• viernes, 19 de abril de 2024
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MÚSICA

Manuel Carrasco enamora al Navarra Arena con una bulería dedicada a los rasgos más emblemáticos de Pamplona

El cantante andaluz aprovechó los últimos momentos de su concierto para sorprender al público con una poesía que había compuesto horas antes.

Manuel Carrasco encandiló la noche de este sábado al público que disfrutó de su concierto en el Navarra Arena interpretando una bulería que había compuesto horas antes de su actuación dedicando elogios a algunos de los rasgos y elementos más característicos y turísticos de Pamplona.

Cuando su concierto estaba a punto de terminar, el cantante onubense se plantó solo en el escenario con una guitarra y comenzó a recitar los versos sobre la capital navarra, mientras los espectadores lo aclamaban con olés y aplausos.

"Cuesta de Santo Domingo, camino de Mercaderes, y por las calles Comedia, San Nicolás, Estafeta, qué ganas tenía de verte" es la primera estrofa de la tonadilla que escribió el andaluz y con la que se ganó el corazón de los miles de personas que fueron a verle en el pabellón pamplonés.

"Un vermú a mediodía, en la plaza del Castillo, en nuestro cuarto de estar y en Casa Otano brindar con un vino en un Juevintxo", prosiguió, haciendo referencia a uno de los actos más populares en las tardes-noches de entre semana en Pamplona.

"Paseo de Sarasate, el Monumento a los Fueros, al puente de la Magdalena yo te llevé, pamplonesa, para decirte que te quiero", continuó, desatando la ovación del respetable en el Navarra Arena.

Su bulería siguió así: "En la noche de las velas, nos fuimos al Caballo Blanco, y la campana María repicaba de alegría mientras te estaba besando". Con ese verso, había referencia a una de las campanas más antiguas de la catedral de Pamplona.

De hecho, después tuvo un gesto con uno de los establecimientos más famosos del Casco Antiguo pamplonés, conocidos tanto por los locales como por los turistas: "Que yo no me voy de aquí sin probar los garroticos de la tienda de Beatriz".

APOYO A OSASUNA

Y, como no podía ser de otra manera, sobre todo actuando junto a El Sadar mientras Osasuna competía frente al Villarreal, Carrasco también dedicó un par de estrofas al conjunto rojillo, "Ahora que estamos en Primera, los rojillos en El Sadar le pueden ganar a cualquiera. Y mire usted lo que ha pasado, los rojillos esta noche con 2-1 han remontado", cantó, y el público le correspondió con una ovación que celebraba también la victoria de Osasuna.

Por último, tenía que pronunciar versos también sobre los Sanfermines, la fiesta por antonomasia en Pamplona. Y lo dejó para el final de su poema de amor a la capital navarra: "Las peñas ya se preparan, el Chupinazo que suena, al cielo pañuelos rojos, brindé con un katxi al conocerte, y como el asta de un toro se me clavaron tus ojos en un encierro de muerte. Mañanita de tu lado, de chocolate con churros, gaiteros, txistularis, gigantes y cabezudos. Enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, por fin ya viene el 7 de julio, celebramos San Fermín".

Y antes de despedirse finalmente, aún tuvo un gesto más de cariño hacia las fiestas pamplonesas. "Pobre de mí, pobre de mí, ya se acaba el concierto, debo partir", cantó como última despedida musical de su concierto en el Navarra Arena.


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