Han destacado las críticas al Gobierno de Navarra: "No damos la bienvenida a quienes gobiernan con los que no condenan el terrorismo etarra".
Este jueves 9 de agosto ha tenido lugar en la Plaza del Sol de Berriozar un homenaje en recuerdo al subteniente del Ejército de Tierra Francisco Casanova, que fue asesinado por la banda terrorista ETA hace 18 años. Una hora antes se ha celebrado en su honor una misa en la iglesia de San Esteban.
Al acto, que ha sido organizado por Vecinos de Paz de Berriozar, han asistido representantes de la mayoría de los partidos políticos de Navarra. Por parte del Gobierno foral ha acudido Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales y también José Luis Arasti, delegado del Gobierno de España en Navarra.
UPN ha estado representado por su presidente, Javier Esparza, por Miguel Sanz, expresidente del Gobierno de Navarra y por el parlamentario Carlos García Adanero, entre otros. Por parte de Geroa Bai ha acudido el parlamentario Unai Hualde y el PSN ha estado encabezado por su secretaria general, María Chivite, que ha estado acompañada por parlamentarios como Guzmán Garmendía o Nuria Medina. También han asistido representantes del PP y de Ciudadanos.
Los principales mandos en la Comunidad del Ejército y de la Guardia Civil, los coroneles Jorge Santamaría y Santiago Martí, respectivamente, han asistido también junto a representantes de la Policía Nacional y la Policía foral.
En el acto ha intervenido, en primer lugar, el capellán de la Guardia Civil de Navarra, César Magaña, que ha rezado un responso.
A continuación, la portavoz de Vecinos de la paz, Maribel Vals, ha afirmado que también desean "rendir homenaje a cada una de las casi mil víctimas de ETA en plena democracia" y ha dado gracias a los familiares de Casanova, Rosalía, Laura y Javier.
También ha querido agradecer la presencia de quiénes "vienen de corazón a honrar la memoria de Paco" pero no ha querido dar la bienvenida "a quiénes vienen para hacerse la foto y acto seguido gobiernan con quiénes no condenan el terorrismo etarra", en referencia a los representantes del Gobierno de Navarra.
Además, ha pedido a los políticos de los partidos constitucionalistas "que en asuntos de máxima importancia como es el de las víctimas del terrorismo dejen sus siglas en segundo plano y se unan por el bien común" y que "trabajen con unidad para que no se permitan recibimientos a los asesinos como si de héroes se tratasen y que tengan presentes a quiénes se quedaron en el camino defendiendo la libertad de todos".
Acto seguido, Víctor Manuel Arbeloa, ex presidente del Parlamento de Navarra, histórico socialista navarro y activista de Sociedad Civil Navarra, ha recitado un "poema civil" con el que ha querido suscitar la reflexión de los presentes. En él, se ha preguntado dónde estaban los políticos "de todos los colores" cuando ETA mataba, dónde estaban los intelectuales, profesores, poetas, periodistas o músicos y, también, dónde estaban los obispos y arzobispos.
Con la familia al borde de la lágrima, Arbeloa ha continuado emocionando el público criticando el "leninista" derecho a decidir, que ha definido como el "derecho a destruir la convivencia de todos los ciudadanos" y ha señalado que "la memoria de las víctimas exige no pronunciar su nombre en vano, no refrendar el programa etarril, no amontonar más muerte a los ya muertos y no profanar su gloria ni su descanso".
La consejera Ana Ollo, que prácticamente no había aplaudido intimidada por las críticas al actual Gobierno de Navarra, sí lo ha hecho con el poema de Arbeloa. Después de estas emotivas palabras, ha sonado el himno de España, que Ollo tampoco ha aplaudido.
Finalmente, como "en el homenaje a Paco no podían faltar las jotas porque seria un homenaje cojo", Laura, la hija del subteniente Casanova, acompañada de otras personas, ha cantado jotas como "Desde Navarra hasta el cielo" o "A un cobarde me enfrenté". Sin duda, el momento más emotivo ha sido la jota "Me ha faltado lo mejor", que Laura Casanova ha cantado sola.
El subteniente Francisco Casanova fue asesinado el 9 de agosto del año 2000, minutos después de las tres de la tarde. Casanova fue tiroteado a bocajarro cuatro veces en la cabeza por un asesino de ETA cuando se disponía a estacionar su coche en el garaje de su domicilio. El subteniente del Ejército, de 46 años, estaba casado y tenía dos hijos.
