La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha indicado que la política lingüistica formaba parte "de un objetivo político nacionalista".
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha criticado "la falta de previsión del departamento de Educación, ya que ha priorizado su política lingüística y por ello tiene congelada la creación de los puestos en plantilla docentes", lo que, ha dicho, causa un "perjuicio" a la calidad de la Educación y al profesorado, "siendo al colectivo interino el mayor afectado por la negligencia del Gobierno foral".
En un comunicado, el sindicato ha señalado que en las oposiciones al cuerpo de maestros del pasado junio se "han vuelto a prever mal las plazas de las diferentes especialidades, ofertándose más plazas de las creadas en plantilla, cuando el número de interinos asegura la existencia de las mismas". Según ha añadido, "no se han tenido en cuenta a los funcionarios sin destino definitivo de la oposición anterior, lo que acentúa más el problema".
Para la CSIF, "la solución propuesta por el departamento de Educación en nota informativa publicada en su página web, según la cual los nuevos funcionarios en prácticas de aquellas especialidades en las que no hay vacantes suficientes se van a incorporar al profesorado convocado para la selección de vacantes de la especialidad de Primaria, es un despropósito".
Ha explicado así que "los funcionarios en prácticas que han superado el proceso selectivo para especialidades en las que no hay vacantes, tales como Educación Física o Música, realizarán las prácticas en la especialidad de Primaria, lo que es un grave perjuicio para todos: la inseguridad jurídica de los funcionarios en prácticas, los interinos que ven mermadas sus posibilidades por esta falta de planificación y, como siempre, el sistema educativo de la Comunidad foral".
El sindicato considera que esta decisión es "injusta", puesto que "estos funcionarios no han accedido al cuerpo de maestros en la especialidad de Primaria y, sin embargo, al ocupar vacantes en la misma perjudican a aquellos aspirantes que sí han opositado en Primaria y que ven mermadas sus posibilidades de acceso al trabajo".
Según ha indicado, "para más muestra de la mala planificación del departamento, es que algunos de estos funcionarios en prácticas han podido presentarse también en Primaria (algo que solo sucede en Navarra) y habiendo obtenido peores calificaciones acceden ahora a plazas por delante de otros aspirantes que, con buenas notas en la oposición, no han podido acceder a una plaza de funcionario en el concurso-oposición".
INTRANQUILIDAD EN LA EVALUACIÓN
Además, la CSIF ha señalado que "los funcionarios en prácticas vivirán con intranquilidad su evaluación, pues están siendo valorados por funcionarios de carrera de distinta especialidad de la que han accedido y en la que han demostrado su capacidad en la fase de concurso-oposición".
Y ha añadido que "si el departamento no acomete las soluciones exigidas, puede llevar a una nueva judicialización del proceso selectivo, como ya ocurrió en el 2016 y el 2018, algo que no puede servir más que para intranquilidad de nuestros funcionarios e interinos".
A su juicio, "todo ello es debido a la política lingüística del anterior Gobierno, que impide tanto planificar la educación con un objetivo de calidad como servicio público que es, como dignificar la labor docente, algo obligatorio para un gobierno responsable en educación".
Así, la CSIF ha exigido al nuevo departamento de Educación "una ruptura con la pésima y sectaria gestión del anterior Gobierno, negociando las plantillas docentes para, con ello, establecer unas convocatorias justas y razonables en plazas y especialidades para los cursos venideros".
"Para ello, es necesario abandonar la política lingüística impuesta, que nada tiene que ver con las necesidades de nuestro sistema educativo, sino que más bien forma parte del objetivo político nacionalista, del que la educación es una parte imprescindible para modificar a futuro el estatus de la Comunidad foral", ha expuesto.
