No habrá Chupinazo, ni procesión, ni jotas al santo, ni encierros, ni toros, ni peñas, ni comparsa de gigantes, ni barracas, ni pañuelicos al alto el 6 de julio.
El Ayuntamiento de Pamplona ha anunciado de manera oficial que los Sanfermines de 2020 no se celebrarán debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Se trata de la primera vez desde la Guerra Civil que los Sanfermines no se celebran, al margen de otras suspensiones durante las propias fiestas, como las que tuvieron lugar por los graves incidentes de 1978 o la suspensión parcial en 1997 por el asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Cuando quedaban justo 75 días para el lanzamiento del cohete, la alcaldesa de Pamplona en funciones, Ana Elizalde, ha comunicado la suspensión oficial de los Sanfermines de 2020, algo que no ha podido hacer el alcalde Enrique Maya, al encontrarse convaleciente tras varios días ingresado por la Covid-19.
No son las primeras fiestas importantes suspendidas en España, ya que ni las Fallas de Valencia, ni la Feria de Abril de Sevilla ni San Isidro en Madrid han podido llevarse a cabo este año. También acontecimientos internacionales como la Eurocopa de fútbol o los Juegos Olímpicos de Tokio han tenido que ser aplazados.
Según ha podido conocer este periódico, el consistorio ha trabajado en las últimas semanas encontrar fórmulas para reprogramar las fiestas en septiembre o compensar en 2021 con alguna fecha extra, algo que todavía no se ha podido confirmar debido a la incertidumbre que todavía planea sobre acontecimientos masivos por el brote de coronavirus.
"Estamos en un escenario imprevisible y pensar lo que pueda pasar dentro de cinco meses parece complicado, vamos a esperar a los acontecimientos", ha señalado la concejal Ana Elizalde sobre la posibilidad de unas fiestas en septiembre. "Tenemos las puertas abiertas si existen garantías sanitarias".
El consistorio ha explicado que ha mantenido contacto con todos los colectivos implicados en las fiestas para comunicarles la decisión y que seguirá trabajando con ellos para saber cómo resolver este escenario.
Según ha expuesto Elizalde, el escenario es "imprevisible" y "aunque a día de hoy parece complicado que los Sanfermines puedan celebrarse este año, vamos a esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos". "Nosotros estamos abiertos a todo, no renunciamos a que se hagan, ojalá se puedan hacer en septiembre porque será una señal de que España está saliendo del coronavirus", ha expuesto la alcaldesa en funciones, para remarcar que la decisión "va a venir determinada por el momento en el que nos encontremos".
Ha incidido así en que "tenemos todas las puertas abiertas, no cerramos la posibilidad de que se hagan Sanfermines este año, pero con la prudencia debida". "La salud es lo primero que tenemos que salvaguardar, por eso, hay que primar la prudencia", ha comentado, para asegurar que "lo que sí tendremos es flexibilidad suficiente para tener capacidad de reacción si las cuestiones sanitarias se aligeran".
Al ser preguntada por si el Ayuntamiento baraja realizar algún acto oficial para conmemorar el 7 de julio, día de San Fermín, ha señalado que no se puede aventurar porque "no sabemos qué circunstancias se van a dar en ese momento", pero ha destacado que "es un día especial para Pamplona y así se tiene que ver".
TOROS YA CONTRATADOS
La suspensión de los Sanfermines de 2020 se produce con la parte fundamental de las fiestas muy avanzada, ya que la Casa de Misericordia había contratado y anunciado ya las ganaderías que acudirían en julio a Pamplona.
En diciembre pasado se conocieron los hierros de los toros que correrían los encierros del 7 al 14 de julio de este año, algo que ya no tendrá lugar. Junto a Fuente Ymbro, que iba a sustituir al Puerto de San Lorenzo, estaba prevista la presencia de Miura, Cebada Gago, José Escolar, Victoriano del Río, Jandilla y las triunfadoras en 2019, Núñez del Cuvillo y La Palmosilla.
La Casa de Misericordia, que ahora se encuentra envuelta en la lucha contra el coronavirus en su residencia, deberá resolver los contratos con las ganaderías o acordar una posible solución en caso de que las fiestas se puedan programar más adelante.
