El Sistema de Gestión de Aceites Industriales Usados de España (SIGAUS) recogió 3 millones de litros en Navarra durante 2018, en un total de 1.216 puntos distintos, con lo que se logró retornar al mercado más de 1 millón de litros de nuevos lubricantes y ahorrar 4.500 toneladas de CO2.
Así lo ha anunciado SIGAUS en una nota, en la que respalda el "buen modelo" del que dispone Navarra para minimizar la generación de residuos y reintroducir los que se produzcan en nuevas cadenas productivas, como es el caso del caso del aceite industrial usado.
En 2018 en la Comunidad Foral de Navarra se recogieron 5.124 toneladas brutas (incluyendo el agua y sedimentos con los que el aceite usado suele presentarse), lo que equivale a 21 toneladas cada día laborable del año.
Esta recogida exige un sistema logístico que llegue a todos los rincones en los que se produce una gota de aceite usado, ya que la amplia diversidad de usos del aceite industrial provoca que la generación de su residuo sea extremadamente fragmentada y dispersa en todo el territorio.
En la Comunidad Foral de Navarra 1.216 establecimientos generaron aceites usados en 2018, de los que el 78 % generaron pequeñas cantidades de aceite usado (un máximo de 2.000 kilos al año).
Por tipologías, el 45 % de puntos generadores fueron talleres de reparación de vehículos. Junto a ellos, se recogió residuo en 309 industrias y varios miles más de instalaciones de diverso tipo, desde construcción a agricultura, hostelería u otros servicios.
En total, se realizaron 2.542 recogidas (10 recogidas cada día laborable del año), siendo la más frecuente de apenas 695 kilos (aproximadamente tres bidones y medio de aceite usado).
En cuanto a la dispersión territorial, fue necesario recoger aceite usado en 155 municipios navarros (que abarcan el 96 % de la población), incluyendo 120 municipios ubicados en el medio rural, en los que el sistema de recogida articulado por SIGAUS contribuye a la protección del entorno en esas zonas de mayor despoblación, prestando un servicio de valor para el tejido económico local.
La atomizada generación de aceite usado fue tal que se hizo necesaria la recogida de 558 toneladas de este residuo peligroso en 189 establecimientos situados en zonas desfavorecidas de montaña, cuya altitud y pendiente conlleva importantes limitaciones a la actividad agraria y, con ella, al mantenimiento de estas poblaciones.
Una vez recogido, mediante una flota de camiones cisterna de diverso tamaño, el aceite usado se traslada a instalaciones especializadas para su análisis y tratamiento. En concreto, son 7 las instalaciones de recogida, almacenamiento y tratamiento ubicadas en Navarra que participan contractualmente con SIGAUS.
La cantidad de aceite usado neto finalmente gestionado y valorizado por parte de SIGAUS en Navarra fue de 2,8 millones de litros, de los que un 60 % se destinó a regeneración, el tratamiento prioritario que permite extraer aceites base, que son el componente fundamental en la fabricación de nuevos lubricantes, que pueden llegar a tener características similares a los de primer refino.
Así, con el aceite usado recuperado en Navarra se pudo retornar al mercado 1,1 millones de litros de nuevos lubricantes. Además de materias primas, la regeneración es un proceso con importantes beneficios en cuanto a la lucha contra el cambio climático, y gracias a la gestión en la Comunidad Foral se evitó emitir a la atmósfera 4.545 toneladas de CO2.
El segundo posible tratamiento para el aceite usado es su descontaminación para fabricar combustible de uso industrial, evitando con ello la utilización de otros combustibles tradicionales como el fuel óleo. Gracias a ello se obtuvo una energía equivalente a 11 GWh, similar a la consumida en usos eléctricos por 3.097 hogares.
