El borrador del Decreto Foral del uso del euskera en las administraciones ya trae de cabeza a la mayoría de funcionarios navarros que trabajan para el Gobierno foral. Según denuncia el Partido Socialista de Navarra, el Ejecutivo de Barkos estaría dispuesto a despedir a sus trabajadores por no saber euskera si se aprobara esta nueva regulación.
Varios partidos, junto al PSN, así como sindicatos en Navarra han criticado el carácter "discriminatorio" de este decreto del que se ha llegado a decir que podría excluir al 87 % de la población de la Comunidad foral. Un dato que el Gobierno de Barkos se ha apresurado a desmentir tachándolo de "bulo, mentira, falsedad o manipulación".
Asimismo, los socialistas critican también "la precariedad laboral que está generando el Ejecutivo con las licitaciones que está haciendo de servicios".
En este sentido el partido del paseo de Sarasate afirma que "la oferta económica está siendo priorizada sobre la técnica, lo que repercute negativamente en las condiciones salariales y laborales, que en algunos casos quedan por debajo de lo que marcan los convenios".
Por todo esto, PSN señala que el cambio que promulgaba el cuatripartito era algo "nacionalista y sin complejos", alejado de los anhelos de la mayoría social navarra.