La ingeniera agrónoma Olaia Urrutia ha introducido semillas de lino, chía o algas marinas en la alimentación de animales de raza navarra.
La utilización de pienso enriquecido con semillas de lino o chía y, sobre todo, con algas marinas en la dieta de los corderos de raza navarra produce una carne nutricionalmente más saludable, debido a un mayor contenido en determinados ácidos grasos esenciales omega-3.
Así lo ha constatado en su tesis doctoral, leída en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), la ingeniera agrónoma e investigadora navarra del IS-FOOD (Institute for Innovation & Sustainable Development in Food Chain), Olaia Urrutia Vera (Saldías, 1986).
“La carne de cordero es una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico y contiene micronutrientes como minerales, vitaminas y lípidos bioactivos o grasas", ha explicado Urrutia.
"También presenta una proporción considerable de ácidos grasos saturados y concentraciones variables de ácidos grasos ‘trans’. Además, es una de las fuentes con mayor concentración de ácido linoleico conjugado, un ácido graso esencial omega-6, que ha mostrado beneficios para la salud humana”, ha concretado.
Dado que las autoridades sanitarias recomiendan aumentar la ingesta de ácidos grasos esenciales omega-3, que no los produce el organismo humano sino que se adquieren a través de la dieta, su introducción en la alimentación animal es una vía que está siendo estudiada para mejorar los tipos de grasas presentes en la carne.
Por ello, Urrutia ha investigado la incorporación en la dieta de los corderos de raza navarra de materias primas ricas en omega-3 como las semillas de lino, chía o las microalgas marinas.
A lo largo de tres experimentos, la investigadora añadió en proporciones variables dichas materias primas en la alimentación de estos rumiantes frente a un grupo de control, que solo consumía un concentrado comercial a base de cebada y soja.
ATRIBUTOS DE LA CARNE
“La adición de lino o chía en la dieta de los corderos no ha originado variaciones en los rendimientos productivos, tampoco hubo cambios en la calidad sensorial y estabilidad oxidativa de la carne y atributos como el olor, el sabor, la terneza y la jugosidad fueron similares", ha señalado Urrutia, cuya tesis doctoral ha obtenido la calificación de sobresaliente 'cum laude'.
Por su parte, las algas han dado mejores resultados en la calidad nutricional de la carne. “La adición de lino, chía o algas ha promovido un perfil de ácidos grasos más saludable en la carne, debido al mayor contenido en ácidos grasos omega-3, aunque la inclusión de algas ha sido la estrategia que mejores resultados ha dado en este sentido”, ha concluido Urrutia.
