• jueves, 28 de marzo de 2024
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SOCIEDAD

La bolsa de alquiler social de Navarra roza lo histórico aunque no bate el objetivo fijado por Barkos

El vicepresidente Miguel Laparra ha presentado el balance del año de las medidas aplicadas por su departamento sobre este programa.

Una persona saca las llaves para acceder a su vivienda. ARCHIVO
Una persona saca las llaves para acceder a su vivienda. ARCHIVO

El programa de Bolsa de Alquiler de viviendas del Gobierno de Navarra ha incorporado 68 nuevas unidades este año hasta totalizar 553, la cifra más alta desde la puesta en marcha del plan, en 2008, lo que equivale a un incremento del 14 %.

Así lo ha señalado el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, en la presentación del balance de 2017 de las medidas aplicadas por su departamento sobre este programa, acto en el que además ha adelantado las medidas previstas para 2018, ha informado el Ejecutivo foral.

Al respecto, ha señalado que para este año se mantienen las subvenciones aplicadas en 2017 y se mejora la fiscalidad para las personas que pongan la vivienda de su propiedad a disposición de la Bolsa de Alquiler social del Gobierno de Navarra, así como una mejora de la fiscalidad tanto para inquilinos jóvenes como para familias monoparentales.

Como principal novedad respecto a 2017, se elimina la retención mensual del 19 % que practicaba Nasuvinsa en concepto de rendimiento de arrendamientos de bienes inmuebles. La persona propietaria ajustará ese impuesto con Hacienda que, dada la reducción del 40 % de los rendimientos obtenidos, suele practicar una liquidación mínima o inexistente.

Laparra ha confirmado el resto de atractivos introducidos en 2017 para la captación de nuevas viviendas, como la nueva convocatoria de subvenciones equivalentes a tres mensualidades y que oscilaría entre 945 y un máximo de 1.600 euros.

Algunos inquilinos también han visto mejorado su tratamiento fiscal, como los jóvenes (hasta 30 años) y las familias monoparentales, que podrán incrementar su deducción hasta 1.500 euros, frente a los 1.200 euros actuales, siempre que su capacidad económica sea igual o inferior a 30.000 euros.

Estas medidas que afectan a todos los inquilinos independientemente de si están en un programa público o no, buscan incentivar la emancipación de la juventud así como facilitar el acceso a una vivienda de un colectivo con especiales dificultades como son las familias monoparentales.

Laparra ha informado, además, sobre la cuantía de las subvenciones a los propietarios en 2017, cuando ha habido 114 subvenciones a la propiedad de las viviendas, por un importe total de 152.878 euros (subvención media de 1.341 euros), con 92 de estos expedientes de viviendas que se han incorporado al programa y 22 de otras que ya estaban y se mantendrán en el mismo otros 5 años.

Las mismas fuentes aseguran que las medidas aplicadas en lo que va de legislatura comienzan a presentar datos favorables, en cuanto a la incorporación de nuevas viviendas privadas al contingente de alquiler gestionado por la sociedad pública Nasuvinsa.

El Gobierno tiene el objetivo de captar 100 viviendas anuales y que la Bolsa de alquileres disponga de 700 en la primavera de 2019. Donde no llega la oferta económica, lo hace la seguridad jurídica.

Recuerdan que en un estudio reciente, las personas que han puesto su vivienda en alquiler a través de la Bolsa de Nasuvinsa, califican el programa con un 7,4 sobre 10. El 92 % recomendaría el programa a otras, si bien la principal queja es la renta obtenida. La seguridad del cobro y la garantía de recuperación del piso en buenas condiciones son muy valoradas por los arrendadores.

El programa navarro de alquiler social de viviendas, conocido como Bolsa de Alquiler, terminará así 2018 siendo el más completo en la movilización de viviendas particulares de toda España.

Laparra ha realizado un breve balance sobre la Bolsa de Alquiler en lo que va de legislatura y ha recordado cómo en 2016 el programa de alquiler social se extendió a toda Navarra y se flexibilizaron ciertos requisitos, como la dimensión de la vivienda o el tiempo mínimo en el que debía haber estado vacía.

En 2017 se ha incrementado la renta percibida por las personas propietarias de los pisos (gastos de comunidad hasta 50 euros al mes sufragados por Nasuvinsa), se ha simplificado la gestión en las mejoras de la habitabilidad (eficiencia energética y reparaciones), financiación sin intereses de gastos de rehabilitación para adecuar la vivienda al alquiler hasta 12.000 euros o expedición del certificado de eficiencia energética por cuenta de Nasuvinsa.

Tras cuatro años sin calificar vivienda protegida en régimen de arrendamiento, en 2017 han recibido la calificación provisional 7 promociones, un total de 218 viviendas, 185 de las cuales han sido impulsadas por la sociedad pública Nasuvinsa.


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