• jueves, 28 de marzo de 2024
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SAN FERMÍN

Los Sanfermines desde el cielo: el 'Ángel 23' y los tres 'cóndor' que vigilan la fiesta por el aire

Una de las vistas menos comunes y más impresionantes de las fiestas es observarlas desde uno de los helicópteros del del Servicio Aéreo Policial.

La Policía Nacional Recorre los cielos de Pamplona durante los sanfermines de 2019. MIGUEL OSÉS
La Policía Nacional Recorre los cielos de Pamplona durante los sanfermines de 2019. MIGUEL OSÉS

Multitud de escenarios de las fiestas de San Fermín son un lujo para el ojo humano, sin embargo, una de las menos comunes, a los que pocos tienen el lujo de acceder, es a observar las fiestas desde el cielo, en concreto, desde uno de los helicópteros del del Servicio Aéreo Policial (SAP).

La Policía Nacional Recorre los cielos de Pamplona durante los sanfermines de 2019. MIGUEL OSÉS

El 'Ángel 23' sobrevuela las fiestas y conoce Pamplona como la palma de su mano. Este es el nombre de la matrícula del helicóptero, el 'cóndor' que vigila Pamplona desde el aire para que todo transcurra sin incidentes. Se les puede ver a las 08.00 horas surcando el cielo para vigilar el encierro pero también a la salida de las peñas de la plaza de Toros.

A las 19.00 los tres agentes, dos de ellos pilotos, se dan cita en el aeropuerto de Nóain para vigilar que todo esté a punto, una vez que el helicóptero está perfecto, toca montarse, comprobar los dos motores y preparar el vuelo, un vuelo en el que suelen ir tres agentes, a pesar de que su capacidad es de siete

'Ángel 23' no vive en Pamplona, solo se traslada a la ciudad desde el 6 hasta el 14 de julio para las fiestas de San Fermín. El helicóptero descansa el resto del año en la base aérea de Zaragoza y permite reforzar la vigilancia del orden público, de las persecuciones de fugitivos o de la búsqueda de personas desaparecidas, entre otros frentes.

El helicóptero ya ha participado en cinco ocasiones en las fiestas de San Fermín de Pamplona sin incidentes de consideración. También han sobrevolado manifestaciones e incidentes como cuando los 'okupas' del palacio Marqués de Rozalejo volviéndolo a ocupar y tomando las calles de la ciudad.

La Policía Nacional Recorre los cielos de Pamplona durante los sanfermines de 2019. MIGUEL OSÉS

De hecho, según explicaban Guillermo y Daniel, los dos pilotos que, por normativa, han de manejar el aparato en cada vuelo. Entre los dos acumulan una experiencia de vuelo de más de 2.200 horas desde que entraron en la unidad. 

Volando a 1.500 pies de altura (unos 457 metros) Pamplona parece una maqueta teñida de blanco y rojo, pero la cámara no solo permite ver la ciudad hasta acercar la imagen a bastantes kilómetros, no solo hasta poder seguir un vehículo entre el tráfico, sino a un peatón en concreto, si hiciese falta e incluso a observar las casas y pisos desde la ventana y a rastrear a una persona en caso de desaparición.

Desde Nóain hasta Zizur, pasando por la plaza de Toros, se observan todos los escenarios de la ciudad, entre ellos la Plaza del Castillo, el Ayuntamiento o la Plaza de Toros abarrotada durante la corrida, milímetro a milímetro, tanto es así que se puede observar gracias a la cámara incluso la pantalla de la plaza y adivinar quién está toreando y el nombre del toro.

La cámara la opera un tercer ocupante del helicóptero, un mecánico --en este caso Jorge-- que la maneja con una consola aparentemente compleja. Pero la imagen no depende solo de su interés, ya que tanto los pilotos en una pantalla delantera como los investigadores policiales en tierra pueden ver lo que está capturando el dispositivo. En este caso, permite que estando en Berriozar podamos ver todo lo que ocurre en la Plaza de Toros. 

El papel de la unidad aérea sería importante aún cuando no contase con la cámara, dado el componente disuasorio e intimidatorio que tiene para la delincuencia, con la sensación de vigilancia. "Si nos colocamos en estático (parados)", explicaban los pilotos, "tenemos una visión perfecta de la zona a 360 grados", lo que complica mucho una fuga.

Su papel como policías podría llegar hasta el aterrizaje en prácticamente cualquier punto, "con la única limitación del desnivel del terreno", para evitar daños en el rotor de cola, explicaron. Pero por el momento no ha habido ninguna "intervención conflictiva", como un atraco. 

La Policía Nacional Recorre los cielos de Pamplona durante los sanfermines de 2019. MIGUEL OSÉS

Una de sus miras está puesta en Osasuna. No solo como aficionados, sino por trabajo. "Estuvimos vigilando el recibimiento de Pamplona a Osasuna cuando ascendió a primera División el pasado junio, ya que se esperaban muchas aglomeraciones, así como también el día que le entregaron la copa en El Sadar durante el partido contra el Oviedo", explican.

Han realizado incluso vuelos nocturnos sobre la ciudad y afirman que con el alumbrado existente es más que suficiente para sus misiones. Los pilotos han de ser dos, por normativa de seguridad, y aprovechan para alternarse. "Vamos cambiando de roles, uno pilota y se encarga de las comunicaciones policiales y el otro está atento a las aeronáuticas", explicaba el aragonés.

La Policía Nacional Recorre los cielos de Pamplona durante los sanfermines de 2019. MIGUEL OSÉS

Su día a día incluye siempre unas horas sobrevolando Zaragoza, o el destino que toque, ya que cubren no solo todo Aragón, si les requieren, sino comunidades limítrofes (La Rioja, Navarra y Cataluña) e incluso el País Vasco y Cantabria, si fuera necesario.

Los vuelos del helicóptero son a menudo rutinarios --como aviso a quienes piensan lo peor cuando sobrevuela la ciudad--, pero pueden plantarse en cualquier punto de la ciudad donde salte un aviso en cuestión de un minuto.

La Policía Nacional Recorre los cielos de Pamplona durante los sanfermines de 2019. MIGUEL OSÉS


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