• sábado, 20 de abril de 2024
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SOLDARIDAD

Las quejas de un cocinero navarro al que le han cortado su actividad benéfica: "Me siento como en un ataúd"

Se trata de Juan Manuel Pedreño, que lleva tres años repartiendo comida entre familias necesitadas de Pamplona a través de su proyecto Sonrisas de Comida.

Juan Manuel Pedreño en su cocina del restaurante Elordi. FB
Juan Manuel Pedreño en su cocina del restaurante Elordi. FB

El proyecto solidario pamplonés Sonrisas de Comida no está pasando por un buen momento. Esta idea, que nació de la mano de Juan Manuel Pedreño, cocinero del restaurante Elordi (Arre), ha permitido repartir alimentos a familias necesitadas de la ciudad durante tres años, día tras día. 

Pero esta semana, las familias que habitualmente acudían a los puntos donde Pedreño entregaba la comida, se han quedado con las manos vacías. Según cuenta el cocinero, el restaurante Elordi, del que es uno de los dos socios, ha sido desde siempre el lugar que aprovechaba para cocinar los alimentos que la gente les donaba. Ahora su socio le ha dado un ultimátum: no quiere que continúe realizando sus trabajos de la caridad en el restaurante.

"Entiendo que no a todo el mundo le guste mi idea, pero esto no ha perjudicado el negocio, es más, lo ha puesto en el mapa. Este tipo de acciones han beneficiado al restaurante y además por algo bueno", cuenta el cocinero a Navarra.com.

 

Pedreño, relata que el pasado 2016 llegó a un acuerdo verbal con su socio por el que hizo un equipo legal de voluntariado dentro de la cocina para continuar con Sonrisas de Comida. "Pero el pasado mes me dio un ultimátum diciéndome que no podía seguir en el restaurante y la semana pasada tiró unos 200 kilos de comida que habíamos recaudado para ayudar a familias", continúa.

"No he cobrado ni un duro por esas 6.000 comidas que hemos regalado", agrega Pedreño, que recalca que tan solo utilizan el restaurante para cocinar para los necesitados.

UN PROYECTO QUE ES "COMO UN HIJO"

"Yo comencé a hacer Sonrisas de Comida hace 3 años y me encanta. Yo vivo de la cocina pero me gusta echar una mano a la gente que no puede", señala Pedreño. 

Desde entonces, todas las semanas, el cocinero ha repartido alimentos en distintos barrios de la ciudad a una media de entre 16 y 20 familias por semana. "Tengo que luchar por que este proyecto siga y de momento lo haré por las redes sociales, ya que gracias a ellas he llegado lejos en estos tres años", detalla.

El sueño de Pedreño es lograr que al letrero donde pone 'Elordi' le acompañe un: 'Sonrisas de Comida'.

"Si no se puede continuar con el proyecto me iré a otro sitio. Me siento como en un ataúd. Esto era mi caja de música. Para mí este proyecto es como un hijo: lo he criado, hemos progresado y hemos hecho el bien. Regalamos sonrisas con este proyecto. Mi sueño es un restaurante en el que el 10% de los beneficios de cada menú que vendamos se destine a Sonrisas de Comida. De esta forma nos aseguraremos que en nuestra despensa tengamos siempre alimentos solidarios", concluye el cocinero.


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