La empresa 'Coliving Students' nació en el año 2010 en Barcelona, donde actualmente gestionan seis edificios completos de pisos para estudiantes. Ahora, han decidido dar un paso más y crear su “buque insignia” en Pamplona.
Situado en un palacete de la calle San Antón, este nuevo edificio, destinado exclusivamente para estudiantes, alberga ocho pisos compartidos con cuarenta plazas en total.
“Vinimos a Pamplona porque es la ciudad de España con mayor población de estudiantes a nivel porcentual. Un 12% de la población es estudiante, mientras que Barcelona, que tiene 1 millón de habitantes, solamente hay un 6%”, explica Rosa Ceravalls, gerente de la empresa y natural de Barcelona.
“Los biorritmos de los estudiantes y los de las familias son diferentes, por ello trabajamos con edificios enteros, para evitar conflictos y asegurar una buena convivencia”, recalca.
En 'Coliving Students' reutilizan “exclusivamente edificios antiguos desde 1700 hasta 1905”, por lo que se caracterizan por respetar el patrimonio, “sacando todo lo que tiene valor de esos edificios, como la piedra, el ladrillo, las vigas, la madera original, y restaurándolo”. La dirección de la obra ha corrido a cargo de los arquitectos Josetxo y Michel Arauzo.
“A partir de ahí creamos un entorno moderno, con toda la nueva tecnología, pero absolutamente neutro para potenciar el valor histórico de esos edificios”, afirma la gerente.
SOSTENIBILIDAD
Además, también trabajan de acuerdo con los estándares de sostenibilidad de Naciones Unidas: “Tenemos suelos radiantes, el sistema de agua caliente es por aerotermia, un sistema muy eficiente y de bajo consumo, la electricidad es también de bajo consumo”.
“Los ventanales son una réplica exacta de los originales. Estos los hemos recuperado y hemos hecho unas puertas correderas con ellos”, cuenta.
Con el fin de no estropear la escalera original, han situado un ascensor panorámico en el patio de luces: “Cuando esté ya todo ocupado vendrá un grafitero para hacer toda una serie de grafits en los diferentes niveles para que cuando subas por ese ascensor de cristal vayas viendo dibujada la Selva de Irati y el edificio de las Oblatas, entre otras cosas, hasta llegar a San Fermín”.
SEGURIDAD
“El edificio está equipado con 14 cámaras de seguridad, no hay ni un punto ciego en ninguna de las partes públicas. Todos los pisos están equipados con sonómetros para controlar el nivel de ruido, el máximo se sitúa en 30mB”, dice Ceravalls.
Este año, a raíz de la crisis del coronavirus, también han tenido muy presente la seguridad sanitaria: “Desde 2017 tenemos integrado un sistema de apertura de puertas a través del teléfono, no existen llaves físicas para evitar el contacto con las puertas”.
Además, “todas las zonas públicas tienen unas luces ultravioletas para esterilizar, un sistema de ozono y en la planta baja hay una cámara biométrica, para que reconozca a los residentes, y biotérmica, para la fiebre”.
El precio base de una habitación estándar es de 540 euros, mientras que las suites suben a 580. También existe la posibilidad de añadir elementos extra como servicio de limpieza de habitación o catering.
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