Las floristerías de Pamplona trabajan a tope desde hace varias semanas en las fechas previas a la festividad de Todos Los Santos. Las visitas de los familiares a los cementerios se incrementan de forma notable y la mayoría deja unas flores como recuerdo.
Es el caso por ejemplo de FlorEsther en la calle Abejeras 18 bis en el barrio de Iturrama en Pamplona. Un establecimiento que está muy cerca de otros que hemos conocido en el apartado de comercio local como la tienda pescados y mariscos hermanos Arlegui o el histórico bar restaurante Vía Veneto.
Esther Irigoyen Otazu abrió su negocio de plantas y flores hace 36 años en el mismo local que ocupa actualmente con el nombre de Flores y Plantas Abejeras. Hace diez años cambió el nombre a FlorEsther con un aire diferente más fresco y actual. El proyecto fue una creación del arquitecto Iván Martínez con la colaboración de Yolanda Reclusa.
"Llevo como 36 años y quedamos algunas de mi quinta y nos queda un tirón por trabajar. Siempre luchando y peleando para que el barrio luzca. Yo era una chavala joven cuando empecé y había otra energía. Hemos pasado tiempos de todo tipo, pero siempre con una actitud de lucha, pelear y defender el negocio".
No dan a basto a trabajar en estas fechas: "Esto ahora mismo es una locura, estamos a tope. Tenemos mucho trabajo. Lo bueno es que como ya son muchos años ya está bastante organizado".
"Se trabaja mañana, tarde y noche. La atención con el cliente no es la misma de otros meses porque hay más colas y se corre más, pero con una buena experiencia se gestiona bastante bien", señala Esther.
Esther, una pamplonesa de toda la vida, cuenta con una empleada en la tienda y estos días tiene la ayuda de la familia: "Tiras de la familia que es lo que toca. Luego te odian todo el año y no quieren saber nada de ti", asegura con una sonrisa.
Tienen un horario especial estos días: "Abrimos este lunes 31 todo el día desde las 8,30 de la mañana hasta las 20 horas. El domingo día 1 a la mañana es un un día más tranquilo al estar todo preparado. El sábado29 todo el día y el domingo 30 por la mañana porque la gente va llevando poco a poco las flores a Pamplona y a los pueblos".
Hay mucha gente también que baja al cementerio el día de ánimas que es el día 2 de noviembre: "Algunas personas que están fuera de Pamplona y vienen para el fin de semana y bajan al cementerio después de Todos los Santos, pero ya es más una actividad tranquila y normal", señala Esther.
Lo que más se vende "es el crisantemo que tiene el privilegio de crecer en estas fechas y es una flor de siempre. También el clavel, y en el día a día la orquidea, la ortensia, el lilium porque se introducen flores nuevas. La gente que tiene cultura floral también demanda otras cosas más actuales y menos tradicionales".
El ramo de flores se coloca más en los nichos y el que tiene panteón o tumba lleva más cómodo un centro para que luzca más. La costumbre de llevar flores "va a menos en tamaño y ahora se hacen cosas un poco más pequeñas, pero se sigue vendiendo. A la gente le gusta llevar unas flores más grandes o más pequeñas", indica la dueña de FlorEsther.
La clientela en estas fechas "es gente del barrio y algunas caras que no ves durante el año. Da igual hombre que mujer joven o mayor. La chavalería de 18 a 30 años no está en este sector. La gente joven tiene otra mirada. A partir de los 40 para arriba tenemos más probabilidades de tener fallecidos".
En cuanto a los precios hasta el año pasado eran muy estables, "pero con este jaleo de que todo sube como el gasoil y las calefacciones encarecen también el producto. Yo no he subido prácticamente precio más que en tres o cuatro cosas contadas. Trato de contener un poco porque quiero que la gente compre y siga circulando el mercado", afirma Esther.
Esther pertenece a la asociación de floristas de Navarra, donde "no hay relevo generacional. Nos juntamos de vez en cuando si surgen problemas". Han hecho bastantes intervenciones: "En Saray con un lazo gigante en la Plaza del Castillo, a San Fermín y en los cien años de la plaza de toros se les decoró el escenario. Nos ha gustado colaborar porque es estar presentes en la vida de Pamplona y dar a conocer la profesión", concluye Esther.
En cuanto a los horarios para estos días, hasta el 2 de noviembre se mantiene el horario iniciado el 1 de abril: el cementerio abre a las 8 de la mañana y la puerta principal se cierra a las 19 horas mientras que el resto de puertas se cierran a las 18.30 horas.
A partir del 3 de noviembre y hasta el 31 de marzo, entra en vigor el horario de invierno, en el que la puerta principal se cierra a las 18 horas y el resto de puertas, a las 17.30 horas.
Entre el sábado 29 de octubre y el martes 1 de noviembre, el único acceso rodado abierto al cementerio de San José es desde la calle Biurdana, en la glorieta junto al instituto La Granja, de dirección única hasta Miluze.
El acceso desde la avenida de Navarra permanecerá cerrado para el tráfico rodado y abierto para peatones. Los vehículos estacionados en el aparcamiento frontal del cementerio podrán utilizar esta vía solo para salir. El acceso desde la calle Miluze se cierra, ya que únicamente se utilizará como salida.
En cuanto a los aparcamientos, se han reservado 25 plazas en la zona comprendida entre la puerta principal y el crematorio. Dos de estas plazas son para personas con problemas de movilidad, ocho para servicios funerarios y quince, para vehículos que den servicio al cementerio (floristerías, trabajadores del mármol), transporte público o vehículos de emergencia.
El resto de vehículos que accedan a la zona deberán estacionar en el lateral del río, donde hay 75 plazas, y en el aparcamiento de las piscinas (170 plazas). Los vehículos estacionados frente a la puerta principal podrán salir hacia la avenida de Navarra, mientras que el resto de vehículos estacionados (lateral del rio y aparcamiento piscinas) deberán salir hacia la calle Miluze.
