• jueves, 28 de marzo de 2024
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SOCIEDAD

Alarma entre los vecinos de Pamplona por la gran cantidad de nidos de avispa en las orillas del río Arga

El ayuntamiento ha recibido numerosos avisos de los vecinos por nidos de avispas, en especial, en las orillas del río Arga.

Nido de avispa asiática retirado en Pamplona. AYUNTAMIENTO
Nido de avispa asiática retirado en Pamplona. AYUNTAMIENTO

Ante la alarma creada entre la ciudadanía por los nidos de la llamada avispa asiática (Vespa velutina), que se pueden ver en las orillas del río Arga, el Ayuntamiento de Pamplona ha querido insistir en que en esta época del año están vacíos y, por tanto, no suponen ningún riesgo para las personas.

"Durante los meses en que los árboles caducifolios están sin sus hojas, los nidos de avispa asiática son muy visibles"ha informado el Consistorio, "provocando una sensación de alarma en la población".

Los nidos de la avispa asiática son grandes y de forma esférica, construidos normalmente en las copas y partes altas de los árboles, y menos frecuentemente, en arbustos.

Los árboles más frecuentados por esta especie son los chopos, plátanos de paseo, nogales y falsas acacias, y también pueden nidifica en  construcciones. Los avisos de avistamientos de estos nidos se producen mayoritariamente  en las orillas del río Arga.

Esos nidos que se avistan  en este  periodo invernal, están vacíos y las avispas nunca vuelven reutilizarlos. Debido a la altura donde se ubican y al hecho de que son nidos ‘no activos’,  su presencia no conlleva ningún riesgo para la población.

Con el tiempo, debido a que están hechos de celulosa, acaban deshaciéndose, por lo que ni siquiera es necesario retirarlos en esta época del año. Por tanto, se puede decir que son nidos de la temporada anterior que, en el caso de este año, han aumentado en número debido a las suaves temperaturas del invierno.

El Ayuntamiento de Pamplona ha retirado durante los meses de junio y julio los nidos primarios de avispa asiática, más accesibles; y a partir de septiembre, los nidos secundarios que se han podido localizar y a las que se ha podido acceder, ya que se ubican a mayor altura y es necesario un camión o una grúa para recogerlos.

Se procede a su eliminación si se detecta alguno en el casco urbano para evitar picaduras, tal y como se hace con cualquier otro himenóptero. El Consistorio agradece la colaboración ciudadana para detectar e inventariar los nidos y, así, disponer de información sobre la evolución de la especie.

EL CICLO DE LA AVISPA ASIÁTICA

Las reinas fecundadas -que han pasado el invierno hibernando- emergen en primavera y establecen un nido primario, poniendo unos 20 huevos de los que salen avispas obreras, que serán las que se trasladan a un árbol creando ya el nido definitivo en los meses de mayo o junio. Este nido pasa desapercibido porque en esa época el arbolado que eligen está en el momento de máximo esplendor de su follaje.

En este nido emergen nuevas obreras, machos y reinas, que una vez fecundadas, se dispersan a finales de agosto hasta octubre. En esas fechas preinvernales, la colonia deja de estar activa, la reina originaria muere y también el resto de sus habitantes. Es por ello que los nidos que se ven a finales del otoño y durante el invierno son totalmente inofensivos para la población y no supone ningún riesgo el no retirarlos.

Las reinas que se han dispersado antes hibernan durante este periodo, escondiéndose normalmente en grietas, cortezas de árboles, huecos de piedras, volviendo a repetir el ciclo a partir de marzo.

MÁS GRANDE QUE LA AVISPA COMÚN

La avispa asiática tiene el cuerpo en su mayor parte negro y marrón oscuro, con el cuarto segmento del abdomen de color naranja, a diferencia de la avispa y avispón común europeos. El avispón común europeo, con franjas amarillas, mide entre 3 y 3,5 centímetros, mientras que la avispa asiática es un poco menor, de unos 2,5 o 3 centímetros.

Las diferencias en cuanto al nido de avispa asiática respecto de otras especies autóctonas radican en el soporte elegido y en la situación de las entradas al mismo. El de la asiática tiene la entrada lateral en su parte superior, no se aprecian las celdillas y mayoritariamente eligen para su localización, la parte superior de árboles de gran altura.

Respecto a la salud humana, su incidencia sobre la población es similar al avispón común europeo o la avispa común, es decir, no ataca al ser humano si no es por molestia, y si se produce el ataque no va más allá de una reacción antihistamínica normal, salvo para las personas especialmente sensibles o con problemas de alergia a los himenópteros.

Los esfuerzos por erradicar la avispa asiática se deben, principalmente, al impacto ecológico que produce. Se trata de una especie exótica predadora de la abeja productora de miel y también de otros polinizadores. Su presencia tiene por tanto también un impacto socioeconómico al incidir sobre el número de las colmenas melíferas


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