• jueves, 25 de abril de 2024
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SOCIEDAD

Un monolito contra el olvido: la historia de los 500 navarros que fueron internados en el campo de concentración de Gurs

Las víctimas fueron conducidas entre 1939 y 1945 a este lugar, próximo a la localidad francesa de Santa María de Oloron, donde se les ha rendido homenaje.

Uxue Barkos y Ainhoa Aznárez descubren el monolito en homenaje a los 500 navarros que fueron recluidos en el campo de concentración de Gurs.
Uxue Barkos y Ainhoa Aznárez descubren el monolito en homenaje a los 500 navarros que fueron recluidos en el campo de concentración de Gurs.

Entre 1939 y 1945, medio millar de navarros fueron conducidos a uno de los 'hogares del horror' de la Segunda Guerra Mundial, el campo de concentración de Gurs. En este lugar, próximo a la localidad francesa de Santa María de Oloron, vivieron un auténtico calvario que no debe olvidarse. Por eso, en memoria de estas víctimas, este sábado de ha inaugurado un monolito que deja constancia de la presencia navarra en uno de los más negros episodios de la Historia.

La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, ha sido quien ha presidido el acto, al que han asistido también los consejeros Isabel Elizalde, Ana Herrera, Fernando Domínguez, María Solana y Ana Ollo.

También han participado cerca de 400 familiares, junto con la presidenta del Parlamento Ainhoa Aznarez y el presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos, Pablo Azcona. También ha acudido una delegación socialista, encabezada por Fabricio de Potestad.

Los socialistas señalan que" en la memoria, la justicia y la reparación estarán siempre", y que es preciso "reconocer pero también visibilizar una realidad que ni puede ni debe ser silenciada".

Además, han reiterado su "compromiso" con "la convivencia y con la Memoria Histórica, y con seguir trabajando en esta materia con la convicción de quienes han defendido siempre, incluso con su vida, la libertad, la democracia, el respeto a las ideas y la justicia".

A todos ellos, se han sumado diversas autoridades, así como un importante número de personas que se han desplazado hasta la localidad francesa en respuesta a la convocatoria del Gobierno y de las asociaciones memorialistas. 

"ENORMES CICATRICES"

"El monumento que inauguramos –ha destacado Barkos– pretende fijar un recuerdo permanente de los 500 navarros y navarras que pasaron por este campo de Gurs. 500 personas que, en julio de 1936, vivieron en primera persona la persecución y la represión que asolaron Navarra. No todos consiguieron ponerse a salvo. Más de 3.000 fueron asesinados en nuestras tierras. Otras muchas personas fueron encarceladas, depuradas, humilladas, en una terrible represión que produjo enormes cicatrices en nuestra sociedad. Este dolor fue silenciado durante muchos, demasiados años, en un tiempo de olvido y desmemoria que no hizo sino acentuar el desamparo que durante décadas habéis vivido los familiares y allegados".

Barkos ha reafirmado ante los asistentes el compromiso de su gobierno en la "defensa de la paz y la convivencia y los derechos humanos", desde el r"espeto a la pluralidad y desde la promoción de una cultura de paz": "Ese es también el compromiso que simboliza el monolito que vamos a inaugurar: una Navarra en la que todos y todas nos sintamos en casa, también quienes ahora, como consecuencia de aquello, vivís lejos. Y concluyo: memoria para reconocer y reparar; memoria para convivir; memoria para respetar; memoria para no caer en el olvido; memoria para que aquellos trágicos acontecimientos no vuelvan a repetirse."

OFRENDA DE CLAVELES

El alcalde de Gurs, Michel Forcade, ha dirigido unas palabras de bienvenida a las y los asistentes, en las que ha subrayado que "es un placer y un gran honor recibir a las autoridades navarras en nuestro pequeño pueblo, pequeño en tamaño pero importante en cuanto a la memoria histórica porque acogió el tercer centro de Francia de deportación". Ha añadido que "hay que transmitir a las generaciones futuras este periodo difícil de nuestra historia" y en este sentido, ha indicado que la inauguración del monolito es un poderoso acto para llevar hasta Navarra la memoria de unas personas que no habían tenido hasta ahora el reconocimiento que merecían.

Posteriormente, Raimond Villalba, presidente de la Asociación Terres de Mémoire(s) et de Luttes, ha afirmado en su alocución que "para nuestra asociación es un momento muy importante ver reunida a tanta gente después de tantos años de lucha para sacar del olvido este campo", donde también estuvo internado su padre. "Aquí podemos ver lo que sufrieron los republicanos españoles que llegaron a este lugar donde había 382 barracones rodeados de alambradas, hombres y mujeres con tantos valores que, tras combatir el fascismo en España, vivieron en Gurs en tan penosas condiciones". Asimismo ha recordado a quienes liberaron Francia durante el gobierno de Vichy, "porque no fueron los americanos ni los ingleses, sino los guerrilleros españoles, los que vinieron a luchar en la Francia ocupada y que hoy han dejado ser olvidados por la historia".

