El abogado y expresidente de la Diputación traza la historia de Navarra y hace frente a los "mitos abertzales" en su nueva publicación.
Una historia de Navarra completa y que haga frente a los mitos abertzales. Esta es la nueva publicación del doctor en derecho Jaime Ignacio del Burgo, que acaba de ser publicada por la editorial Almuzara. Del Burgo fue presidente de la Diputación de Navarra, además de senador y diputado por la Comunidad foral (UPN-PP).
"Navarra en la Historia. Realidad histórica frente a los mitos aberzales", es un "repaso apasionante de la historia de Navarra desde sus orígenes hasta nuestros días".
Del Burgo firmó libros este miércoles en Pamplona en la Libería Universitaria de la calle Sancho el Fuerte acompañado de Manuel Pimentel, exministro en el Gobierno de José Mª Aznar y presidente de la editorial Almuzara.
El libro arranca con uno de los hitos fundamentales como es el de la fundación de Pamplona, en el invierno de los años 75 a 74 del siglo I A.C., por el general romano Pompeyo, en el corazón del territorio de la tribu hispana de los vascones, que coincidía más o menos con el actual de Navarra.
Desde entonces, afirma Del Burgo, los vascones experimentaron un profundo proceso de romanización que dejaría huellas imperecederas, al igual que en el resto de España; la lengua, el derecho y, sobre todo, el cristianismo, serán una muestra significativa de esta influencia.
Sobre la gestación del Reino de Navarra, del Burgo concluye que “tras las grandes convulsiones que padeció la Península Ibérica desde el derrumbamiento del Imperio romano en el siglo V y, sobre todo, tras la pérdida de España a manos del Islam, en las postrimerías del siglo VIII o comienzos del siglo IX, en las estribaciones del Pirineo occidental surge el reino de Pamplona, que a finales del siglo XII pasará a denominarse reino de Navarra, auténtico crisol de lenguas y culturas diferentes”
El Fuero cómo uno de los elementos fundamentales de la identidad navarra será otro de los temas fundamentales de este libro. Según el autor, "se trata del conjunto de normas e instituciones garantes de la libertad colectiva del pueblo navarro".
“En los primeros capítulos del Fuero General de Navarra de 1237 se contiene el llamado Fuero Antiguo, fruto del pacto fundacional de la monarquía navarra. Antes de alzarlo sobre el pavés, los navarros exigieron al rey que prestara el juramento de respetar conservar y mejorar sus derechos y libertades”.
Especial atención le dedica Del Burgo a los sucesos que condujeron en 1515 a la incorporación del reino de Navarra a la Corona de Castilla. Una circunstancia que se originó por vía de unión equae-principal. Este principio jurídico le permitió a Navarra el conservar su naturaleza propia como reino de por sí, tanto en leyes, como en territorio y gobierno.
En otro orden cosas, se destaca en este volumen la vocación hispana de Navarra, a pesar de que desde la muerte de Sancho VII el Fuerte -el héroe de la batalla de las Navas de Tolosa-, la corona pasó a manos de dinastías francesas. Un hecho que no fue óbice, según Del Burgo, para continuar con esta vocación que se revelaría con más rotundidad a partir de su integración en la Monarquía española en el siglo XVI.
Del Burgo relata, igualmente, cómo en Navarra, a pesar de la pérdida de su condición de reino en 1839, pero gracias a la Ley Paccionada de 1841 y el Amejoramiento del Fuero de 1982, fruto de un nuevo pacto con el Estado, "nunca se apagó la antorcha de la libertad foral”, una circunstancia, que a su juicio, “le asegura una amplísima autonomía política, que le ha permitido un impresionante desarrollo en todos los órdenes”.
La aparición del nacionalismo vasco a finales del siglo XIX es otro de los capítulos que se tratan en este libro. Según el autor, "éste no ha cejado en su empeño de conseguir que Navarra diluya su personalidad en el seno de Euskalherria, trasladado su lucha totalitaria y revolucionaria al campo de la historia, con una manipulación sin precedentes”.
Así, a lo largo de esta obra el autor pone de manifiesto las falsedades y mitos abertzales que tratan de apartar a Navarra de su inequívoca condición española.
"Tras una serie de intentos fracasados del nacionalismo vasco, éste no tiene otro fin que el de lograr la integración del pueblo navarro en la pretendida República Confederal euskalherríaca y su conversión en un territorio histórico más de una nación vasca que jamás ha existido”, concluye Del Burgo.
UNA LARGA TRAYECTORIA POLÍTICA
Jaime Ignacio del Burgo (1942) es un jurista, político y publicista navarro. Doctor en Derecho y Abogado-Economista por la Universidad de Deusto. A lo largo de su dilatada trayectoria ha llevado a cabo una intensa actividad profesional, primero en la empresa privada, después en la Administración Foral de Navarra y desde 1975 ejerce la profesión de abogado.
Fue Senador por Navarra (1977-1982 y 1986-1989), Diputado al Congreso (1989-2008) y Parlamentario foral de Navarra (1979-1987). En abril de 1979 se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente de la Diputación Foral de Navarra o Gobierno de Navarra (1979-1984).
Es Académico correspondiente de las Reales Academias de la Historia, de Ciencias Morales y Políticas, y de Jurisprudencia y Legislación. Pertenece a la Orden del Mérito Constitucional y está en posesión de la Cruz de Honor de la Orden Civil de San Raimundo de Peñafort.
En el proceso constituyente, como miembro de la Comisión Constitucional del Senado, participó activamente en la elaboración de la Constitución y de manera especial en la redacción de la disposición adicional primera (derechos históricos de los territorios forales) y de la disposición transitoria cuarta (derecho de Navarra a decidir libremente su destino en la España de las autonomías).
Asimismo, fue promotor y se le considera “autor intelectual” del Amejoramiento del Fuero de Navarra de 1982.
Es autor de 36 libros sobre temas constitucionales, históricos, forales y políticos así como de casi un gran número de trabajos monográficos publicados en revistas especializadas y de cientos de artículos en la prensa navarra y nacional.
