• jueves, 28 de marzo de 2024
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UNIVERSIDAD

¿Cómo luchar contra la violencia de género? Una tesis de la UPNA cuestiona el enfoque basado solo en la denuncia legal

El trabajo defendido por Mª Antonia Aretio plantea una atención profesional bajo la perspectiva de género y cambios en las políticas de ayuda.

La autora de la tesis de la UPNA, María Antonia Aretio Romero, diplomada en Trabajo Social y licenciada en Sociología.
La autora de la tesis de la UPNA, María Antonia Aretio Romero, diplomada en Trabajo Social y licenciada en Sociología.

La terapia de grupo es uno de los instrumentos más eficaces para ayudar a las mujeres a superar la violencia de género en la pareja heterosexual. Sin embargo, su uso, en la práctica profesional, es “casi anecdótico”. Este no es más que uno de los cambios que había que introducir en la atención a las víctimas, según la tesis doctoral, leída en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) por María Antonia Aretio Romero (Logroño, La Rioja, 1966), diplomada en Trabajo Social y licenciada en Sociología.

Esta experta reclama también “un enfoque global y estructurado de intervención profesional bajo la perspectiva de género” y cuestiona “las políticas actuales, habitualmente centradas en las presiones para la denuncia legal”. “Son necesarios cambios radicales en las políticas sociales, sanitarias, legales y policiales para ayudar a las mujeres”, apunta.

La investigación identifica los factores personales, psicosociales y socioculturales que ayudan a las mujeres a la ruptura con la violencia en una relación de pareja heterosexual. “Entre ellos —señala María Antonia Aretio—, destacan los que permiten el empoderamiento y la autonomía de las mujeres como son el apoyo familiar, social y profesional, el acceso a modelos alternativos de feminidad y/o de relación de pareja, la autonomía económica, no tener descendientes dependientes, residir en un entorno sociocultural que rechace la violencia de género y no vivir ninguna situación de vulnerabilidad social, como pobreza y/o exclusión social, migración, diversidad funcional, residir en el ámbito rural, pertenecer a un grupo étnico minoritario o tener edad avanzada”.

La autora ha detectado que el proceso para la ruptura de la pareja, en cuanto “largo, doloroso y complejo”, requiere de “un respeto a su decisión, que es protagonizada y decidida por cada una de ellas”, y de la necesidad de “recibir apoyos diversos y eficaces para dar el salto y salir de ese infierno, lo que cuestiona las políticas actuales, habitualmente centradas en las presiones para la denuncia legal”.

NI PASIVAS NI RESIGNADAS

Además, su estudio ha evidenciado “la gran diversidad de estrategias, acciones, pensamientos que van tejiendo y realizando las mujeres a lo largo de su relación para minimizar o evitar el maltrato”. “Ello desmiente de manera rotunda el estereotipo de pasividad y resignación con el que habitualmente se las percibe —indica María Antonia Aretio—. Han mostrado ser muy activas en el empleo de todo tipo de acciones para evitar la violencia de género en su pareja”.

La superación con éxito de la ruptura se logra, según esta investigadora, gracias a dos elementos: la independencia económica y la autonomía subjetiva. “Se ha demostrado que esta autonomía no puede lograrse sin un proceso profundo de deconstrucción personal y de nueva configuración de su subjetividad bajo un modelo de feminidad basado en la igualdad entre los géneros —explica María Antonia Aretio, cuya tesis fue codirigida por Miguel Laparra Navarro (UPNA) y María Jesús Miranda López (Universidad Complutense de Madrid)—. Para lograrlo, además, es imprescindible que la intervención profesional se realice desde la perspectiva de género”.

Precisamente, el apoyo profesional es “el menos presente, y no por ello el menos necesario, entre el conjunto de las ayudas necesarias para afrontar y superar la violencia, donde tienen mayor peso el apoyo familiar y el social”.

LAGUNAS EN LA INTERVENCIÓN PROFESIONAL

La investigación, que ha recibido la calificación de sobresaliente “cum laude”, ha detectado lagunas en la intervención profesional. “Todos los hijos e hijas de las mujeres afectadas por la violencia han sufrido un fuerte trauma por ello. Sin embargo, sólo una parte muy pequeña ha recibido atención —señala—. Además, la terapia grupal se ha mostrado como uno de los instrumentos más eficientes para ayudar a las mujeres. Todas la consideran fundamental. No obstante, su uso es muy escaso en la intervención, casi anecdótico.

Destaca, en esta parte, la demanda de los grupos de autoapoyo creados y gestionados por las mujeres supervivientes a la violencia de género. A pesar de ello, apenas existen ni se potencian desde la administración pública cuando se ha mostrado su gran eficiencia como ayuda para la superación del trauma de la violencia. Y la sexualidad se ha revelado como un área especialmente dañada por la violencia de género en la mayoría, pero no se aborda apenas en las intervenciones profesionales, ni es demandado por las mujeres, por lo que estas la viven con importantes problemas, lo que dificulta superar la violencia de género”.

No obstante, la tesis, para cuya elaboración la autora ha entrevistado a 50 mujeres que han superado una o varias relaciones violentas con sus parejas, ha realizado cuatro entrevistas triangulares a profesionales cualificadas y tres dinámicas grupales con mujeres, constata que aquellas que han logrado salir de ese infierno “se empoderan sobre un nuevo universo de valores, basados en la equidad entre los géneros y un compromiso social, tanto en la implicación personal en la lucha contra la violencia como en otras causas solidarias”.

EXPERIENCIA EN LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

María Antonia Aretio Romero se diplomó en Trabajo Social en la Universidad Complutense de Madrid y se licenció en Sociología en la UPNA, con Premio Extraordinario de Fin de Estudios. Completó esta formación con el Diploma de Especialización en Salud Pública y Género por la Escuela Nacional de Sanidad.

Profesora asociada durante varios años de la Universidad de la Rioja y del Centro Asociado de la UNED en dicha comunidad, María Antonia Aretio es trabajadora social desde 1989 en centros de salud, inicialmente, en el INSALUD y, posteriormente, en el Servicio Riojano de Salud.

Ha publicado siete artículos en revistas especializadas, ha escrito capítulos de ocho libros, ha realizado varias investigaciones aplicadas y presentado numerosas comunicaciones en congresos especializados. Formadora habitual en temas de género para diversas entidades, María Antonia Aretio es la representante de la Consejería de Salud del Gobierno de La Rioja en el grupo de trabajo del Ministerio de Sanidad y Consumo encargado de elaborar los protocolos comunes para la actuación sanitaria ante la violencia de género, mutilación genital y trata de mujeres. Actualmente, coordina la Comisión Técnica contra la Violencia de Género del Servicio Riojano de Salud.


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