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SOCIEDAD

La celebración de los 50 años del Instituto Marqués de Villena de Marcilla: un reencuentro para soplar las velas

El aniversario del centro, que el próximo año acoge la apertura oficial del curso, ha puesto en valor el trabajo de sus profesores y el esfuerzo de los alumnos.

Orla del 50 aniversario del Instituto Marqués de Villena de Marcilla con un alumno de cada una de las promociones salidas del centro. JORGE DÍAZ
Orla del 50 aniversario del Instituto Marqués de Villena de Marcilla con un alumno de cada una de las promociones salidas del centro. JORGE DÍAZ

Uno a uno han vuelto a oír sus nombres mientras se volvía a pasar lista entre las cuatro paredes en las que se formaron como estudiantes y como personas. Esta vez no estaban llamados a salir a la pizarra o a someterse a un examen: iban a inmortalizar los 50 primeros años de vida del Instituto Marqués de Villena, de Marcilla.

Cincuenta antiguos alumnos, uno de cada promoción salida del centro desde 1967, han formado parte de la orla que recordará el medio siglo de vida que acaba de alcanzar el centro educativo y los casi 9.000 alumnos que por allí han pasado durante todo este tiempo.

Esta fotografía conmemorativa ha sido una de las actividades de una fiesta marcada por la emoción del reencuentro entre profesores, antiguos y actuales alumnos, sus familias, personal no docente y autoridades presentes en Marcilla.

Luis Carlos Díaz, que ha trabajado 39 años en el instituto y 28 de ellos como director, ha destacado la importancia del Marqués de Villena para marcar el futuro de los jóvenes riberos que han ido estudiando en sus aulas. “Aquí pudisteis estudiar y acceder con un buen bagaje cultural al mundo del trabajo o a los estudios superiores; vosotros sois los que actualmente hacéis grande a Navarra y en especial a nuestra Ribera alta y media”, ha señalado.

El antiguo director ha querido poner en valor el carácter innovador del centro y sus profesionales: “Es pionero en muchas cosas, solidario, con una grata convivencia que facilita la colaboración del personal y del alumnado, ocupado en dar a los alumnos una rica oferta educativa y de actividades con especial atención a los idiomas y que apuesta día a día por hacer las cosas mejor con la participación y aportación de todos”.

UN INSTITUTO QUE HA CREADO FAMILIAS

En un discurso plagado de anécdotas, Díaz ha recordado los momentos personales que han marcado tanto a los alumnos como a los profesores. “Cuántos recuerdos se agolpan de aquellos años que pasasteis por el instituto: las clases, los vistazos por el pasillo, los viajes de estudio, los partidos entre profesores y alumnos donde éstos siempre tenían 16 o 17 años mientras nosotros íbamos cumpliendo 30, 40, 50...”, ha comentado con nostalgia el director más longevo del instituto.

Luis Carlos Díaz ha definido el Marqués de Villena como un “lugar privilegiado de socialización para los alumnos y alumnas, ya que aquí hicisteis amigos de los 13 pueblos que acuden al centro”. Y más allá de las amistades, el instituto también ha servido para crear un buen número de familias. “No pocos encontrasteis aquí vuestra media naranja... Y no sólo los alumnos, también unos cuantos profesores”, ha recordado.

En cuanto a su recorrido personal, el peraltés ha recordado que llegó al instituto de Marcilla a los 21 años, se casó, tuvo tres hijos que fueron alumnos del centro, impartió clases a sus hermanos, primos, a su cuñada y a sus propios hijos y se jubiló en 2014 siendo abuelo: “Y todo este tiempo se me pasó muy rápido porque aquí yo he sido feliz”.

LOS TIEMPOS DEL VICEPRESIDENTE LAPARRA EN EL INSTITUTO

También se ha aventurado a relatar su experiencia personal el actual vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, Miguel Laparra, que ha tomado la palabra en nombre de los antiguos alumnos.

“Aquí hice algunas de las mejores amistades de toda mi vida, de esas que duran para siempre”, ha explicado el vicepresidente. Y ahondando más en lo personal ha contado a los cientos de asistentes cómo el Instituto Marqués de Villena le permitió empezar una relación con quien hoy es su mujer: “Nos conocimos en fiestas de su pueblo y pasamos aquí nuestro primer año de noviazgo, después le siguieron dos más y hasta ahora 35 años de matrimonio; imaginaos lo que me ha marcado el paso por este instituto”.

