• viernes, 29 de marzo de 2024
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SOCIEDAD

Navarrabiomed y Adacen plantean que Navarra diseñe una estrategia para abordar los ictus

El Gobierno de Navarra resalta el “arraigo social de la entidad, que es para la sociedad navarra algo más que una entidad deportiva”.

Navarrabiomed y Adacen plantean en el Parlamento foral que Navarra diseñe una estrategia propia para el abordaje del ictus. NAVARRABIOMED
Navarrabiomed y Adacen plantean en el Parlamento foral que Navarra diseñe una estrategia propia para el abordaje del ictus. NAVARRABIOMED

El centro de investigación biomédica Navarrabiomed y la Asociación de Daño Cerebral de Navarra (Adacen) han planteado este miércoles al Parlamento foral que la Comunidad foral disponga de una estrategia propia para mejorar el abordaje del ictus y que dicha estrategia se contemple en el futuro Plan de Salud de Navarra que, en su opinión, debería considerar esta dolencia de forma autónoma y diferenciada.

Navarrabiomed y Adacen han presentado a la Comisión de Salud del Parlamento una hoja de ruta para la atención al ictus que ha sido elaborada por ambas entidades en el marco del proyecto europeo ICTUSnet.

"Reducir la incidencia del ictus y la probabilidad de que surjan discapacidades de larga duración es una necesidad importante en Europa y una cuestión urgente que hay que abordar", han señalado. Para lograrlo, consideran que "es imprescindible el trabajo conjunto de todas las partes implicadas".

Por ello, Navarrabiomed y Adacen han elaborado la mencionada hoja de ruta de atención a esta enfermedad, que ha sido presentada en el Parlamento por María Herrera Isasi, neuróloga de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Navarra (HUN) y coordinadora del proyecto ICTUSnet en Navarra desde Navarrabiomed, y José Luis Herrera Zubeldía y Andrés Ilundáin Esquíroz, presidente y director de la Asociación de Daño Cerebral de Navarra (Adacen), respectivamente.

El documento está dirigido a las autoridades sanitarias y responsables políticos europeos y reúne recomendaciones, alineadas con el Plan de Acción Europeo, para mejorar la atención del ictus.

El ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres en España y provoca cinco veces más muertes que las causadas por cáncer de mama y de próstata. En Europa, 780.000 personas sufren cada año un ictus, provocando algún tipo de discapacidad a cerca de 500.000. De hecho, el ictus es la primera causa de discapacidad a escala mundial.

La hoja de ruta incluye diez necesidades que han sido detalladas por María Herrera Isasi. La primera establece que "el ictus debe ser una prioridad sanitaria y necesita la implicación de los gobiernos y el consenso europeo" y para ello considera necesario invertir más recursos y desarrollar medidas conjuntas en base al Plan Europeo sobre el Ictus.

El segundo punto demanda una estrategia integrada de organización y colaboración que abarque toda la cadena asistencial fomentando la cooperación entre los grupos interesados, incluidos los representantes de la salud pública, la gestión sanitaria, las urgencias, la atención primaria, la atención especializada y los servicios sociales, así como las asociaciones de pacientes.

La tercera recomendación señala la necesidad de un modelo de atención "centrado en la persona" que se base en decisiones clínicas compartidas y en una comunicación efectiva.

El cuarto punto de la hoja de ruta señala que "el ictus de puede prevenir, tiene distintos factores de riesgo" y establece una serie de recomendaciones para mejorar el conocimiento de la población y fomentar su prevención.

El hecho de que esta enfermedad es tiempo-dependiente, es decir, cuanto más pronto sea su atención mejor es el pronóstico para la persona afectada, es el centro de las recomendaciones del quinto punto. Para minimizar sus efectos, es imprescindible, han señalado Navarrabiomed y Adacen, "ampliar el conocimiento de la población sobre sus síntomas y mejorar las vías de emergencia contando con un equipo regional multidisciplinar de código de ictus", entre otras medidas que también se señalan en el documento.

El siguiente punto señala que "el ictus exige una atención continua e integrada y un proceso de rehabilitación: la discapacidad puede reducirse". Para ello, han destacado, hay que introducir algunas mejoras en la Plan Regional de Ictus con el fin de mejorar la rehabilitación y garantizar una atención continua e integrada a lo largo de todo el itinerario involucrando a pacientes y personas cuidadoras a través de las asociaciones de pacientes y organizaciones de apoyo al ictus.

"La vida después del ictus continua y los supervivientes tienen necesidades sanitarias y sociales específicas", dice la hoja de ruta en séptimo lugar. Entre las recomendaciones expuestas, destaca la necesidad de contar con una sección específica en el Plan Regional de atención al ictus que aborde la vida después del ictus, la salud a largo plazo y el apoyo social para los supervivientes de los mismos.

Navarrabiomed y Adacen han apuntado también que la recogida sistemática y estandarizada de los datos que genera el ictus a lo largo de todo el proceso es imprescindible para mejorar su atención. Por eso la principal recomendación de la octava necesidad del documento es mantener infraestructuras de datos que apoyen el enfoque sistemático y la evaluación de la atención y que puedan ser compartidas con otros registros de ictus.

En el penúltimo punto se destaca que las organizaciones de atención al ictus deben evaluar, auditar y difundir los resultados sanitarios para mejorar.

Finalmente, el décimo punto de la hoja de ruta establece que el ictus necesita innovación e investigación en su gestión y atención, por lo que es conveniente habilitar la transformación digital, innovar en la atención y la comunicación y fomentar la investigación sobre la atención basada en la experiencia de los pacientes.


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