• jueves, 25 de abril de 2024
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SOCIEDAD

Las 13 maravillas naturales de Navarra para hacer excursiones sin salir de 'casa'

Navarra ofrece, de norte a sur, excelentes paisajes para disfrutar de excursiones durante este cierre perimetral que impide abandonar el territorio foral.

Las Bardenas Reales de Navarra y la Selva de Irati EFE FOTOMONTAJE
Las Bardenas Reales de Navarra y la Selva de Irati. FOTOMONTAJE

Nunca ha cabido tanto en tan poco. Del verdor de los montes del norte de Navarra al paisaje más desértico y casi lunar de las Bardenas Reales.

La Comunidad foral es tierra de diversidad. No es nada nuevo. Sin embargo, la situación propiciada desde hace más de un año por el coronavirus ha fomentado que los propios navarros busquen ahora, en su propio territorio, pequeños ‘oasis’ naturales para disfrutar sin salir de ‘casa’ y desconectar frente a la vorágine del día a día.

Hasta hace poco más de un año, muchos no dudaban en cruzar las fronteras de Navarra para buscar paisajes o espacios naturales que, sin ser conscientes, tenían muy cerca. Ahora todo a cambiado y los navarros ‘redescubren’ Navarra, una tierra que ofrece multitud de recursos.

Los cierres perimetrales impuestos por las diferentes comunidades junto a otras medidas restrictivas, como el toque de queda, han fomentado la búsqueda de estos lugares para disfrutar de ese tiempo que antes se invertía de una manera muy diferente en familia o con amigos.

Entre las diferentes propuestas, las actividades y excursiones al aire libre suponen uno de los mayores placeres (y seguros) que pueden realizarse en estos tiempos de pandemia de Covid-19 y, de eso, Navarra tiene mucho que ofrecer a través de sus 13 maravillas naturales.

 

FOZ DE LUMBIER

La foz de Lumbier se trata de un gran desfiladero (reserva natural desde 1987)  creado por la acción de las aguas del río Irati sobre la roca caliza a los pies del Pirineo navarro.

Millones de años han sido necesarios para la conformación de una de las gargantas más imponentes de la Comunidad foral y, a la vez, estrecha y pequeña ya que tan solo cuenta con 1.300 metros de longitud. Además, este espacio natural supone una oportunidad única de ver grandes rapaces, como los buitres leonados, y es morada de otra fauna como tejones o zorros.

Precisamente, esta foz puede ser recorrida a pie a través de un camino fácil, de unos 3 kilómetros, y que conforma la denominada vía verde la foz de Lumbier; lugar por el que discurría el primer tren eléctrico de España. El tren Irati comunicó las poblaciones de Pamplona y Sangüesa hasta 1955.

 

BARDENAS REALES

Estar en ‘Marte’ sin salir de Navarra. El Parque Natural de las Bardenas Reales constituye uno de los mayores atractivos de la Comunidad foral. Situado en la Ribera, muy cerca de Tudela, cuenta con unos 700 kilómetros de caminos y senderos para recorrer alguna de las tres partes en las que se divide a pie, bicicleta o, incluso, en coche.

La Bardena Blanca es por excelencia la que se lleva la mayoría de las fotos ya que en ella se encuentran las principales formaciones rocosas que representan a este espacio natural como son Pisquerra o el Castildetierra.

Sin desmerecer al resto, el parque natural también se compone del Plano, actualmente centrado en labores de cultivo, y la Bardena Negra, llamada así por el tono oscuro de la vegetación que contrasta con los claros del suelo y la más extensa con casi 2.000 hectáreas.

 

FOZ DE ARBAIUN

Otra foz que se lleva gran protagonismo en Navarra es la de Arbaiun, muy cerca de la Sierra de Leire y excavada por la acción del río Salazar durante millones de años.

Está compuesta por paredes verticales de hasta 300 metros y su extensión alcanza casi los 6 kilómetros. Uno de los mejores puntos para observar la belleza de este espacio natural es el mirador de Iso que, sobre las aguas del río Salazar y al margen de la carretera NA-178, ofrece un espectáculo visual para disfrutar de la naturaleza.

 

VALLE DEL RONCAL

Entre Francia y Huesca se encuentra este bello valle de Navarra que muestra, a golpe de tradiciones y localidades de película, uno de los rincones más bonitos de toda la Comunidad foral.

Está compuesto por siete pueblos consideradas las ‘joyas’ del valle: Burgui, Garde, Isaba, Uztárroz, Urzainqui, Roncal y Vidángoz.

 Todos ellos regados por el río Esca en cuyas aguas se celebran importantes actos como el descenso de las almadías o en sus inmediaciones importantes ritos ancestrales como el Tributo de las Tres Vacas.

 

PARQUE NATURAL DEL SEÑORÍO DE BÉRTIZ

Este parque, cuyos orígenes se encuentran a finales del siglo XIV, se encuentra en Oieregi y limita al norte con Echalar y al este con el valle de Baztan. No obstante, el espacio natural tal y como se conoce hoy se debe a los últimos propietarios (Pedro Ciga y Dorotea Fernández), que lo dotaron de gran esplendor y lo donaron al Gobierno de Navarra a finales de los años 40.

Dentro de este espacio natural se dan ‘cita’ hasta 120 especies de árboles y arbustos que discurren entre los senderos de este bosque atlántico que recoge muestras de gran parte del mundo.

Sin embargo, el jardín no es el único elemento que llama la atención del parque natural de Bértiz. Dentro de él resalta el Palacio de Ciga, con su espectacular mirador, y el Centro de Interpretación de la Naturaleza.

