• jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 13:32
 
 

SALUD

Una clínica navarra lidera a 14 instituciones europeas en un estudio para regenerar corazones infartados

La importancia del proyecto reside en que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo.

El proyecto BRAVƎ, financiado por la Comisión Europea, combina terapia celular y bioingeniería para diseñar un dispositivo biológico. CEDIDA
El proyecto BRAVƎ, financiado por la Comisión Europea, combina terapia celular y bioingeniería para diseñar un dispositivo biológico. CEDIDA

La Clínica Universidad de Navarra ha puesto en marcha el proyecto BRAVƎ, un estudio internacional que combina terapia celular y bioingeniería para diseñar un dispositivo biológico capaz de recuperar la funcionalidad cardíaca en personas con enfermedad coronaria. El proyecto, en el que participan 14 instituciones europeas de 5 países diferentes, está liderado por la Clínica y ha sido financiado por la Comisión Europea con 8 millones de euros, dentro del Programa Horizonte 2020.

La importancia del proyecto reside en que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que globalmente es responsable del fallecimiento de aproximadamente 18 millones de personas cada año en el mundo, 4 millones en Europa.

Aunque la mortalidad está disminuyendo, se considera que solo en la Unión Europea viven con esta dolencia 49 millones de personas. Entre los tipos de enfermedad cardiovascular, la más frecuente es la enfermedad arterial coronaria o cardiopatía isquémica. Una afección consistente en la obstrucción de las arterias del corazón, que impide el suficiente flujo de sangre y de oxígeno. Se trata de una enfermedad limitante crónica que provoca en la Unión Europea un gasto sanitario de unos 59 mil millones de euros.

REGENERACIÓN CARDÍACA COMO ALTERNATIVA TERAPÉUTICA

“Cada paciente tiene un tipo de infarto diferente, según la parte afectada del corazón y la intensidad de la lesión. Con el proyecto BRAVƎ buscamos diseñar un dispositivo generado con las células madre del propio paciente que, al acoplarlo a su corazón enfermo, le proporcione una asistencia ventricular personalizada y duradera”, señala el Dr. Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular de la Clínica y del Programa de Medicina regenerativa del Cima, investigador responsable del proyecto.

Este dispositivo biológico, llamado BioVAD, busca sustituir a los actuales dispositivos mecánicos de asistencia ventricular cardíaca (VAD, por sus siglas en inglés) empleados en pacientes con necesidad de un trasplante cardíaco, en aquellos con insuficiencia cardíaca temporal o tras algunas cirugías del corazón. Estos dispositivos no ofrecen una solución terapéutica duradera (rara vez superan los 5 años de vida útil) y su implantación, generalmente, requiere cirugía a corazón abierto con importantes riesgos asociados.

En el diseño del BioVAD los investigadores van a emplear la tecnología más avanzada en impresión 3D, en desarrollo de nuevos biomateriales y en conocimiento de las potencialidades de las células madre. A su vez, por ordenador o modelado computacional, van a reproducir la funcionalidad y biomecánica del corazón humano, aspectos que aportarán los datos necesarios para replicar células cardíacas, a partir de células madre, con las características propias del corazón de cada paciente. “Este dispositivo estará diseñado para maximizar la producción de fuerza por las células, asegurando un soporte funcional para el órgano enfermo”, señala el Dr. Manuel Mazo, investigador del Cima Universidad de Navarra y colaborador en el proyecto.

CONSORCIO EUROPEO PARA EL DISEÑO DEL BIOVAD

Además de la Clínica Universidad de Navarra, que lidera este proyecto en colaboración con el Cima (su centro de investigación), forman parte de BRAVƎ 14 instituciones más, procedentes de España, Alemania, Países Bajos, Irlanda y Portugal.

El pasado enero, 40 asistentes de este consorcio europeo se dieron cita en la sede madrileña de la Clínica Universidad de Navarra para iniciar el proyecto y sentar las bases para el diseño del dispositivo biológico. Durante la reunión se expusieron aspectos de la gestión y el manejo de datos, además de cuestiones éticas y de difusión de resultados.

A su vez, trabajaron cuestiones científicas enfocadas a la bioimpresión en 3D, el modelado computacional y el diseño tecnológico del BioVAD; además de evaluar el tratamiento de células madre para la generación de microtejidos cardíacos.

Sentadas estas bases del proyecto, el consorcio volverá a reunirse en septiembre en la ciudad de Lovaina para seguir avanzando en su desarrollo y alcanzar, en aproximadamente un año, su primer objetivo principal: diseñar la primera generación imprimible del BioVAD.


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