El cuidado del vehículo y el seguimiento de algunas sencillas pautas repercute directamente en la vida útil del coche y en su futuro valor.
El incremento en el precio del carburante está provocando que muchos conductores traten de aplicar nuevas técnicas que les permitan reducir el consumo de gasolina o diésel, según el caso.
Además, debido a la situación económica tan compleja que se está viviendo, muchos son los que también buscan nuevos modelos de conducción más eficientes que repercutan en una ampliación de la vida útil del vehículo. Asimismo, esto repercute directamente en el valor del automóvil a la hora de colgar un anuncio de vendo coche.
La 'Guía para la conducción eficiente' que publicó la Dirección General de Tráfico es un texto de referencia a la hora de entender cómo ahorrar combustible y preservar el buen estado de cualquier vehículo.
En ella se afirma que, para conseguirlo, no encender el motor mientras se pisa el acelerador es vital, por ejemplo.
De igual modo, cambiar a la segunda marcha lo antes posible y nunca alargar la primera, también lo es. Por su parte, una vez se esté circulando, es importante mantener la velocidad lo más constante posible y no dar acelerones y frenazos, ni hacer cambios de marchas que no sean estrictamente necesarios. Mantener el motor poco revolucionado usando las marchas largas también es un factor clave en este sentido.
Al contrario de la creencia popular, apagar el motor cuando se efectúe una parada de duración superior a 1 minuto ahorra una gran cantidad de combustible. Otra leyenda urbana fácilmente desmontable es la que afirma que el vehículo en punto muerto no gasta carburante, cuando la realidad es que sí lo hace. A este respecto, es preferible, siempre que se pueda, dejar de pisar el acelerador con la marcha puesta para aprovechar la inercia.
Todas estas acciones, además de reducir el consumo de carburante, también ayudan a alargar la vida útil del vehículo. Sin embargo, existen muchas otras relacionadas con el mantenimiento que no se pueden despreciar. Por ejemplo, es importante no ignorar los períodos indicados por el fabricante para efectuar el cambio del aceite y los filtros, ya que las partes móviles pueden ensuciarse y el motor, en su conjunto, refrigerarse peor. También es importante utilizar un aceite de calidad.
Respetar el tiempo de calentamiento del motor, sobre todo en los diésel, es relevante para que el aceite tenga tiempo de bañar por completo las partes superiores del bloque de cilindros. Asimismo, no apagar el motor justo después de haber recorrido una distancia larga permitirá que la refrigeración se lleve a cabo a través de dicho aceite, lo cual es mucho más saludable que hacerlo a través de la temperatura ambiental.
Revisar el nivel de aceite, el estado del filtro del aire a través del cual se refrigera el motor cuando se encuentra en marcha, cambiar las bujías cada 20.000 kilómetros y salir regularmente a autovía son otras acciones que pueden repercutir en una reducción del consumo de combustible y en un alargamiento de la vida útil del motor y del vehículo en su conjunto.
