El Fondo Foral de Vivienda Social dispone actualmente de 132 pisos de titularidad pública, y su alquiler lo gestionan distintas entidades y ONG que emplean estos alojamientos en sus programas de inserción social.
Nasuvinsa, la sociedad pública de vivienda y urbanismo del Gobierno de Navarra, ha cedido esta semana a la Fundación Xilema el alquiler de una vivienda de uso social localizada en Estella y que este colectivo, dedicado a la atención y acompañamiento a personas en situación de máxima vulnerabilidad y riesgo de exclusión, utilizará como piso tutelado para acoger a personas con discapacidad psíquica en proceso de inserción.
Esta vivienda, cuya cesión han formalizado el director general de Vivienda del Gobierno de Navarra, Eneko Larrarte, y la directora general de la Fundación Xilema, Idoia Urzainqui, forma parte del Fondo Foral de Vivienda Social, un parque de pisos de titularidad pública cedidos en régimen de arrendamiento y cuyo alquiler gestiona una docena de entidades y ONG que utilizan la vivienda como vía de normalización e inserción en sus respectivos programas de atención social.
“El hábito de residir en una comunidad de vecinos de una manera normalizada como alternativa a un centro especial es un elemento clave en el proceso de inserción de estas personas, y este fondo les permite acceder a una vivienda, algo que de otro modo probablemente les resultaría imposible”, ha explicado Larrarte.
Uno de los diez objetivos que el departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos se ha planteado abordar en esta legislatura promueve “una política de vivienda inclusiva que no deje a nadie atrás y que active distintos recursos de acompañamiento social, programas socioeducativos o servicios de mediación para atender a personas en riesgo de exclusión”. Para ello, el Fondo Foral de Vivienda Social resulta un instrumento fundamental, así como el programa de Vivienda de Alquiler de Integración Social (VAIS).
Los inmuebles adscritos al Fondo Foral de Vivienda Social han ido incrementándose en los últimos cuatro años y suman ya un total de 132 pisos, propiedad de Nasuvinsa, el Gobierno de Navarra y 13 cedidos por el Ayuntamiento de Pamplona, cuyo alquiler está gestionado por distintos colectivos sin ánimo de lucro, registrados como entidades colaboradoras de interés social, entre ellas las fundaciones Xilema, París 365 y Santa Lucía, las organizaciones de Cruz Roja Española y Cáritas Diocesana, las entidades que trabajan con personas con discapacidad psíquica ANFAS, clínica Padre Menni, Síndrome Down Navarra y ANASAPS, la asociación de atención a mujeres Itxaropen Gune, el centro de desintoxicación Antox, la comisión de ayuda al refugiado CEAR o el Ayuntamiento de Berriozar.
La vivienda cedida a la Fundación Xilema en Estella formará parte de un proyecto de uso de pisos tutelados para personas con discapacidad psíquica. Xilema gestiona, asimismo, otras tres viviendas del Fondo Foral de Vivienda Social en el programa Housing First, de atención e inserción social de personas sin techo que anteriormente vivían en la calle.
REFUGIADOS
Entre las personas alojadas en viviendas del fondo social de Nasuvinsa se encuentran también un total de 16 personas que han sido acogidas en la Comunidad foral con estatuto de refugiados, en programas oficiales que gestionan Cruz Roja o la CEAR.
La fórmula de cesión de una vivienda a una entidad colaboradora para su destino como piso tutelado o con apoyo de acompañamiento es la más utilizada para dar acogida a personas a las que el acceso a una vivienda les está prácticamente vedado por diferentes circunstancias que son causa de exclusión social.
