• viernes, 19 de abril de 2024
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SOCIEDAD

El porrito es delito y afecta a la salud: Navarra lanza una campaña ante el uso normalizado de esta droga

La campaña busca concienciar ante la amplia normalización y tolerancia social, con creencias de que el consumo resulta natural e inofensivo.

Un conductor lía un porro en el coche. ARCHIVO
Un conductor lía un porro en un coche. ARCHIVO

El Departamento de Salud del Gobierno de Navarra ha puesto en marcha la campaña 'El cannabis afecta a tu cerebro ¿Lo has pensado?' con la que propone, tanto a población joven como adulta, "reflexionar sobre la normalización social del consumo recreativo de cannabis, bajo la creencia de que es inofensivo". Además, informa de los riesgos para la salud que supone, especialmente en menores.

La campaña ha sido presentada este jueves por el consejero de Salud, Fernando Domínguez, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por la directora gerente del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), María José Pérez Jarauta, y por la jefa de la sección de Promoción de la Salud y Salud en todas las políticas del ISPLN, Margarita Echauri.

Domínguez ha remarcado que el consumo de cannabis "afecta al cerebro" e influye sobre todo en la adolescencia y la juventud "que son los periodos de la vida en la cual se produce el desarrollo cerebral y la adquisición de capacidades cognitivas".

Enmarcada en las acciones que realiza el III Plan de Prevención sobre Drogas y Adicciones, esta iniciativa responde a "la alta prevalencia en Navarra del consumo recreativo de cannabis, marihuana y otros derivados, especialmente en menores y jóvenes", con un 39,5% de los navarros adultos y un 38,6% entre la población de 14-18 años que ha probado esta sustancia alguna vez.

Se trata de unos datos que, junto con la Comunidad Autónoma Vasca y Valencia, sitúan a los consumidores de marihuana navarros "entre los mayores de España y los más altos de Europa".

Asimismo, María José Pérez Jarauta, ha justificado la campaña debido al "marco de amplia normalización y tolerancia social, con creencias de que el consumo resulta natural e inofensivo que no se ajustan al conocimiento científico actual".

Para la campaña se han editado 15.000 folletos con información sobre el cannabis y sus riesgos, así como 10.000 carteles que se distribuirán en diferentes espacios como centros de salud, hospitales, servicios sociales municipales, piscinas y otros espacios deportivos y de ocio, sociedades gastronómicas.

Otros soportes de publicidad incluyen cuñas radiofónicas, anuncios y videos en redes sociales y cines, anuncios en prensa; marquesinas, vinilos en la estación de autobuses y edículos de los parking, y la creación del espacio web para consultas. La campaña cuenta, además, con una web, en castellano y euskera.

4 DE 10 JÓVENES HA CONSUMIDO CANNABIS

En Navarra la presencia y el consumo de cannabis, para uso recreativo y no para el terapéutico, "se ha normalizado", aunque en menor grado que el alcohol o el tabaco: el 39,5% de la población adulta entre 15 y 64 años y cerca del 38,6% de la población entre 14 y 18 años (frente al 31% media española) lo han probado. En este grupo de edad con una tendencia descendente desde 2006 pero con dos repuntes, uno de 2008 a 2012 y otro en 2014-2016.

Por su parte, el porcentaje de población que lo ha consumido en los últimos 30 días, se sitúa en un 19% en el grupo de 18 a 29 años y en un 22% en la población de 14 a 18 (18% media española).

La edad de inicio en el consumo de cannabis se sitúa en los 14 años y medio, una cifra que se ha mantenido estable desde 2010 y que es similar a la del conjunto nacional, situada en los 14,8 años.

Si bien se requieren más estudios para concluir respecto a los efectos del consumo ocasional, continuado y de riesgo, problemático o adictivo, se constata un aumento de la presencia del cannabis en los accidentes de tráfico y aparece también acompañando a las intoxicaciones etílicas atendidas en urgencias pediátricas (menores de 15 años) en las cuales la presencia de cannabis se ha duplicado del periodo 2007-2011 al periodo 2011-2016, pasando de un 7 a un 14%.

En los Centros de Salud Mental (CSM) se mantiene de 2017 a 2018 el número de pacientes atendidos con trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de cannabinoides como diagnóstico principal o secundario, 362 casos y 355.

Respecto a las atenciones en adolescentes, en el programa Suspertu de Proyecto Hombre en 2018 de 72 nuevos ingresos, 51 (71%) manifiestan consumo de cannabis con un patrón mayoritario de consumo diario y edad de inicio de 13,8 años, mayoritariamente chicos.

RIESGOS Y CONSECUENCIAS DEL CANNABIS

La jefa de la sección de Promoción de la Salud y Salud en todas las políticas del ISPLN, Margarita Echauri, se ha referido en la rueda de prensa a los riesgos derivados del consumo de cannabis.

Echauri ha destacado que los efectos de esta sustancia pueden "variar de una persona a otra y pueden convertirse en consumos de riesgo con consecuencias para la salud y la vida".

A corto plazo "produce efectos que se perciben como beneficiosos como bienestar y una cierta euforia". Pero también produce "deterioro de la memoria y dificultad para realizar tareas que requieren atención o concentración, lo que puede afectar al aprendizaje y el rendimiento escolar o laboral, favorecer el absentismo y el fracaso, incidiendo en la ruptura de trayectorias vitales".

El consejero de Salud, Fernando Domínguez, presenta la campaña para advertir de los riesgos del consumo de cannabis ante su uso normalizado. GOBIERNO DE NAVARRA

El THC presente en el cannabis se considera la causa principal del deterioro de las capacidades de conducción y manejo de algunas máquinas (atención, concentración, coordinación y tiempo de reacción), lo que "da lugar a accidentes de tráfico o laborales con distintas consecuencias".

La tolerancia al THC "es muy desigual y diferentes dosis en distintas personas puede provocar una intoxicación que produce malestar, de estómago y/o vómitos, que se suele acompañar de sensación de agobio, falta de movilidad, sudores o escalofríos, aumento del ritmo cardíaco, desorientación, etc., y que se conoce como 'blancazo'".

Además, se relaciona con reacciones mentales adversas como ansiedad, miedo, desconfianza o pánico y se estudia también la asociación encontrada en algunos casos entre consumo de marihuana y episodios aislados de psicosis aguda con alucinaciones, delirios, paranoia y pérdida del sentido de la identidad personal o como desencadenante de la implantación de algunos problemas graves de salud mental.

A los riesgos del cannabis se suman riesgos cuando se consume con otras drogas, siendo frecuente el policonsumo.


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