Algunos cuerpos estaban enterrados boca abajo, lo que sugiere que tal vez fueron colocados así como "humillación" por llevar una "mala vida".
Un total de 26 hallazgos de enterramientos humanos es el balance de la octava edición del taller de arqueología que se ha llevado a cabo en la antigua iglesia de San Nicolás de Tudela, y que culminará con una serie de visitas guiadas al templo los días 11 y 12 de septiembre.
Juanjo Bienes, arqueólogo tudelano que ha coordinado los talleres desde su primera edición, ha destacado el balance de los hallazgos realizados durante cinco semanas hasta principios de este mes de septiembre, subrayando la presencia de nuevos enterramientos boca abajo y otros inusuales por la disposición desordenada de los restos óseos.
En concreto, Bienes ha aludido a los restos de un cuerpo adulto enterrado boca abajo junto al que no se han hallado los huesos de los brazos ni las tibias y los peronés y en el que el cráneo está desplazado unos 10 centímetros con respecto al resto de la estructura ósea.
El otro enterramiento citado es un cuerpo adulto enterrado boca arriba en el que no se hallaron los restos de la cabeza ni de los brazos pero sí los del tronco y con los huesos de una de las piernas "doblados" hacia la zona del pecho.
Según Bienes, la inusual disposición de los restos óseos y la imposibilidad de colocarlos de esa forma inmediatamente después de los enterramientos invita a pensar en un "posible traslado de restos", incluso de un templo a otro, una costumbre que está documentada en diferentes pasajes de la historia de Tudela.
Con respecto a los dos nuevos hallazgos de cuerpos enterrados boca abajo, uno de un adulto y otro de un niño, Bienes ha asegurado que se abre el abanico de teorías sobre esa manera de sepultar a los fallecidos debido a los restos anteriormente citados.
"A la posibilidad de que se enterraran así por miedo a la causa de su muerte o como un método de humillación por la 'mala vida' que esas personas habían tenido, hay que unir ahora la del traslado", ha explicado.
De los 26 enterramientos hallados en el último taller, 7 pertenecen a niños y 5 están enterrados de forma inversa a la habitual, es decir, mirando a los pies de la iglesia y no hacia la zona en la que se encontraba el altar.
Además, de los aproximadamente 200 cuerpos que se han hallado en todas las ediciones del taller, son un total de 6 los que podrían calificarse de "enterramientos raros o inusuales".
En la octava edición del taller, en la que participaron 12 personas en 39 turnos de trabajo, se han hallado, además de restos óseos, monedas antiguas, botones y balas de plomo.
Una de las novedades impulsadas por los participantes en este taller que organiza el Ayuntamiento de Tudela ha sido la puesta a disposición de los visitantes que se acercan a San Nicolás de un libro de visitas.
Así, Bienes ha asegurado que, durante este verano, ciudadanos procedentes de países como Francia, Bélgica o Rusia han accedido al templo para informarse de los trabajos que allí se estaban realizando y han dejado diferentes mensajes.
La novena edición del taller de arqueología, tal y como ha anunciado la concejal de Educación y Centros Cívicos Silvia Cepas, se desarrollará en dos turnos diferentes: los jueves y sábados desde el 20 de septiembre al 22 de diciembre y, por otro lado, del miércoles 26 al viernes 28 de diciembre.
Previamente al inicio de las excavaciones, que se proyectarán en la nave central del templo, entre las cotas de los siglos XVIII y XIX, habrá una sesión teórica el 15 de septiembre en el Centro Cívico Rúa.
"Nuestra valoración de este taller es muy positiva por todas la actividad que se ha ido generando en la antigua iglesia. A principio de legislatura se debatía sobre su futuro uso y, ahora mismo, ese tema está aparcado porque la previsión es que estas excavaciones se prolonguen en el tiempo", señalaba Cepas, asegurando que se trata de "una de las actividades estrella" de las organizadas por su concejalía.
