La manifestación convocada por el movimiento feminista el 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer partirá a las 20 horas desde Antoniutti bajo el lema 'Fuego al sistema que nos oprime, el movimiento feminista, nuestra llama'. Esta movilización se unirá a otras convocadas en Bayona, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, además de pueblos y comarcas.
Así lo han dado a conocer este jueves en rueda de prensa las representantes del movimiento Alazne Beltrán y Ane Zaldua, que han dado lectura a un comunicado en el que han defendido un feminismo "diverso e inclusivo".
"Queremos quemar este sistema heteropatriarcal, capitalista, racista y capacitista que nos oprime, nos agrede y nos mata cada día. Queremos acabar de una vez por todas con este modelo de sociedad criminal e insoportable para la mayoría de las personas, sobre todo para las mujeres y los cuerpos disidentes. Queremos quemar todo para construir un mundo que merezca la pena ser vivido. Para conseguirlo, el feminismo es el camino", han reivindicado.
Para ello, han remarcado la importancia de la unión "para hacer frente al retroceso en derechos sociales y políticos que tanto han costado conseguir".
"Debemos estar juntas, fuertes y unidas para hacer frente y dar fuego a los discursos fascistas, misóginos, homófobos, sexistas, que están resurgiendo con fuerza y decirles alto y claro que nos van a tener en frente y que no van a pasar. Por todo ello, el 8 de marzo de este año también nos movilizaremos en todos los centros y periferias", han reivindicado, tras destacar la necesidad de "volver a llenar las plazas, las calles y cada rincón de lucha feminista".
Según han señalado, "la revolución feminista exige politizar la vida, utilizar el día a día como espacio de lucha, ser conscientes de que los poderes regulan nuestros cuerpos y estar dispuestas a transformarlos desde la raíz". El conflicto, recogen en el comunicado, es "necesario para acabar con este sistema que nos ahoga, que no nos deja respira".
"La sociedad nos impulsa al individualismo y nosotras apostamos por el trabajo desde lo colectivo, del tú a tú, en las asambleas de barrios y pueblos, en los colectivos, en los trabajos, con las amigas, las vecinas...", han afirmado.
Tras rechazar "las fronteras, ni los discursos de odio y xenófobos, ni las políticas racistas", han pedido la derogación de la ley de extranjería "porque ninguna mujer, ninguna persona, es ilegal".
También han subrayado que "los trabajos del hogar y de cuidados son productivos y políticos y son, como ya ha quedado patente en estos últimos años de pandemia, imprescindibles para el sostenimiento de la vida". El modelo actual de cuidados "se sustenta en la sobreexplotación de las mujeres, y en especial de las mujeres migrantes, es una alianza heteropatriarcal, capitalista y colonial".
Por ello, han considerado que "recibir cuidados a lo largo de la vida debe ser un derecho de todas las personas". "Exigimos una responsabilidad colectiva para el sostenimiento de la vida, la reorganización social de los cuidados para que sea un eje transversal de las políticas públicas y no recaigan sobre las mujeres, ni se mercantilicen o dependan de la capacidad económica individual", han añadido, tras exigir un sistema integral público de cuidados gratuito y universal.
También han defendido un empleo "digno", acabar con la brecha salarial, acabar con la temporalidad, además de pensiones de calidad. Igualmente, han rechazado el "capacitismo", que es "una forma de discriminación contra las personas con diversidad funcional, especialmente las mujeres".
"Vivimos una violencia específica, una violación sistemática de derechos y una discriminación brutal en el mercado laboral, en los espacios públicos, en el acceso a los recursos... Exigimos una sociedad accesible para todas. Queremos quemar este sistema porque estamos hartas de que nos sigan oprimiendo asesinando, agrediendo. No podemos permitir que asesinen a una sola mujer más, que se siga ejerciendo la violencia sobre las mujeres", han apuntado.
Asimismo, han considerado que "las instituciones públicas son también culpables de la violencia porque no destinan recursos suficientes ni de atención ni de prevención, cuestionan nuestra palabra e incluso ejercen directamente violencia contra las mujeres".
Por ello, se han mostrado partidarias de "construir una sociedad en la que no tenga cabida el fascismo, que ha desvirtuado el significado de la palabra libertad, y tiene al feminismo en el punto de mira, que se revuelve contra nosotras con rabia y odio".
"Queremos construir una sociedad que acabe con el capitalismo extractivista, porque necesitamos otro modelo de producción y consumo que frene la destrucción del planeta. Para conseguirlo debemos organizarnos", han afirmado, para a continuación emplazar a todas las mujeres a ponerse "en marcha" y "engrasar la maquinaria". "No nos quedemos en este día, organicémonos para cambiar todo y seguir llenando las calles hasta que todas seamos libres", han concluido.
