El 26 de septiembre de este año, el joven Jorge Inda Errea hubiera cumplido 44 años. Posiblemente seguiría ligado al mundo del monopatín y trabajaría como ingeniero, uno de sus últimos sueños que le comunicó a su padre antes del fatídico 10 de julio de 1995.
Aquella mañana de San Fermín de hace 25 años, Jorge regresaba a su casa de Huarte después de haber pasado un buen rato con sus amigos en plenos Sanfermines. Conducía su motocicleta cuando, a la salida de la ronda, colisionó con un camión y falleció en el acto, a pocos metros de llegar a su domicilio.
Estudiante en las Dominicas de Villava y posteriormente de Mecánica Industrial en Salesianos, amante del monopatín y del snowboard, el recuerdo de Jorge Inda se mantiene intacto entre su familia y amigos, que han lanzado una iniciativa para recordarle cuando se cumple un cuarto de siglo de su marcha.
Su padre, Ángel Inda, habitual del mundo periodístico y muy activo en redes sociales, ha relatado estos días cómo ha recibido el cariño y el recuerdo de muchas personas, lo que deja clara la profunda huella que Jorge dejó entre todos sus conocidos y el impacto que causó su prematura marcha.
"Empezó jugando en el Huarte de fútbol, pero cuando conoció el monopatín quedó atrapado por este entonces desconocido deporte, simultaneando con el snowboard en la temporada de nieve", relata su padre, que explica hasta que punto fue importante el skate en su vida con una imagen de su lápida en el cementario, con un monopatín como única leyenda.
La idea iniciada por los compañeros de Jorge y secundada también por los responsables de la federación de Patinaje en Navarra es brindar en homenaje al joven cuando se reinaugure el skate park de Antoniutti en Pamplona, donde se acometen ahora obras de reforma. Carmelo Paniagua, miembro del Comité Olímpico, ha ofrecido traer ese día a Pamplona algunos seleccionados españoles que estarán presentes en los Juegos de Tokio 2021.
Uno de los amigos de su hijo, Kike Morea, le mostró a su padre algunos de los grafitis en memoria Jorge. "Jorge era un 10 en todo, mi ídolo. Era el mejor también con el monopatín. Las cuadrillas de skate de Huarte, Villava, Burlada, Orvina, Ansoáin y Pamplona desde hace un año queremos hacer algo en su memoria. He corrido la voz y la respuesta ha sido abrumadora", explicó Morea sobre el génesis del homenaje.
Ángel Inda recuerda que su hijo acaba de conseguir un contrato fijo en la empresa Girling de Orkoyen, donde vio claro su futuro profesional para proseguir con sus estudios. "Papá, voy a estudiar ingeniero", le dijo. Su padre recuerda que era muy "manitas" y que terminó arreglando los patinetes de casi todos sus amigos, fabricando él mismo las tablas y las ruedas.
"Creo que se hacía de querer por su forma natural y sencilla de ser", rememora su padre, que explica que en los años en los que su hijo comenzó a practicar el skate lo tenían que hacer yendo por los bancos, plazas, etc, sin que hubiera una instalación adecuada, cuando ahora ya es un deporte olímpico.
La iniciativa del homenaje y el recuerdo a la memoria de Jorge ha partido enteramente de sus amigos, que han mantenido también vivo su recuerdo durante muchos años, aunque ahora cada uno haga ya la vida por su lado. Aunque queda por definir la fecha y algunos detalles, quieren poner una placa, decir unas palabras que hablen de Jorge y su vinculación al monopatín y disfrutar también con una exhibición de este deporte espectacular mientras suena la música y se disparan cohetes.
"Cuando me lo contaron, enseguida se agolparon en mi mente aquellos trágicos momentos. Porque ningún padre está preparado para la muerte de su hijo, que cambia la vida familiar y deja un vacío enorme. Se rompieron las esperanzas y proyectos que tenía con él. Cuando se pierde un hijo adulto, no sólo se pierde un hijo sino a un amigo cercano, un apoyo práctico y emocional. Con el tiempo se vuelve a sentir felicidad y se encuentra sentido a la vida", explica Jorge Inda sobre lo que sintió al ver que el homenaje a su hijo será una realidad en poco tiempo.
En las redes sociales, en especial en la página de Facebook de Ángel Inda, se han acumulado estos días los mensajes de amigos y conocidos que convivieron y conocieron a Jorge en sus 19 años de vida, en los que dejó una profunda huella. "Tuvo la suerte de influir positivamente en veinte años más de lo que la mayoría haría en toda una vida. Una pérdida irreparable, es un gran gesto que a día de hoy sigan manteniendo su memoria y recordando las cosas que hizo. Dicen que la gente genial siempre nos dejan pronto, pero lo cierto, es que están ahí siempre, nada especial desaparece. (...) Seguramente él ni imaginó el legado que dejaba", resumió Patricia Alegría.
Jon Garatea, amigo de Jorge, expresó el sentir de la cuadrilla: "Jorge siempre estará con nosotros!!!!! El skate en la tumba, ruedas que lanzamos, en su entierro...fue un homenaje a nuestro amigo por nuestra pasión. Skate ore die!!!!!!!".
