El proyecto El juguete educativo había desarrollado actividades con las familias para que se cumplieran los objetivos de transmisión de valores y juego saludable.
La campaña de juguetes Sus derechos en juego ha hecho llegar 901 juguetes durante las pasadas fiestas a niños de familias en dificultad social en Navarra, a través de las asambleas locales de Cruz Roja de Azagra, Burlada, Cintruénigo, Estella, Lodosa, Pamplona, Sangüesa, Tafalla y Tudela.
Para ello, ha contado con fondos propios y donaciones, con el fin de distribuir entregas económicas a través de tarjetas prepago, y juguetes nuevos a estrenar de diferentes iniciativas privadas.
Cruz Roja, un año más, ha pretendido dotar de juegos y juguetes a las familias en dificultad social con infancia a su cargo, a través de un trabajo previo para cumplir los objetivos de transmisión de valores y juego saludable, para lo que se han realizado talleres con las mismas.
La iniciativa, indica la organización, va mucho más allá del reparto de juguetes. “El principal fin de esta acción es promover el uso de juegos y juguetes como herramienta educativa y de transmisión de valores en el contexto escolar y familiar”, apunta Jone Sola, directora de Cruz Roja Juventud en Navarra.
El juguete educativo, donde se enmarca esta campaña, es un proyecto de Cruz Roja Juventud que se desarrolla durante todo el año y que tiene como propósito asegurar el derecho al juego de niños entre 0 y 18 años, así como sensibilizar sobre la importancia del juego y el juguete, y su incidencia en el desarrollo evolutivo.
"Desde Cruz Roja Juventud entendemos el juego como una vía de difusión de cualquier propuesta educativa y pedagógica. Invertimos todos nuestros esfuerzos para que, en las épocas más significativas del año (Navidades, cumpleaños…), ningún niño se quede sin recibir un juego o un juguete”, recalca Sola.
CONSEJOS SOBRE LOS JUGUETES
Para el resto del año, Cruz Roja aporta varios consejos a la hora de regalar juguetes a los niños. Si se trata de objetos nuevos, hay que hacerlo por equidad y no discriminación, para que todos los niños tengan un juguete nuevo. "No creemos que haya infancia de primera y de segunda categoría. Además, no podemos garantizar que un juguete sea 100% seguro una vez que se ha sacado de su envoltorio original", aclara Cruz Roja.
Además, estos juguetes deben ser no bélicos y no sexistas, y preferiblemente educativos. El objetivo es favorecer actitudes de respeto y cooperación. "Si fomentamos que la infancia utilice juguetes educativos, estaremos favoreciendo valores como la tolerancia, diversidad, respeto, igualdad…", incide Cruz Roja.
Por último, los juguetes deberían ser medioambientalmente sostenibles, esto es, fabricados a partir de materiales con menor impacto medioambiental.
