UGT denuncia que el colectivo es uno de los más castigados de la crisis por la caída del sector de la construcción.
De los 27.100 empleos que se han destruido en Navarra desde el año 2010, año que registró la mayor ocupación de mano de obra extranjera, 18.500 (el 68,3%) corresponden a trabajadores inmigrantes. Son algo más de dos de cada tres puestos de trabajo que han desaparecido en la Comunidad foral en los últimos seis años, según un informe elaborado por la UGT a partir de los datos de la EPA correspondientes al segundo trimestre de 2016.
Dicho informe concluye que ni siquiera el repunte registrado por el empleo en Navarra durante los años 2014 y 2015 evitó que la población ocupada extranjera siguiera cayendo de manera ininterrumpida hasta mediados del presente año, que ha contabilizado un total de 19.800 ocupados procedentes de otros países.
Según UGT, la "pésima" evolución del empleo entre los trabajadores inmigrantes se ha amortiguado en los últimos doce meses en términos relativos, ya que, aunque han seguido perdiendo ocupados (200 menos que hace un año), lo han hecho en menor medida que la población ocupada total de Navarra, cuya caída ha sido de 8.700 personas, una cifra que rompe el cambio de tendencia registrado en 2014 y 2015, años en los que se habían recuperado 10.630 empleos de los 40.700 destruidos desde el inicio de la crisis en 2008.
LA CAÍDA DE LA CONSTRUCCIÓN
El informe de la UGT apunta a la caída de la actividad constructiva como uno de los elementos fundamentales en la pérdida de ocupación entre los trabajadores extranjeros, al ser el sector de la Construcción el principal demandante de mano de obra inmigrante.
De hecho, en los ocho años de crisis, la Construcción ha perdido en Navarra 24.200 ocupados, lo que representa el 66,5% del total de personas que ocupaba en el año 2008. En términos absolutos, dicho sector ha pasado entre junio de 2008 y junio de 2016 de 36.400 a 12.200 personas ocupadas.
Estos datos concuerdan con la evolución de las afiliaciones de trabajadores extranjeros a la Seguridad Social, que los ocho años de crisis ha perdido 11.436 afiliados de origen extranjero, concentrándose esta pérdida en el régimen general, con 12.345 afiliados menos, frente a los ligeros incrementos registrados en los regímenes de autónomos y empleados de hogar, con 571 y 524 afiliados más, respectivamente.
"Parece claro que el trabajo autónomo y el trabajo doméstico se han convertido en refugio de quienes se resisten a retornar a su país de origen tras perder su antiguo puesto de trabajo", explica UGT.
ALTA TASA DE PARO Y PÉRDIDA DE POBLACIÓN ACTIVA
En cuanto al desempleo, la población inmigrante sigue sufriendo un paro superior a la media de Navarra, con una tasa que se situaba a finales de junio pasado en el 30,33%, 17 puntos por encima de la media de Navarra, que es del 13,27%.
No obstante, la tasa de paro de los trabajadores inmigrantes ha descendido en los últimos doce meses 4,3 puntos, frente al aumento del desempleo en el conjunto de Navarra, cuya tasa se ha incrementado en 0,72 puntos, "pero ello responde fundamentalmente al descenso de la población activa, que ha sido mucho más acusada en el mismo periodo entre los extranjeros (-7,49%), que en el conjunto de Navarra (-2,42%)".
UGT ha explicado que los datos de este informe "reflejan con claridad que los trabajadores inmigrantes han sido, junto a los jóvenes y a las mujeres, uno de los colectivos más golpeados por la crisis y por las reformas laborales, como consecuencia de su mayor precariedad laboral y de su ocupación mayoritaria en un sector como la Construcción, doblemente castigado por la crisis económica general y por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria".
El sindicato ha reiterado la necesidad de negociar "un ambicioso acuerdo por la reactivación económica y el empleo de calidad, en el que la lucha contra las desigualdades que padecen los colectivos mencionados, que se han acentuado durante estos ocho últimos años, sea uno de sus ejes fundamentales".
En el caso del colectivo de trabajadores inmigrantes, "resulta imprescindible apostar por la recuperación de la actividad constructiva, impulsando la obra pública y la rehabilitación del parque de viviendas, pero, a la vez, reforzar la red de protección social, para atender a las personas desempleadas de larga duración, que han agotado las prestaciones y que suponen más de la mitad de los parados existentes en Navarra, buena parte de ellos trabajadores inmigrantes".
