El investigador navarro, autor de un libro referencia sobre el ISIS, analiza en esta entrevista, las últimas amenazas a España después del atentado de Barcelona.
El pamplonés Javier Lesaca Esquíroz, de 36 años, ha dedicado buena parte de sus últimos años a analizar qué se esconde detrás de la maquinaria de comunicación del Estado Islámico, el conocido como ISIS. Lesaca es consultor e investigador visitante en la Universidad George Washington e investigador del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo.
Lesaca conoce bien los métodos de los yihadistas, su manera de comunicar y, especialmente, la manera de "seducir" a los más jóvenes para unirse a la causa del terror. No en vano, es autor de uno de los libros de referencia sobre el tema, recientemente publicado por la editorial Península, "Armas de seducción masiva".
En su libro se traza un momento clave en la manera de comunicar del Estado Islámico, cuando los terroristas secuestraron y degollaron al periodista americano James Foley. Javier Lesaca mantiene que de esta manera los miembros del ISIS se daban a conocer no sólo por sus bombas o balas, sino también gracias a sus vídeos, muchos de ellos a imagen y semejanza de exitosos videojuegos o de escenas de películas.
Desde ese momento se entendió que los terroristas consideraron confundir la realidad con la ficción y seducir así a muchos jóvenes para que formaran parte de su siniestro movimiento. Javier Lesaca ha analizado en su libro más de 1.300 vídeos difundidos por los yihadistas por todos los canales posibles, especialmente redes sociales, con el propósito de convertir sus atentados en productos populares. "Buscan canalizar la frustración, el odio y el vacío intelectual y político de jóvenes de todos los países del mundo", mantiene el experto pamplonés.
Ahora, tras el atentado de Barcelona y tras los hechos ocurridos en Bruselas, París o Londres, el ISIS parece que ha fijado su objetivo en España con sus nuevas amenazas.
¿Le sorprendió el ataque de Barcelona? ¿Cree que España tenía motivos para estar preocupada antes de lo ocurrido el 17 de agosto?
España se había librado de anteriores atentados provocados o inspirados por ISIS gracias al trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de los servicios de inteligencia. España, como cualquier país europeo, siempre ha sido un objetivo prioritario de diversos grupos yihadistas. Lo que sí es cierto es que, hasta ahora, el Estado Islámico no había amenazado nunca de manera directa a España ni había mostrado a ciudadanos españoles en sus comunicaciones
En Barcelona, tras las primeras investigaciones, todo apunta al Imán de Ripoll como cabecilla e inductor de lo ocurrido. Pero, ¿de dónde le llegan a él las órdenes? ¿Actúa por libre o informa sobre ello antes de actuar?
El atentado de Barcelona tiene unas características muy particulares. Con la información de la que se dispone hasta el momento, parece que estamos ante una célula radicalizada por la narrativa de Estado Islámico, pero sin conexiones directas con esta organización terrorista. Es relevante que los terroristas no viajaran anteriormente a Iraq o Siria, que no dispusieran de armas largas o explosivos comerciales o de una red de pisos donde huir tras cometer los atentados. Los atentados de París de noviembre de 2015 o de Bruselas de marzo de 2016 sí que tenían todas estas características y estuvieron directamente organizados por Estado Islámico desde Siria. El atentado de Barcelona parece ser más una obra de una manada de lobos solitarios coordinados, en este caso, por la figura del Imán.
¿De qué manera llega el Estado Islámico a jóvenes europeos, con un entorno supuestamente estable, como los que nos encontramos en Barcelona?
