Los usuarios critican ya que se incorpore a 7.200 nuevos pacientes con la situación de colpaso de la sanidad pública
Son las 12 de la mañana del sábado en el centro Doctor San Martín, en el corazón de la ciudad. En Pamplona, este ambulatorio actúa como punto de referencia para las urgencias pediátricas y de adultos los fines de semana con el ánimo de descongestionar los urgencias del Complejo Hospitalario de Navarra.
"Mamá, me duele la tripa", explica un niño a su madre tumbado como puede entre los bancos de la sala de espera mientras su padre calcula que aún quedan por delante más de 12 pacientes para que atiendan a su hijo.
"Es una vergüenza ya no sólo que haya que esperar, que a veces se comprende, sino que ahora el Gobierno pretenda incorporar a otros 7.000 pacientes de la CUN sin darse cuenta de que esto ya está colapsado", comentan dos familias que, con paciencia, tratan de calmar a sus hijos entre los lloros y angustia de los pequeños.
Los médicos y las enfermeras nunca dejan la buena cara y la magnífica atención a los pacientes, pero reconocen que no pueden dedicar a cada uno de ellos el tiempo que les gustaría. "Vamos al ritmo que nos marcan, hay mucha demanda y no se puede hacer mucho más", se lamenta una de las pediatras, que va recibiendo pacientes uno detrás de otro.
Un paseo por el centro Doctor San Martín permite comprobar una escena de salas de espera repletas en la zona de adultos, tanto en urgencias como en rayos, así como en el piso superior, el punto reservado para los pediatras.
Mientras esto ocurre, en urgencias del Hospital de Navarra la situación es tal que Salud ha tenido que estar toda la última semana derivando pacientes a la Clínica Universidad de Navarra para salvar la situación, la misma Clínica con la que se ha roto el convenio.
A partir de junio, aproximadamente, otros 7.200 pacientes se incorporarán al Servicio Navarro de Salud, lo que acrecentará, aún más, las listas de espera de consultas, etc.
El Gobierno Barkos confirmó que la decisión se ha tomado simplemente por ideología, "para llegar a la médula de la Navarra foral y española" y dañar en todo lo posible a las opciones que no piensan como el nacionalismo radical del Gobierno de Navarra.
Desde que Fernando Domínguez se hizo cargo de la consejería de Salud, las listas de espera han crecido de forma considerable en Navarra. Entre junio y diciembre hay otras 5.000 nuevas personas esperando para una primera consulta o para una operación.
La presidenta Barkos mintió en el Parlamento y mantuvo que, desde su llegada, había un descenso en las listas de espera.
