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SOCIEDAD

Presentado un libro de los 40 años de historia de la Cámara de Comptos

"Es muy importante que en Navarra defendamos el carácter exclusivo de la Cámara de Comptos", ha destacado su autor Fermín Erbiti.

Presentación de la obra 'Comptos. La Cámara de Comptos de Navarra, crónica de cuarenta años (1980-2020)', con la presencia su autor, Fermín Erbiti, Asun Olaechea, presidenta de la Cámara de Comptos y Unai Hualde, presidente del Parlamento de Navarra. IÑIGO ALZUGARAY
Presentación de la obra 'Comptos. La Cámara de Comptos de Navarra, crónica de cuarenta años (1980-2020)', con la presencia su autor, Fermín Erbiti, Asun Olaechea, presidenta de la Cámara de Comptos y Unai Hualde, presidente del Parlamento de Navarra. IÑIGO ALZUGARAY

El periodista Fermín Erbiti, responsable de comunicación de la Cámara de Comptos, ha publicado un libro en el que repasa los 40 años de historia del órgano fiscalizador, con el título 'La Cámara de Comptos: Crónica de 40 años (1980-2020)', un trabajo editado por la propia institución.

En la presentación del libro, Erbiti ha señalado que la Cámara de Comptos fue precisamente "un escollo fundamental que retrasó una y otra vez" la firma del Amejoramiento del Fuero entre Navarra y el Estado, pues el Gobierno de España "no quería reconocer la competencia exclusiva de la Cámara de Comptos para fiscalizar los fondos públicos". "Se llegó a una fórmula de compromiso, pero no han faltado recurrentes intentos de intromisión por parte del Tribunal de Cuentas", ha destacado.

Por tanto, ha considerado que "es muy importante que en Navarra defendamos el carácter exclusivo de la Cámara de Comptos y que no se ceda ahí porque me temo que seguirán, vista la historia, los intentos de intromisión".

En la presentación del libro, que ha tenido lugar en el Parlamento de Navarra, han estado presentes cuatro de los cinco presidentes de Comptos: Patxi Tuñón, Luis Muñoz, Helio Robleda y Asun Olaechea (actual presidenta). También han asistido familiares de quien fue primer presidente de Comptos, Mariano Zufía.

Además, el acto ha reunido también al presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, a la consejera de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, Elma Saiz, y a representantes de los distintos grupos del Legislativo foral.

La publicación del libro se enmarca en la conmemoración de los 40 años de Comptos, que se cumplían en 2020, pero cuya celebración se vio alterada por la pandemia.

El trabajo se compone de siete capítulos: el primero es una introducción dedicada al tribunal de cuentas del Reino de Navarra, los cinco restantes están dedicados uno a cada presidente de la Cámara, y el último es para la sede de Comptos, en la calle Ansoleaga de Pamplona, "una joya", según ha destacado Erbiti.

El autor del libro ha explicado que el primer Parlamento de Navarra resultante de las elecciones de abril de 1979 "tuvo prisa por restablecer la institución, tuvo prisa porque Navarra tuviese un tribunal de cuentas que rescatase del olvido aquella institución, una institución que aunque estuvo 140 años desaparecida pervivió en el recuerdo, a través de la sede de la calle Ansoleaga y del valioso Archivo de Comptos".

Fermín Erbiti ha considerado que "fue clave la mirada del legislador hacia un modelo de control anglosajón, donde precisamente está la mejor tradición del control".

El autor ha explicado que la norma con la que se restituyó la Cámara de Comptos, aprobada en 1980, dio dos misiones fundamentales a la institución: "Fiscalizar el dinero público de Navarra y asesorar al Parlamento en materias económico financieras".

Erbiti ha señalado que un año después de aprobarse esa norma en 1980, "los representantes navarros estaban negociando el Amejoramiento y precisamente la Cámara de Comptos se convirtió en un escollo fundamental que retrasó una y otra vez la firma". "El Estado no quería reconocer la competencia exclusiva de la Cámara de Comptos para fiscalizar los fondos públicos, porque la Constitución de 1978 reconoce al Tribunal de Cuentas su carácter de supremo órgano fiscalizador. Navarra no podía amejorar nada si cedía ahí", ha señalado, tras lo que ha afirmado que finalmente "se llegó a una fórmula de compromiso" entre las dos partes.

Sin embargo, Fermín Erbiti ha asegurado que "no han faltado recurrentes intentos de intromisión por parte del Tribunal de Cuentas, desde los años 80 hasta el último bastante sonado en el verano de 2017". En este último caso, el Tribunal de Cuentas requirió al Gobierno de Navarra diversa información económico-financiera de las cuentas de 2014 y 2015 para su fiscalización, pero el Ejecutivo foral no remitió la información argumentado que la fiscalización de los fondos públicos en Navarra corresponde a la Cámara de Comptos.

Erbiti ha defendido que "es muy importante que en Navarra defendamos el carácter exclusivo de la Cámara de Comptos y que no se ceda ahí".

Por otro lado, el autor del libro ha destacado que "la mera existencia de una institución de control es positiva, pero hay que aspirar a más, haciendo informes oportunos, interesantes, que aporten, que tengan valor añadido". "Una institución de control podría convertirse en punta de lanza de la modernización de las administraciones públicas. Contamos con técnicos muy buenos y formados y tienen una visión global del sector local, de los departamentos, y pueden aportar algo a ese objetivo fundamental para todos", ha asegurado.

Por su parte, el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, ha subrayado la importancia de las actuaciones de Comptos para el "buen gobierno de un territorio pionero en la instauración del primer órgano democrático externo de control e inspección en el conjunto del Estado español".

Hualde ha expresado el "agradecimiento del Parlamento y de la sociedad a la que representa al conjunto de técnicos, administrativos y auditores" que, "por su relevante papel de guía y asesoramiento al conjunto de las instituciones públicas de Navarra", contribuyen a elevar la labor de la clase política.

Asun Olaechea, presidenta de la Cámara de Comptos, ha repasado la trayectoria del órgano fiscalizador a lo largo de cuatro décadas en las que, si bien "ha cambiado mucho la gestión pública y su control, pues a la exigencia de legalidad se unen las de eficacia y eficiencia, no han variado los criterios de independencia, profesionalidad y transparencia sobre los que descansa la credibilidad de la institución, y más allá de los avances tecnológicos, seguimos fieles a la misma misión, escrutar la gestión de los fondos públicos y asesorar al Parlamento de Navarra en materias económicas".


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