Estado Islámico es el primer grupo terrorista de la historia que es capaz de comunicarse directamente con sus audiencias potenciales sin tener que pasar por el papel mediador de los medios de comunicación. Desde su comienzo a principios del año 2014 hasta mediados de 2017 ISIS ha publicado en las redes sociales abiertas más de 12.000 campañas de comunicación, entre las que se incluyen 1.400 videos. ISIS es el grupo terrorista que más y mejor ha comunicado en la historia. Ha generado una narrativa destinada específicamente a seducir a jóvenes como los que atentaron en Barcelona y en Cambrils. La radicalización se produce en los propios teléfonos inteligentes de estos jóvenes y en los ordenadores de sus casas. Aunque, evidentemente, también es necesario el papel de personas en el entorno personal que sepan coordinar y organizar las células. Ese parece que ha sido el papel que ha jugado el imán de Ripoll.
Apunta en su libro que el Estado Islámico utiliza escenas de videojuegos para confundir y facilitar a los jóvenes combatientes cometer luego atentados. ¿De qué manera lo presenta?
El 50% de los videos de ISIS en los que muestra imágenes de violencia están directamente inspirados en las películas y los videojuegos más populares del mercado adolescente. ISIS presenta sus batallas con los mismos efectos digitales y el mismo lenguaje visual que videojuegos como Call of Duty. Así mismo, asesina a sus rehenes copiando escenas y guiones de la saga de terror SAW, Hostel, American Sniper, Person of Interest o Homeland. Con esta técnica ISIS pretende convertir el terror en un fenómeno cultural popular. Sus audiencias potenciales perciben esas imágenes como parte de los elementos culturales con los que se entretienen en sus momentos de ocio. Es decir, por primera vez el terrorismo no sólo produce miedo, sino que genera fascinación.
Señala que las peores consecuencias del califato digital del Daesh están aún por llegar. ¿Para qué tenemos que estar preparados en España y en Europa?
El proyecto político de Estado Islámico está siendo derrotado. Su Califato en Iraq y Siria no es viable y más pronto que tarde perderán su control sobre el terreno. Paradójicamente, a corto plazo esto se puedo traducir en un aumento de la amenaza para países ajenos a Iraq y Siria. En primer lugar, porque ISIS ha pedido en repetidas ocasiones a sus seguidores que dejen de viajar a Siria y a Iraq para unirse a sus filas y que, a cambio, cometan atentados en sus lugares de origen. A esto hay que añadir que, según Naciones Unidas, en los últimos tres años, más de 35.000 jóvenes de cien países distintos se han unido a las filas de ISIS en Iraq y Siria. Si el Califato desaparece, estos jóvenes eventualmente pueden regresar a sus lugares de origen con la intención de cometer atentados.
Apela usted a la necesidad de "afrontar la batalla por las mentes y los corazones de las nuevas generaciones" para evitar nuevos desastres. ¿Cómo se combate esta complicada situación?
La batalla contra el terrorismo ha entrado en una nueva fase. Ya no sirve sólo luchar contra grupos organizados y estructuras de terror tradicionales y bien definidas. La lucha contra el terrorismo se ha traslado al ámbito de la construcción de la opinión pública, de la batalla de las percepciones y a la generación de narrativas sugerentes. Las instituciones públicas tienen que recuperar la credibilidad y la confianza de los ciudadanos. Para ello es necesario definir qué valores y mensajes van a servir para construir esta narrativa alternativa a los mensajes de violencia y extremismo. Después, hay que transformar estos valores en productos culturales estéticamente atractivos para las audiencias más jóvenes. Por último, hay que encontrar a los actores de comunicación creíbles que distribuyan estos mensajes. Todo este proceso hay que elaborarlo en coordinación con las grandes empresas de tecnología, con la industria del entretenimiento y con la sociedad civil. No es fácil, pero tampoco imposible.
De hecho, para su estudio ha analizado más de 1,300 vídeos puestos por el Daesh en redes sociales, plataformas, etc. ¿Por qué no se controlan y eliminan? ¿Sigue el ritmo de producción o ha descendido?
Las grandes empresas de tecnología eliminan diariamente decenas de mensajes distribuidos por organizaciones como ISIS en las redes sociales. Al comienzo de la estrategia de ISIS no existía esta misma concienciación por parte de estas empresas. A pesar de los esfuerzos que se realizan para eliminar este tipo de mensajes, ISIS sigue siendo capaz de distribuir una media de cinco campañas de comunicación diarias y una media de diez videos al mes. Es una cifra preocupante, pero un 50% menor del volumen que comunicaban durante 2014 y 2015.
