En función de su gravedad, el pasado año se contabilizaron 7.506 accidentes leves, 55 accidentes graves y 6 mortales.
Los accidentes laborales ascendieron en Navarra el año pasado a 7.567, lo que supone un aumento del 9,8 % en relación al año anterior, mientras que en el primer trimestre de 2017 el incremento ha alcanzado un 14 %.
El informe anual realizado por el Departamento de Salud Laboral de la UGT, con motivo de la celebración el 28 de abril del Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo, vincula este repunte con el aumento de la precariedad y la intensificación del trabajo y la "debilidad" del sistema preventivo, "incrementada por la insuficiente inversión de las empresas en materia de seguridad, especialmente las pymes, como consecuencia de la crisis".
En función de su gravedad, el año pasado se contabilizaron 7.506 accidentes leves (677 más que en 2015), 55 accidentes graves y 6 mortales, 2 más y 2 menos, respectivamente, que en 2015.
Los accidentes laborales sin baja se elevaron el año pasado a 7.805, duplicando ampliamente los 3.022 contabilizados el año anterior y superando a los accidentes con baja (7.654).
Para la secretaria de Acción Sindical de la UGT de Navarra, Marisol Vicente, "esta anomalía tiene que ver tanto con la mayor inestabilidad y precariedad laboral provocadas por la reforma laboral de 2012, que ha instalado entre los trabajadores el miedo a perder el puesto de trabajo en el caso de caer de baja, como con la actuación de las mutuas, que gestionan la casi totalidad de las contingencias profesionales y tienden a rebajar la calificación de los accidentes de trabajo".
Respecto al índice de incidencia, el aumento registrado en 2013 (28,6 accidentes por mil trabajadores), ha continuado en 2014 (30,5), en 2015 (31,7) y en 2016 (34).
La UGT subraya en un comunicado que estos datos "indican que se ha consolidado el cambio iniciado en 2013 en la tendencia descendente de la siniestralidad laboral que se venía observando de manera ininterrumpida durante la última década".
Se trata, indica el sindicato, de "un cambio propiciado por el aumento de la precariedad que caracteriza al empleo que esté generando el crecimiento de la economía, la intensificación de los ritmos de trabajo y el deterioro y relajación de la actividad preventiva, como consecuencia de la disminución de la inversión en seguridad".
De hecho, resalta la UGT, los accidentes laborales ya empezaron a aumentar en 2013 (un 4,1 %) y han seguido aumentando en 2014 (7,3 %), 2015 (5,91 %), 2016 (9,8 %) y en 2017 (un 14 % interanual en el primer trimestre).
De las investigaciones realizadas y de la información recabada tras los accidentes por los equipos de prevención de riesgos laborales de la UGT, se puede definir el perfil del accidentado como un trabajador generalmente joven, pero también mayor de 55 años, con poca antigüedad en su puesto, que trabaja en una empresa pequeña y, en muchos casos, de origen extranjero.
"Parece claro", señala Vicente, "que detrás de este perfil está la precariedad laboral o, lo que es lo mismo, la rotación excesiva, la falta de información sobre los riesgos del puesto de trabajo, la carencia de formación sobre cómo desempeñar las tareas con seguridad, las jornadas excesivamente prolongadas, el trabajo a destajo, las horas extraordinarias, la carencia de delegados de prevención y, en muchos casos, incluso de representación sindical en la empresa"
Por estos motivos, la UGT demanda derogar las reformas laborales, revertir la reforma del marco jurídico de las mutuas, intensificar las políticas activas en materia de prevención, y reforzar los mecanismos de control del cumplimiento de la legislación en materia de igualdad en las empresas y de lucha contra el fraude laboral y la economía sumergida.
Asimismo, se reclama desarrollar la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2015-2020, haciendo especial hincapié en todas las cuestiones relacionadas con las enfermedades de origen laboral, y recuperar, en el marco de la empresa, las inversiones en prevención y seguridad, así como la centralidad de la negociación colectiva en las relaciones laborales.
Por último, se plantea restablecer la figura del Delegado de Prevención de Navarra, con el objetivo de atender a las empresas de menos de seis trabajadores, que no tienen derecho a elegir un delegado de personal, y asegurar el derecho a la salud y la seguridad y los niveles de protección a estos trabajadores en los mismos términos que en el resto de las empresas.
