Cerca de 3.500 personas en situación de vulnerabilidad serán las beneficiarias directas de las ayudas que la Obra Social La Caixa.
Cerca de 3.500 personas en situación de vulnerabilidad, principalmente personas mayores, con discapacidad o enfermedad crónica, serán las beneficiarias directas de las ayudas que la Obra Social La Caixa ha concedido este año a cinco proyectos impulsados por entidades sociales que actúan en la Comunidad de Navarra. La aportación económica total a estos proyectos asciende a 103.600 euros.
Se trata del proyecto de la Asociación de Daño Cerebral de Navarra titulado 'Promoción de la autonomía personal en personas mayores con afectaciones neurológicas y prevención de su situación de dependencia', con 230 beneficiarios y un importe concedido de 28.000 euro; el proyecto de la Fundación Atena 'Promoción de la autonomía personal de las personas con discapacidad a través del arte', con 594 beneficiarios directos y un importe concedido de 24.000 euros.
También del proyecto de la Asociación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Navarra en el centro de Promoción de la Autonomía Personal, con 50 beneficiarios y un importe concedido de 24.000 euros; del proyecto de la Fundación Profesionales Solidarios 'Cuidando a nuestros mayores. No a la soledad', con 600 beneficiarios y un importe de 15.600 euros; y del proyecto de la Asociación de Personas Sordas de Navarra 'Servicio de Accesibilidad para personas sordas y sordociegas', con 2.000 beneficiarios y un importe concedido de 12.000 euros.
La convocatoria de Promoción de la autonomía Personal y atención al envejecimiento, a la discapacidad y a la enfermedad es la primera en resolverse del Programa de ayudas a proyectos de iniciativas sociales 2019, que destina este año en toda España 4,2 millones de euros a 187 proyectos con más de 65.000 beneficiarios directos.
El objetivo de la convocatoria es "promover la vida independiente, la autonomía personal y la calidad de vida de las personas mayores y las personas con discapacidad, trastorno mental u otras enfermedades, así como atender las necesidades de su entorno familiar.
Por esta razón, se contemplan tres grandes ámbitos de actuación con unas líneas prioritarias muy concretas. En el de personas mayores y retos derivados del envejecimiento se incluye la promoción de la autonomía personal y prevención de la fragilidad (física, cognitiva, emocional y social), la dependencia y sus efectos; la atención sociosanitaria a la dependencia que tenga en cuenta los valores y la biografía de la persona; la prevención y respuesta ante el aislamiento social y la soledad no deseada en personas mayores, que fomente su empoderamiento; y el apoyo psicosocial al entorno familiar y relacional de las personas mayores.
En el ámbito de discapacidad y salud mental se recoge la promoción de la autonomía personal, el desarrollo psicosocial y la vida independiente; la atención a personas con discapacidad o trastorno mental, potenciando un modelo comunitario centrado en la persona; el apoyo psicosocial en el entorno familiar y relacional de las personas con discapacidad y con trastorno mental; la promoción del ocio y el tiempo libre inclusivo y fortalecimiento de las redes relacionales, y la accesibilidad universal.
En cuanto al ámbito de la humanización de la salud, se busca la mejora de la calidad de vida de personas en situación de enfermedad; la atención sociosanitaria centrada en la persona, y la atención psicosocial a las personas que se encuentran al final de la vida y sus familias.