Un centro que Laparra ha encontrado muy distinto tras el paso de los años y las nuevas necesidades educativas: “Era mas familiar, había solo ocho clases, tenía una sola planta, en la cantina vendían vinos con gaseosa para el almuerzo..., era claramente otro instituto”.

UN CENTRO PARA ACABAR CON LAS RENCILLAS ENTRE PUEBLOS

El vicepresidente de Derechos Sociales ha destacado sobre todo el mismo objetivo que ha mantenido el centro Marqués de Villena durante su medio siglo de andadura: la formación personal de sus alumnos. “Todos los estudiantes, también nosotros cuando estudiábamos aquí, pensábamos que lo que nos preguntaban en los exámenes no servía para nada y que nunca las utilizaríamos...”, ha comenzado a explicar, “ y tiene una parte de cierto, porque no sé todavía para qué me ha servido la Física, pero evidentemente el proceso de maduración personal fue mucho más allá de cada lección”.

Además, Miguel Laparra ha destacado la unión entre todos los pueblos que confían la formación de los jóvenes en el centro educativo de Marcilla. “Hace 50 años empezaron a andar juntos con el instituto y después llegaron las mancomunidades, las asociaciones..., pero no hubiera sido posible si antes el instituto no los hubiera entretejido a todos”.

De la misma opinión se ha mostrado el alcalde de Marcilla, Mario Fabo, que ha destacado el ejemplo de convivencia entre localidades y cómo todas supieron dejar atrás las rencillas vecinales para apostar por un proyecto común. Actualmente Marcilla, Villafranca, Cadreita, Caparroso, Milagro, Rada, Murillo del Fruto, Santacara, Carcastillo, Mélida, Figarol, Funes y Falces se dan cita en el mismo centro educativo.

El acto de aniversario también ha servido para mostrar un homenaje a todos los docentes que han pasado a lo largo de los 50 años por el instituto. Así lo ha destacado la actual directora, Marisa Fonseca: “Todos los profesores habéis aportado vuestro granito de arena por conseguir sacar lo máximo de nuestros alumnos, habéis puesto a su disposición todos vuestros saberes y habéis inculcado valores que hacen despertar en ellos metas para buscar ese futuro para el que queremos prepararles”.

MARCILLA, APERTURA OFICIAL DEL CURSO 2017-2018

La conmemoración ha contado también con la presencia de la nueva consejera de Educación del Gobierno foral, María Solana, y con el presidente del Consejo Escolar de Navarra, Aitor Etxarte. La consejera ha anunciado que la apertura oficial del próximo curso 2017-2018 se celebrará en el instituto de Marcilla y contará con la presencia de Uxue Barkos.

Parafraseando al director Luis Carlos Díaz, la política ha destacado que el de Marcilla es “un centro que da riqueza a toda la zona y dinamiza a la población”, además de destacar la excelencia del instituto con el reconocimiento expreso que acreditan las redes de calidad.

“Es un modelo y un ejemplo a seguir para nuevos proyectos de parecidas características que tratan ahora de echar a andar”, ha valorado María Solana refiriéndose al nuevo instituto que se quiere construir para las localidades de Fustiñana, Ribaforada y Cabanillas. “Quieren un instituto así para sus pueblos y lo quieren por los mismos motivos que lo habéis defendido, lo habéis mantenido y lo habéis hecho grande en Marcilla”, ha argumentado la consejera.

UNA CÁPSULA DEL TIEMPO QUE SE DESENTERRARÁ EN EL 2042

En nombre de los actuales alumnos ha tomado la palabra la joven Nadia Landívar, estudiante de segundo de Bachillerato. “En unas semanas diremos adiós a esta etapa con una sensación extraña”, se ha sincerado, “nos iremos como otros ya se han ido antes y llegarán nuevos alumnos; este viejo edificio seguirá recibiendo niños nerviosos para enseñarles varias materias y algunas lecciones de vida”.

Los estudiantes del último curso han querido poner la vista en el futuro, pensando en el próximo 75 aniversario del instituto. Para ello han escrito una serie de cartas que se han almacenado en una urna, una “cápsula del tiempo” que se enterrará bajo una baldosa en la Plaza de la Solidaridad del instituto para poder leer en el año 2042 lo que sus alumnos pensaban del devenir del centro.

La fiesta, que ha contado con actuaciones musicales de varios alumnos, exalumnos y la Banda de Música de Marcilla, ha concluido con una jornada de puertas abiertas y una comida en el polideportivo del centro. El encuentro, más distendido, ha dado rienda suelta a las anécdotas y los buenos momentos vividos en el Marqués de Villena.


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