Dos representantes de familiares y compañeros de personas internadas en el campo, Anita Fernandino y Maribel Sembroiz, han dirigido también unas palabras al público dedicadas a rememorar la memoria de sus allegados internados en Gurs.

Anita Fernandino ha dicho que su padre y su tío lucharon contra el fascismo nazi, fueron internados en el campo de Gurs y vivieron el exilio "que es una segunda muerte, es una cosa tremenda, le hizo mucho daño a mi padre y a muchísimas personas, y todavía está haciendo daño a las personas que se ven obligadas a abandonar su país por razones políticas".

Por su parte, Maribel Sembroiz, hija de Félix Sembroiz Armendáriz, que llegó a Gurs en 1940 tras pasar por otros dos campos de concentración, dijo que a su padre le marcó el hambre y las penosas condiciones de vida, pero también disfrutó de la solidaridad de grandes amigos. "Los de Olite y pueblos de alrededor se unieron a los del barracón vasco entre los que había personas con estudios que enseñaban a leer, escribir, cuentas y francés. Mi padre no necesitó lecciones para leer y escribir, y en cuanto al francés no le interesaba: ¿para qué?, decía, ¡si en cuatro días iba a volver a casa! Pero hasta principios de 1976 no pisó Olite".

 ACTO POR LA MEMORIA

El acto de homenaje a los aproximadamente 500 navarros y navarras que, huyendo de la violencia y la injusticia del franquismo, fueron internados en el campo de Gurs, ha tenido carácter público y abierto a cuantos han querido acercarse a compartir con las familias y con las instituciones de Navarra la memoria de aquellos acontecimientos.

Los asistentes se han congregado a las 11 de la mañana en la pradera del campo de concentración, donde se ha inaugurado el monolito que recordará la presencia de Navarra en el campo de Gurs, inauguración que ha dado lugar a discursos de los representantes institucionales y familiares, reivindicando la importancia de la memoria de aquellos acontecimientos y el compromiso firme con la libertad y la convivencia.

Finalmente, la presidenta Barkos ha cerrado el turno de intervenciones, procediéndose luego al descubrimiento e inauguración del monumento que guardará la memoria de los navarros republicanos en Gurs, al ondeo de la bandera de Navarra por parte del dantzari Joseba Lorenzo, y a una ofrenda floral de claveles rojos ante el monumento, por parte de los representantes institucionales y las personas asistentes.

El acto, conducido por el periodista Joseba Olagarai ha contado con diversas interpretaciones musicales a cargo de la banda de gaiteros Haizaldi, y de Jon Galdós y Patxi Quel, al frente del fondo musical de txalapara y cuerno.

HUIR DE LA REPRESIÓN

El campo de Gurs nació en 1939 como campo de refugiados para albergar a cuatro grupos de personas diferentes que huían de la represión del franquismo. Uno de los grupos más numerosos era el de vascos y navarros que fueron trasladados desde Argeles a Gurs.

El segundo estaba integrado por miembros de las Brigadas Internacionales procedentes de diversos países que, dado el contexto político o económico, no podían regresar a sus lugares de origen. El tercero era el conocido como de los aviadores, conformado, en realidad, por técnicos del ejército republicano. Y había un cuarto grupo, menos numeroso, compuesto por personas procedentes de distintos lugares de España. En total, más de 18.000 personas estaban internadas en Gurs en la primavera del año 39.

A partir de la ocupación alemana de Francia, en 1940, bajo el mando del régimen de Vichy, el campo pasó a ser, en realidad, un campo de concentración orientado, sobre todo, a recluir en él a judíos de distintos puntos de Europa, pero también a disidentes políticos y otras minorías como la gitana, homosexuales, etc… En esta segunda época también estuvieron recluidos en Gurs republicanos españoles.

Algunos trabajos de investigación, además del contacto directo del propio Gobierno con las familias, han confirmado el origen navarro de al menos 435 personas que pasaron por el campo de Gurs. Entre ellos y ellas, había ugetistas (el grupo más numeroso), afiliados a la CNT, comunistas, socialistas, miembros del PNV, de Izquierda Republicana o de Acción Nacionalista Vasca, o personas sin afiliación política conocida. Todos ellos huyeron de la represión franquista a través de los Pirineos y no fueron pocos los que nunca regresaron y se vieron obligados a vivir en el exilio, en Francia, o, incluso, a un segundo exilio en tierras americanas.


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