Cruz Roja Navarra atendió el año pasado a 65 mujeres con indicios de posibles casos de trata con fines de explotación sexual, según los datos facilitados con motivo de la conmemoración este 18 de octubre del Día Europeo contra la Trata de Personas.
La trata de personas es una violación de derechos humanos, que afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo y que se aprovecha de las situaciones de vulnerabilidad de algunas personas para explotarlas en diversos ámbitos (sexualmente y laboralmente, entre otros).
Esta explotación, subraya Cruz Roja, conlleva un lucro para terceras personas a través de la mercantilización de seres humanos.
Las principales afectadas son las personas migrantes y es sensible al género, siendo mujeres y niñas las principales víctimas, apunta la organización que cita la demanda y la tolerancia social hacia situaciones como la prostitución o la mendicidad como algunos de los factores que sostienen esta vulneración de derechos humanos.
Como otros factores relevantes que favorecen su aparición menciona los conflictos armados o las situaciones de inestabilidad, la discriminación o la persecución, la pobreza y la falta de oportunidades, la ausencia de un marco legal efectivo que proteja los derechos de las personas y que persiga estos delitos, así como la falta de redes de apoyo de las personas vulnerables, entre otros.
Cruz Roja, como miembro de la Red Española de Lucha contra la trata, comparte la necesidad de una Ley Integral de Protección y Atención a víctimas y supervivientes de la trata que contemple todos los tipos de explotación y a todas las personas y que ponga a estas en el centro de las actuaciones.
Considera que debe tener rango de Ley Orgánica e incorporar, en todas sus disposiciones, un enfoque de derechos humanos y una clara perspectiva de género y de infancia.
Cruz Roja cuenta con una unidad específica para esta cuestión que trabaja para detectar y acompañar a personas que puedan estar en situación de trata conforme a sus necesidades, capacidades y potencialidades generales y específicas, como una red protectora organizada para apoyarlas en sus procesos de restablecimiento de derechos y acceso a recursos.
María Ezkurra Larrasoaña, referente en Navarra de la Unidad de Trata de Cruz Roja, explica que los procesos suelen ser largos y “depende mucho de la situación en la que se encuentre la persona”.
Asimismo resalta la importancia de seguir trabajando en esta línea porque aún falta mucho que hacer y en ese sentido apunta que son necesarios "más recursos para que las personas tengan una protección real y oportunidades factibles".
Cruz Roja incide en que el primer paso para acabar con estas situaciones es tomar conciencia de que hay personas en nuestro entorno que están sufriendo una grave vulneración de sus Derechos Humanos a través de la trata de personas en todas sus formas de explotación.
Al respecto, ante la detección de un posible caso, insta a contactar con la organización para que sus equipos puedan analizar el caso y valorar la estrategia a seguir y si se considera que la persona puede estar en peligro inminente pide que se contacte con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