¿De qué manera colaboramos también los medios en la difusión de la estrategia del Estado Islámico con tanta y explícita información? ¿Existe alguna manera de evitarlo?
No hay nada malo en que los medios de comunicación informen sobre las atrocidades generadas por el ISIS. La lucha contra el nazismo en Europa se sustentó en gran manera debido a las imágenes que se difundieron de las fosas comunes con los cadáveres de los ciudadanos judíos en los campos de concentración. Aquellas imágenes forjaron la memoria colectiva reciente de Europa y nos recuerdan cuáles son las consecuencias de movimientos políticos totalitarios. Es preciso que la opinión pública entienda las consecuencias que tiene el terrorismo, la violencia y el extremismo. Pero también es cierto que hay que evitar caer en el enfoque que pretenden los terroristas mostrando imágenes descontextualizadas. Por eso es importante poner el énfasis de las historias en las víctimas y en las consecuencias humanas.
En Navarra, la izquierda abertzale lleva años utilizando estrategias similares (vídeos, montajes, control de medios) para captar y difundir su ideario. ¿Encuentra paralelismos entre ambas formas de actuar de los dos grupos terroristas?
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas advirtió a comienzos de 2014 de la estrecha relación que existe entre el terrorismo y los mensajes violentos y extremistas. Por ello, invitó a los países miembros a combatir con determinación este tipo de mensajes en todos los ámbitos. Estado Islámico no es el único grupo que comunica mensajes de odio. Es un fenómeno global. Hace pocas semanas vimos cómo en Estados Unidos los mensajes de violencia y extremismo por parte de grupos supremacistas generaban violentos incidentes que producían tres fallecidos. A nivel local, está constatado que el entorno de ETA y la propia izquierda abertzale siguen organizando eventos y lanzando mensajes de homenajes a personas condenadas por delitos de terrorismo y asesinatos y actos en los que se deshumaniza a funcionarios públicos o a rivales políticos y se justifica su agresión. Estas actitudes encajan de lleno en la definición de mensajes de violencia y extremista descrita por Naciones Unidas en 2004 y hay que hacer lo posible para evitar que se produzcan. No tiene ninguna lógica que esos eventos se sigan celebrando impunemente en el corazón de la Europa del siglo XXI.
Hasta el momento, el Estado Islámico ha escogido grandes ciudades europeas para actuar. ¿Les importa no sólo el daño sino también el escenario?
ISIS plantea sus atentados como si se tratara de espectáculos multimedia. Por eso, atenta y anima a atentar en lugares muy concurridos, muy populares y, sobre todo, que estén llenos de personas con teléfonos móviles para que graben el ataque y suban las imágenes a las redes sociales. ISIS busca el mayor impacto mediático posible con sus acciones. Son puras acciones de comunicación.
En Pamplona, en San Fermín, se implementaron decenas de medidas de seguridad, bolardos, bloques de hormigón, etc. ¿Cree que una fiesta como la de Pamplona puede ser objeto de estos ataques?
ISIS busca atentar o inspirar ataques en lugares muy concurridos y que generen un gran impacto mediático. En este sentido, los Sanfermines, al igual que otros lugares donde se concentra gran cantidad de personas y gran número de medios de comunicación, es un lugar que hay que proteger con especial interés.
¿Hasta que punto deben de ser tenidas en cuenta las nuevas y recientes amenazas del ISIS hacia España?
Los datos demuestran que es una amenaza preocupante. En los últimos tres años ISIS nunca había amenazado de manera directa a España, ni había utilizado a ningún ciudadano español en sus videos. Los hechos demuestran que el aparato de comunicación de ISIS está integrado en el núcleo central de esta organización terrorista, por lo que resulta preocupante que dediquen su atención a España.