 

LARRA – BELAGUA

Este valle navarro supone uno de los enclaves naturales más visitados de la Comunidad foral para los amantes de las grandes montañas. Sus alturas oscilan entre los 1.100 metros y los 2.428 metros que tiene la cumbre más alta de Navarra, la Mesa de los Tres Reyes.

El valle de Larra – Belagua se encuentra en el Valle de Roncal y, en su interior, acoge la Reserva Natural de Larra con uno de los espacios más representativos del relieve kárstico de toda Europa.

Este espacio natural acoge algunos de los ‘picos’ más famosos de montaña como la anteriormente mencionada Mesa de los Tres Reyes, el monte Lakartxela y otras cimas quedan muy próximas como Acherito o el Anie.

 

CUEVAS DE URDAX

Se cree que estas grutas se formaron hace unos 14.000 años ante la erosión del río Urtxuma. La única manera de poder recorrer sus galerías es a través de las visitas guiadas que muestran las impresionantes estalactitas y estalagmitas creadas en esta cueva.

En el pasado, estos lugares fueron ‘hogar’ de contrabandistas, guerrilleros e incluso inquisidores y Brujas, según cuentan las leyendas de la zona.

Precisamente, la cueva de Ikaburu (única que puede visitarse) surge a pocos kilómetros del mar Cantábrico y a escasos minutos de la frontera de Dancharinea. Este espacio natural alberga uno de los yacimientos prehistóricos del paleolítico superior más importantes de Navarra.

 

VÍA VERDE DEL PLAZAOLA

La Vía Verde del Plazaola, con acceso desde Lekunberri, ha recuperado más de 50 kilómetros entre Pamplona y Andoain, por el trazado del primer tren que unió Pamplona con San Sebastián, entre los años 1914 y 1953.

La Vía Verde del Plazaola ofrece a los visitantes la posibilidad de conocer los hermosos paisajes del valle de Larráun o Leizarán. Inaugurada en el año 2000, une la localidad navarra de Latasa con la guipuzcoana de Andoain, siguiendo el trazado del desaparecido Plazaola.

El trayecto total de aquel ferrocarril tenía una longitud de 84 kilómetros (56 en Navarra y el resto en Gipúzcoa) y poseía dos estaciones en Pamplona y varias a lo largo del recorrido, de las que únicamente quedan 4: Latasa, Lecumberri, Uizi y Leiza.

El actual itinerario de la Vía Verde recorre 54 kilómetros entre bosques y prados: 32 de ellos por Navarra y 22 en Guipúzcoa.

 

NACEDERO DEL UREDERRA

El Nacedero del Urederra, situado en Baquedano (Estella), supone la salida natural del acuífero formado en el parque natural de Urbasa-Andia.

En la actualidad, se puede realizar un recorrido circular, de algo más de 6 kilómetros, para admirar algunas de las aguas más turquesas que pueden verse en la Comunidad foral.

 A través de un espeso bosque de hayas, las diferentes pozas se van sucediendo conformando un espectáculo natural y visual gracias al contraste del verdor de la vegetación con el color de agua.

 

SELVA DE IRATI

La Selva de Irati se trata del segundo hayedo-abetal mejor conservado y más extenso de Europa tras la Selva Negra, en Alemania.

Con sus 17.000 hectáreas situadas en el Pirineo oriental navarro, es uno de las mayores ‘joyas’ naturales de la Comunidad foral por su valor ecológico.

Además, existe una potente red de senderos señalizados de distintos niveles de dificultad y extensiones que llevarán al visitante hasta los diferentes rincones de este majestuoso bosque enclavado en Navarra y que supone un espectáculo en cada una de las estaciones del año.

 

CUEVA DE MENDUKILO

El concejo de Astiz, ubicado a escasos minutos de Lekunberri, acoge uno de los secretos más codiciados para los espeológogos. La accesible cueva de Mendukilo ofrece una de las mayores ‘salas’ subterráneas de la Comunidad foral con ‘La morada del dragón’.

Se trata de un espacio descomunal que en algunos puntos alcanza los 60 metros de largo y los 20 metros de altura. No es la única ya que, a través de una visita guiada, pueden visitarse otras dos estancias más.

La cueva de Mendukilo ha sido usada durante años como establo aunque ahora se encuentra completamente acondicionada con plataformas y un sistema multimedia de luces para las visitas, que tienen una duración de unos 40 minutos con expertos en estas cavidades.

 

SIERRA DE URBASA

El Parque Natural de Urbasa-Andía, localizado al oeste de Navarra, aúna las sierras de Urbasa y Andía. Este espacio de la naturaleza cuenta con importantes rutas de senderismo para poder disfrutar de estas montañas.

Asimismo, también se puede acudir a los diferentes miradores como el Balcón de Ubaba o el mirador de Lizarragada. Además, este lugar cuenta con uno de los rincones más bellos de toda la geografía navarra como el monasterio de Iranzu.

 

VALLE DE BAZTÁN

Compuesto por quince pintorescas localidades: Oronoz-Mugaire, Arraioz, Irurita, Almandoz, Berroeta, Aniz, Ciga, Lecároz, Garzain, Elbete, Arizcun, Azpilcueta, Errazu, Maya y Elizondo, principal pueblo del valle.

El valle de Baztán cuenta con más de 340 kilómetros cuadrados y ofrece un relieve singular ya que se encuentra rodeado por cumbres superiores a los 1.000 metros de altura sobre las que se dibujan los típicos caseríos navarros y las bordas.

De entre todos los lugares, una de las mejores panorámicas del valle de encuentra en el mirador del Baztán, situado en la localidad de Ciga. También las vistas desde la cima de Gorramendi consiguen entrecortar la respiración a los amantes de la naturaleza.


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