• viernes, 29 de marzo de 2024
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SOCIEDAD

El arzobispo de Pamplona: "La Navidad "invita a restaurar la vida y darle un cambio"

 "A todos los niveles se han de cuestionar ciertas formas de vida que contradicen a la dignidad humana", ha resaltado.

Monseñor Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona. EFE
Monseñor Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona. EFE

El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, considera que "el problema" de la sociedad actual "no es ni material ni económico" sino "antropológico" ya que "se está perdiendo la figura de la persona como la obra de arte más preciosa de la creación".

Francisco Pérez, en una entrevista difundida por el arzobispado con motivo de la Navidad, ha precisado que en estas fiestas "confluyen dos contradicciones: el consumismo y la preocupación por los necesitados".

"Lo primero es puro egoísmo", ha agregado el arzobispo, quien, respecto a los segundos, ha tenido un recuerdo para los desplazados "y los que viven inhumanamente en los campamentos de refugiados a causa del azote del yihadismo". "No podemos permitir tal atrocidad y hemos de ayudarles para que vivan con un mínimo de dignidad", ha señalado.

También ha considerado que "a todos los niveles se han de cuestionar ciertas formas de vida que contradicen a la dignidad humana".

"CONTINENTE DE VIEJOS"

Al respecto, ha citado "la cultura de la muerte, con las leyes que lesionan lo más sagrado que existe y que es la vida".

"El continente europeo es un continente de viejos; las leyes de muerte, desde que se implantaron, han eliminado a noventa millones de niños y ahora no hay juventud", ha sostenido para aludir también a la familia y subrayar que "no recibe todo el apoyo suficiente".

Según ha subrayado, "una sociedad sin la fuerza de la familia, el amor de un hombre y una mujer que forman su propio hogar, se convierte en un cuerpo social enfermo de gravedad".

"Un cuerpo sin la fuerza de las células se descompone", ha manifestado además el arzobispo, quien, en relación con la educación de los niños y jóvenes, ha abogado por "propiciar los valores esenciales en su estilo de comportarse y en su forma de vida".

Y es que, a su juicio, "sin los principios fundamentales para regir su vida, puede convertirse en una 'bomba de relojería' que explota en el momento menos pensado de su vida".

"La droga, el sexo desaforado o las costumbres anárquicas no son buena sementera de futuro", ha agregado el arzobispo, quien, por eso, ha valorado que la Navidad "invita a restaurar la vida y darle un cambio" para ser "excelentes administradores de la vida corporal y espiritual"


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