Rubén Garde Domeño, el 'maestro de los Playmobil', está de vuelta, y lo hace reformando y ampliando los decorados que, el año pasado, dieron vida a las fiestas patronales del pueblo de Falces. Por la crisis pandémica, que imposibilitó la celebración, el joven navarro (15 años, Villava) trató de encontrar una alternativa mezclando sus dos pasiones: el pueblo y los Playmobil, y el resultado fue gratificante. "El año pasado, los diez vídeos que programé de las fiestas fueron muy populares y por eso he decidido seguir haciendo esto mejorando la ambientación del pueblo", comenta ilusionado.
La pasión por estas figuritas no es reciente y, pese a que no siempre le gustaron, lleva cinco años evitando caer en la tendencia de los videojuegos y disfrutando de ellas. "Hace unos años yo era más de jugar con gigantes o dinosaurios de goma. Los primeros playmobil que tuve, allá por 2016, fueron un regalo de unos primos, que me convirtieron en un 'adicto'", recuerda entre risas explicando que desde entonces estas figuras 'invaden' su casa en navidad.
Su mayor inspiración, y quien le dio la idea de grabar vídeos en stop-motion, fue TVIplay, quien en YouTube hace recreaciones fabulosas de todo tipo de tendencias a nivel nacional. "Empecé a ver sus vídeos y me enganché. En aquel momento era bastante más pequeño y no me explicaba cómo podía hacer que los muñecos se moviesen sin que se viesen sus manos. Investigué y conocí la técnica del slow-motion, con la que empecé a subir mis primeros vídeos sencillos", indica detallando su proceso de aprendizaje y señalando que cada año mira otras técnicas para mejorar el producto.
"Lo que más amo en este mundo son las fiestas, y más las de mi pueblo. Son diez días únicos que los gozo todos los años. Vi que juntar mis dos pasiones era viable y decidí juntar todos los juguetes que tenía en recrear estas", remarca sobre lo que en 2018 y 2019 era un único vídeo de 10 minutos y con la pandemia pasó a ser una programación de vídeo diario durante los diez días de fiestas.
En lo que al tiempo respecta, su preparación calcula que le supone poco más de un mes. "Este año, el ocho de julio empecé a preparar los decorados, y estamos a 11 de agosto y aún sigo grabando. Eso sí, también depende mucho del vídeo y hay alguno que he hecho incluso en una tarde", añade indicando que no ha tenido ningún beneficio económico porque YouTube le pide una serie de requisitos para cobrar pero "no lo hace por dinero, sino porque le gusta a él y a la gente".
"En el colegio de Villava tenemos un proyecto de medios de comunicación y, desde el año pasado, me centro más en la televisión. Estamos cinco amigos que, junto a diez compañeros más, trabajamos en un programa televisivo. A mi me toca editar y, aunque al principio lo hacía con el móvil, encontré una aplicación en el ordenador que me ayudó a incluir títulos y algún efecto", analiza respecto a los pasos que fue dando para mejorar en la edición y destacando que actualmente trabaja con el programa filmora9.
De cara al futuro, pese a que sería un sueño el poder cubrir más pueblos de la Comunidad Foral, no podría llegar a todo y se le haría imposible. "Ojalá, pero viendo que en un mes solo llego a un pueblo, ni en un año llegaría a todo. Pero si en un futuro llegan a mucha gente y puedo tener apoyo externo no lo descarto", añade finalmente en lo que sería un sueño.
"Espero que a la gente le guste, que lo comparta y que se vea. Hemos llevado a cabo actualizaciones respecto al año anterior gracias a José Mari Goñi (como ramitas de la plaza Consistorial o el pilón), y por eso espero que este año tenga más visualizaciones, pero con que la gente los disfrute estaré satisfecho", resume en cuanto a las expectativas de este año.
Durante todo ese mes de trabajo, el momento que más disfruta del proceso de grabación es la parte de la edición, que es cuando añade la música y las voces y comprueba el resultado de tantas horas de esfuerzo.
Respecto a la familia, que fue también culpable de que Garde se aficionase de estas figuras, al principio no le importó que grabase vídeos, pero cuando empezó a hacer de diez en diez se preocuparon por él. "Me dijeron que no me iba a dar tiempo. La verdad es que a veces flipan. Con el vídeo que grabé de las campanadas de casi diez minutos se quedaron impresionados y, aunque a veces siguen sorprendiéndose de que le dedique tanto tiempo, me apoyan en esto", concluye.
Pese a que ve difícil dedicarse en un futuro a subir vídeos de Playmobil, tiene claro que le gustaría seguir unos cuantos años más y su sueño es que estos vídeos de fiestas lleguen a más gente de todas partes que entienda el esfuerzo que hay detrás y conozca mejor el pueblo.
