El nuevo Hotel Ciudadela del Casco Antiguo de Pamplona ha decidido retrasar su apertura al mes de mayo debido a la ampliación de las restricciones y del cierre perimetral de la Comunidad foral de Navarra, que impide la llegada de turistas.
Así lo ha confirmado el gerente del establecimiento, Eduardo Salvador, tras la decisión de posponer la inauguración del nuevo establecimiento, prevista para Semana Santa.
El Hotel Ciudadela se levanta entre las paredes conservadas de lo que fue el antiguo edificio que hacía esquina entre la calle del mismo nombre y San Gregorio, en el centro de la ciudad pero abierto justo hacia el Primer Ensanche, con vistas a la Cámara de Comercio.
La construcción del nuevo edificio ha respetado la fisionomía del Casco Antiguo, ya que se vacío por completo el interior pero las fachadas, remodeladas, son las mismas que ya existían y que acogían al conocido bar Anaitasuna de Pamplona, que cerró sus puerta tras los Sanfermines de 2018.
"Nuestra idea es que la cafetería del hotel mantenga ese nombre en recuerdo al bar que durante años estuvo en este mismo lugar", explica Eduardo Salvador, ilusionado con un proyecto con el que quieren atraer a personas que vienen a trabajar al centro de la ciudad entre semana y a turistas durante los fines de semana y en épocas festivas, como San Fermín o Semana Santa.
La llegada del coronavirus, por el momento, sólo les ha afectado al inicio de la actividad, que se ha visto retrasada, pero mantienen intacta la ilusión de que el verano sea bueno si el ritmo de vacunación sigue su avance y poco a poco se arrincona al virus.
El nuevo hotel cuenta con 25 habitaciones, la mayoría de ellas dobles. Aunque estará registrado como un 2 estrellas, su responsable explica que cuenta con la mayoría de servicios de un hotel de gama más alta. "Todas las habitaciones tienen mini bar, secador de pelo, televisión de 42" con Youtube, wifi, acceso a cable de red y cargadores USB en los enchufes", resume el responsable del establecimiento.
El local no pertenece a ninguna cadena hotelera y es independiente. Basa su apuesta en su perfecta ubicación, a camino entre la parte vieja, el Ensanche y otros barrios de la ciudad. Además, tendrán un acuerdo con el aparcamiento de Baluarte para que los clientes puedan estacionar sus vehículos.
"La zona es también muy tranquila, con buena parte de los balcones a Navas de Tolosa, una calle que es ahora casi peatonal", resume el gerente, que lamenta que otro año Pamplona se vaya a quedar sin Sanfermines, con lo que ellos significa para el sector de la hostelería y la restauración.
Si todo marcha bien, en los primeros día de mayo Pamplona contará con un nuevo hotel en el centro de la ciudad, el Hotel Ciudadela que dará empleo, por el momento, a unas 10 personas.
