En Navarra, más de 230 trabajadores "ven amenazado su futuro, con recortes y extinciones de contratos", denuncian CCOO y AMYC.
Los trabajadores del Grupo Banco Popular, convocados por CCOO y AMYC (Asociación de Mandos y Cuadros), se han concentrado esta tarde por segunda vez consecutiva frente a la oficina de la Plaza del Castillo de Pamplona para "rechazar el proceso de despido colectivo".
Mientras continúan las reuniones de negociación entre sindicatos y dirección de la entidad, este jueves se ha anunciado que "si no se llega a un acuerdo antes del domingo 6 de noviembre, habrá huelga", señala en un comunicado el sindicato. Esta será el próximo jueves 10 de noviembre en todas las oficinas de España, también en la de Pamplona.
Tras varias jornadas de movilización, añaden, "la dirección del grupo cedió a la reivindicación de CCOO y admitió que no sobran 2.900 personas. La dirección ha situado ahora la cifra en 2.592 personas, reduciendo en aproximadamente unos 400 el total de los 3.000 despidos anunciados inicialmente".
Así, han denunciado que en Navarra "más de 230 trabajadores del grupo ven amenazado su futuro, con recortes y extinciones de contratos, que pueden afectar hasta a un tercio de la plantilla".
CONDICIONES ESPECIALES DE SALIDA
De ellos (unas 70 personas), 38 pertenecen al colectivo de más de 59 años, para los cuales se plantean condiciones especiales de salida, dada su "dificultosa empleabilidad". Según Josu Ros, secretario de la Federación de Servicios de CCOO Navarra, “en CCOO tenemos claro que las consecuencias de gestiones nefastas no deben recaer únicamente sobre los trabajadores y trabajadoras. No es de recibo el pago de dividendos a accionistas, ni las políticas de remuneraciones desorbitadas a sus directivos”.
CCOO exige "la mejora de las condiciones de los despidos y el respeto a la voluntariedad y continuará luchando para reducir los efectos de este salvaje despido colectivo".
Además, explican que el sindicato "seguirá negociando para defender el empleo y los derechos de la plantilla, para reducir al máximo el número de despidos y para garantizar las mejores condiciones posibles durante este proceso".
También plantea "una plataforma de condiciones, en las que se reduzca visiblemente el número de personas que salgan de la entidad, y lo hagan de manera voluntaria y sin medidas traumáticas".
