Varios molinos de viento han sido pintados de color negro en Navarra como parte de una iniciativa pionera llevada a cabo por la compañía de producción, distribución y comercialización de energía, Iberdrola.
Esta nueva imagen responde al objetivo de la empresa de implantar soluciones para promover la convivencia de sus instalaciones renovables y los ecosistemas en los que se desarrollan.
La idea de colorear de color negro una de las palas de los aerogeneradores se basa en un estudio publicado por el Instituto Noruego de Investigaciones sobre la Naturaleza, que señala que con pintar tan solo un aspa de este color se consigue reducir las muertes de aves en un 72%.
"La solución proporciona un mayor contraste entre las palas y las hace más visibles para las aves", exponía Iberdrola en su comunicado de prensa acerca de la propuesta.
El parque eólico de Cavar ente Cadreita y Valtierra, que con 111 MW de potencia es la mayor planta eólico puesta en marcha por la compañía vasca desde 2012, ha sido uno de los escenarios pilotos donde se ha implementado la iniciativa.
Iberdrola pinta una pala de los aerogeneradores de negro para disuadir a las aveshttps://t.co/r4Vkyhhq59
— Sergio Fdez Munguia (@Sergio_FerMun) October 14, 2021
Los trabajos de adaptación de los aerogeneradores se han llevado a cabo por operarios, que colgados de arneses a unos 100 metros de altura han lijado, limpiados y pintado las palas. Todo el proceso se realiza en condiciones meteorológicas de poco viento y ausencia de precipitaciones, para garantizar la seguridad de los profesionales especializados en el mantenimiento y operación de aerogeneradores.
En el caso de los aerogeneradores del complejo Cavar, las palas tienen una longitud de 65 metros y alcanzan hasta los 14 metros de ancho, "por lo que el pintado puede prolongarse durante una semana".
Sin embargo, esta no ha sido la única propuesta de Iberdrola para garantizar la convivencia con los seres vivos del ecosistema donde se implementan estos aerogeneradores. Una segunda iniciativa llevada a cabo ha consistido en marcar las torres de los molinos eólicos con dos vinilos en forma de ojos, que simulan una mirada fija.
Esta idea nace de una práctica llevada a cabo por el aeropuerto francés Lourdes-Tarbes-Pyrénnés con la que se consigue ahuyentar en un 65% a las aves rapaces de estos espacios.
Los 'ojos' miden un metro de diámetro y se encuentran a una altura de entre 3,5 y 4 metros en la base de los aerogeneradores. Por el momento, Iberdrola ha previsto la instalación de estos vinilos en otros seis parques eólicos en la provincia de Burgos y se estudiará el desarrollo en otros emplazamientos.
