La Ganadería de Miguel Reta se encuentra muy cerca de Estella y cuenta con miles de metros cuadrados donde se crían los animales de Casta de Navarra con mucho cariño.
Al entrar, seis pastores alemanes dan una bienvenida muy calurosa. Uno se puede perder por los pasillos de la finca que pasan por las zonas donde se encuentran las vacas o los toros. También, cuenta con una pequeña plaza de toros.
En 1997, el ganadero Miguel Reta fundó la ganadería, pero la pasión por este mundo le venía de mucho antes. "Era recortador, corría los encierros y su ilusión había sido siempre montar una ganadería de casta navarra, con ganado de la tierra", cuenta su mujer Cristina Zapirain Izaguirre.
Así, hablando Miguel Reta con Nicolás Aranda, una de los ganaderos más fuertes de Navarra, le dijo que tenía unos animales para vender. Reta no se lo pensó dos veces y comenzó su trayectoria como ganadero.
También, Miguel Reta es uno de los habituales pastores que corren detrás de los toros en San Fermín. Antes del inicio del encierro, muchos mozos le dan la mano en señal de suerte.
La ganadería de Miguel Reta cuenta con vacas y toros que crían tanto para la lidia como para el festejo popular.
Dentro de estas dos variantes cuentan con tres hierros. "Para el festejo popular tenemos el hierro de Alba Reta y el de César Reta, que están dentro de la Asociación de Ganaderos de Lidia. Después, tenemos el hierro de Casta Navarra con la corona de la Unión de Criadores de Toros de Lidia", explica Cristina Zapirain.
Este último hierro, Miguel Reta lo define como la 'Champions' ya que en esta unión pertenecen ganaderías como Victorino Martín o Miura.
El proceso de elección de un toro de lidia parte desde la hembra. "Se prueban todas en tientas. Si tienen muy buena nota se pasan a la unión y se convierten en futuras madres para la lidia. Las que no lo consiguen van al festejo popular", detalla Cristina.
En cuanto a los machos, los que se aprueban se quedan como futuros sementales y sino, entran dentro de los festejos populares siempre y cuando la edad lo permita. "En algunas ocasiones esos machos se convierten en capones", incide.
En la Ganadería Miguel Reta predominan las vacas, pero el año pasado comenzaron con la lidia en Francia. También este pasado 6 de agosto participaron en las feria de las fiestas de Estella con seis toros. Algo que desean que continúe.
El cuidado del toro es más especial y, aparte de la alimentación, lo más importante es dejarlos tranquilos. "Cuando vamos a lidiar hay que tener cuidado, son muy jerárquicos. El último año antes de lidiarlo hay que separarlos de dos en dos".
En la finca de Reta cuentan con vacas y toros de cinco procedencias: Nicolás Aranda, Adolfo Lahuerta, Ángel Laparte, Vicente Domínguez y José Arriazu.
Al pasar San Fermín, en Navarra y otras localidades de España se celebran muchas fiestas. Aquí es donde la Ganadería Reta entra en acción. En alguna ocasión salen fuera de la Comunidad foral y participan en otros festejos taurinos.
No obstante, este verano en Navarra han participado en 17 pueblos.
En la ganadería trabajan muy duro todos los días diferentes personas por dar el mejor cuidado a los animales. "Manos nunca sobran, el que no maneja puertas no maneja ganado. Jugamos un poco con el día a día. Tenemos gente muy buena. Nunca fallan, esta finca es como una comunidad de amigos", detalla Cristina.
Estos días son las fiestas de Noáin y la Ganadería Reta se encarga de llevar las vacas hasta la localidad. Antes, un grupo de amigos y trabajadores de la ganadería se reúnen para separar y meter las vacas dentro del camión.
No es una tarea sencilla, cualquier imprevisto puede acabar fatal y por eso, deben estar al tanto de cualquier vaca.
Con mucho cuidado, tratan de montarlas en el camión. Una vez cumplen con su tarea durante el festejo, vuelven a la finca y si alguna vaca ha resultado herida tratan de curarla.
"Ví un estudio en que una vaca tan solo trabaja 70 minutos al año. Salen seis o siete veces al año y no están más de diez minutos", explica Cristina Zapirain.
Uno de los momentos más duros para la Ganadería de Reta fue la pandemia, pero cada vez se pone más difícil tratar de conseguir beneficios. "Lo notamos en la alimentación. Al ganado antes lo alimentábamos con pienso, los precios empezaron a subir y ahora hay tanta especulación que se ha disparado. Estamos intentando alimentarles con patata, zanahoria, maíz o menestra ultracongelada. Lo que tenemos a nuestro alcance".
Miguel Reta explica esta situación con el chiste 'vendió el coche para comprar la gasolina', que ya se va pareciendo la realidad. "Estos animales trabajan en verano para ganarse lo que van a comer después en invierno", cuenta Cristina.
Aun así, en la Ganadería Miguel Reta no pierden la ilusión y cada día le ponen la misma pasión como al principio.
El ganadero Miguel Reta es también ingeniero y ganas no le faltan nunca. Siempre mantiene mucho contacto con ganaderos de otra zona y se deja aconsejar. Comparte, escucha y se apoya también con ganaderos fuertes. Victorino Martín le animó con el tema de la lidia.
