evacuación de líquidos tóxico se encuentra al 80 % de su ejecución y la sustitución del cableado, la parte más retrasada, alcanza el cuarto de la obra definitiva.
Por su parte, en el tunel de Almándoz, el drenaje de líquidos tóxicos está ejecutado en un 80 % y la sustitución del cableado se encuentra a la mitad.
La única parte de la obra que está terminada es la colocación de las denominadas espinas de pez para drenar la zona de surgencia de aguas.
